En
una serie de 12 mensajes la Santísima Virgen María explica al Padre Gobbi el
Libro del Apocalipsis. El primer mensaje comienza el 6 de mayo de 1989.
Y el último mensaje el 24 de diciembre de 1989.
María le hace una explicación didáctica y concreta de cada imagen que
aparece en el Apocalipsis.
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Desde el águila, pasando por el dragón rojo y la marca de la bestia, hasta llegar a la Mujer Vestida de Sol.
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Desde el águila, pasando por el dragón rojo y la marca de la bestia, hasta llegar a la Mujer Vestida de Sol.
SAN
HOMERO (TERAMO), 6 DE MAYO DE 1989.
Primer
sábado de mes
Las dos alas de la gran águila
“Hijos míos
predilectos, hoy me veneráis de un modo especial en el primer sábado de este
mes de mayo, que vosotros me dedicáis de forma especial. Os reunís en Cenáculos
de fraternidad y de oración con vuestra Madre Celeste. ¡Cuánto consuelo dais a mi profundo dolor; cuánta alegría
proporcionáis a mi Corazón Inmaculado! Porque, por medio de vosotros que me
habéis respondido, la devoción hacia Mí ya está refloreciendo en toda la
Iglesia. De este modo Yo puedo ejercer, en estos vuestros tiempos, el gran
poder que me ha sido dado por la Santísima Trinidad, para volver inofensivo el ataque que mi Adversario, el Dragón Rojo, ha
desencadenado contra Mí, vomitando de su boca un río de aguas para sumergirme.
El río de aguas está formado por el conjunto de todas las nuevas
doctrinas teológicas que han tratado de oscurecer la figura de vuestra Madre
Celeste, de negar mis privilegios, de redimensionar la devoción para Conmigo,
de ridiculizar a todos mis devotos.
A causa de estos ataques del Dragón, en estos años la piedad hacia Mí ha
ido disminuyendo en muchos fieles y, en algunos lugares, ha desaparecido por
completo. Pero han acudido en auxilio de vuestra Madre Celeste las dos alas de
la gran águila. La gran águila es la Palabra de Dios, sobre todo la Palabra
contenida en el Evangelio de mi Hijo Jesús. Entre los cuatro Evangelios, el
águila indica el de San Juan, porque él vuela más alto que todos, entra en el corazón mismo de la
Santísima Trinidad, afirmando con fuerza la divinidad, la eternidad y la
consubstancialidad del Verbo y la divinidad de Jesucristo.
Las dos alas del águila son la palabra de Dios acogida, amada y
custodiada con la fe y la palabra de Dios vivida con la Gracia y la Caridad.
Las dos alas de la fe y de la caridad –es decir de la Palabra de Dios acogida y vivida por Mí–, me han
permitido volar por encima del río de aguas de todos los ataques dirigidos
contra Mí, porque han manifestado al mundo mi verdadera grandeza. Luego he buscado mi refugio en el desierto. El
desierto en el que he establecido mi morada habitual, está formado por el
corazón y el alma de todos aquellos hijos que me acogen, me escuchan, se
confían completamente a Mí, se consagran a mi Corazón Inmaculado. En el desierto en que me encuentro hoy, Yo
obro mis más grandes prodigios. Los obro en el corazón y en el alma, es
decir, en la vida de todos mis pequeños niños. Así los conduzco a seguirme por el camino de la fe y de la caridad,
haciéndoles acoger, amar y custodiar la Palabra de Dios y ayudándoles a vivirla
cada día con coherencia y con valor. En
el silencio y el ocultamiento, es decir en el desierto en que me
encuentro, obro fuertemente para que los hijos consagrados a Mí crean hoy en el
Evangelio, se dejen guiar sólo por la Sabiduría del Evangelio, sean siempre
Evangelio vivido. He aquí la misión que
Yo he preparado para el ejército que me he formado en todas partes del mundo
con mi Movimiento Sacerdotal Mariano: dejarse transportar Conmigo sobre
las dos alas de la gran águila, es decir, de la fe y de la caridad, acogiendo
con amor, en estos vuestros tiempos, y viviendo la sola Palabra de Dios. Los
grandes prodigios que Yo realizo hoy en el desierto en el que me encuentro, son
los de transformar completamente la
vida de mis pequeños hijos, para que se vuelvan valientes testimonios de fe y
luminosos ejemplos de santidad. De esta manera, en el silencio y en el
escondimiento, cada día preparo mi gran
victoria sobre el Dragón con el triunfo de mi Corazón Inmaculado en el mundo.”
