No se me pongan tiquismiquis,
que ya me los conozco. Yo sé perfectamente lo que es el órgano, la música sacra
y la preeminencia del gregoriano y la música coral. También conozco
suficientemente el calendario litúrgico. Pero también sé lo que es celebrar la fiesta en un pueblo con poco más
de cien habitantes, presupuesto más que justo y templo parroquial casi derruido
del todo en la guerra civil.
Estamos de fiesta en Gascones. Celebrando a la Virgen del
Rosario, que ya sabemos que es en octubre, pero en octubre mucha gente no puede
disfrutar de las fiestas, así que hace años se decidió pasarlas al primer fin
de semana de agosto. Pero en honor de la Virgen del Rosario. Algo haremos
también en octubre.
¿Órgano dicen en
la iglesia? Con que no
tenemos ni coro ni casi gente. ¿Gente que cante? Si…
los cuatro o las cuatro de siempre. ¿Posibilidad de
que venga alguien?
El ayuntamiento de Gascones
–gracias Javier- para que nos acompañen en la misa y la procesión, ha podido
traer a un pequeño grupo de dulzaina,
pandero y tambor. No ha quedado mal. Marcha real en la consagración, salida y entrada de la procesión
–no se me asusten los puristas- que costumbre era hacer sonar la marcha real
cuando llega el rey de reyes en la consagración y cuando la Reina de los cielos
sale de su casa para visitar a sus vecinos y regresa a la misma. Más me
sorprendió que los dulzaineros –el dulzainero- tocara eso de “Tú has venido a la orilla” durante la comunión,
mientras la gente trataba de cantarlo acomodándose al instrumental.
Mucha gente en misa, emocionante ofrenda floral a la Virgen, y procesión
los dos días, porque misa
y procesión hemos tenido sábado y domingo. Y durante la procesión, los
dulzaineros tocando jotas muy populares mientras llevamos a la Virgen del
Rosario por las calles y con mucho respeto. Supongo que les parecerá absurdo,
pero quedó bien. Sí me encargué de advertir a los “tocadores”
que lo de las jotas vale, pero que otras cosas mejor no, que aún
recuerdo ese video de una procesión en Galicia en la que los músicos se
arrancaron con “A las barricadas”. A mí
tanto no me ha pasado, aunque en una ocasión, en la procesión de San Isidro, me
tocó escuchar “Tengo un tractor amarillo”.
No. No se me escandalicen ni se me pongan tiquismiquis. Con lo que
tenemos, con nuestras costumbres, hemos
celebrado cada día la misa y procesión de la Virgen del Rosario con dignidad y
devoción. Silencio en la misa. Mucha asistencia. Procesión
suficientemente digna a pesar de las jotas, o quizá por ellas. Subasta de varas
y ramos que lleva la Virgen, y un final de aperitivo compartido que nos dio la
oportunidad de sentirnos vecinos y hermanos.
Hemos empezado por Gascones.
El 15 de agosto, la Asunción, misa solemne y procesión con la Virgen en La
Serna. Fiesta grande en La Serna para San Agustín. Y remataremos en Braojos la
primera semana de septiembre. Ha empezado bien la cosa y me siento contento. Absténganse puristas.
Jorge
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