SANTUARIO
DE TINDARI (SICILIA), 14 DE MAYO 1989
Fiesta de
Pentecostés
El enorme Dragón rojo
“Hijos
predilectos, hoy adoráis e invocáis al
Espíritu Santo, que descendió en Pentecostés sobre los Apóstoles y los
discípulos, reunidos Conmigo en el Cenáculo de Jerusalén. Lo seguís invocando
en estos vuestros tiempos, con confianza y con perseverancia, reunidos conmigo en los muchos Cenáculos de
oración que ya se encuentran difundidos por toda la tierra. Con mi
Movimiento Sacerdotal Mariano invito hoy a todos los hijos de la Iglesia a
reunirse en un Cenáculo perenne de oración Conmigo, vuestra Madre Celeste. Invito a todos los Obispos, Sacerdotes,
Religiosos y Fieles. Mi Corazón Inmaculado es el lugar de este nuevo,
espiritual y universal Cenáculo. En él
debéis entrar con vuestro acto de consagración, que os confía para
siempre a Mí, a fin de que Yo pueda unir mi voz a las vuestras en la invocación
del Don de un segundo Pentecostés sobre la Iglesia y sobre toda la Humanidad. Sólo el Espíritu del Señor puede volver a
llevar a la humanidad a la perfecta glorificación de Dios. Sólo el
Espíritu del Señor puede renovar la Iglesia con el esplendor de su unidad y de
su santidad. Sólo el Espíritu del Señor
puede vencer la potencia y la fuerza victoriosa del enorme Dragón Rojo,
que, en este vuestro siglo, se ha desencadenado por doquier, de una manera
terrible, para seducir y engañar a toda la humanidad.
El enorme Dragón Rojo es el comunismo ateo que ha difundido por todas
partes el error de la negación y del obstinado rechazo de Dios.
El enorme Dragón Rojo es el ateísmo marxista, que se presenta con diez
cuernos.
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Es decir con la potencia de sus medios de comunicación, para conducir a la humanidad a desobedecer los diez Mandamientos de Dios.
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Y con siete cabezas, sobre cada una de las cuales hay una diadema, signo de poder y de realeza, las cabezas coronadas indican las Naciones en las que el comunismo ateo se ha establecido y domina con la fuerza de su poder ideológico, político y militar.
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Es decir con la potencia de sus medios de comunicación, para conducir a la humanidad a desobedecer los diez Mandamientos de Dios.
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Y con siete cabezas, sobre cada una de las cuales hay una diadema, signo de poder y de realeza, las cabezas coronadas indican las Naciones en las que el comunismo ateo se ha establecido y domina con la fuerza de su poder ideológico, político y militar.
La enormidad
del Dragón manifiesta claramente la
gran extensión de la tierra ocupada por el dominio incontrastado del ateísmo
comunista. Su color es rojo porque usa la guerra y la sangre como
instrumentos de sus numerosas conquistas. El enorme Dragón Rojo en estos años ha logrado conquistar la humanidad con el
error del ateísmo teórico o práctico, que ya ha seducido a todas las
naciones de la tierra. De ese modo se ha logrado construir una nueva civilización sin Dios,
materialista, egoísta, hedonista, árida y fría, que lleva en sí los
gérmenes de la corrupción y de la muerte. El enorme Dragón Rojo tiene el
objetivo diabólico de sustraer toda la humanidad al dominio de Dios, a la
glorificación de la Santísima Trinidad, a la plena actuación del Designio del
Padre que, por medio del Hijo, la ha creado para su Gloria.
El Señor me ha revestido con su Luz y el Espíritu Santo con su Divina
Potencia.
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Así Yo aparezco como un gran signo en el Cielo, Mujer vestida de Sol, porque tengo la misión de sustraer la humanidad al dominio del enorme Dragón Rojo.
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Y de reconducir a toda ella a la perfecta glorificación de la Santísima Trinidad.
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Así Yo aparezco como un gran signo en el Cielo, Mujer vestida de Sol, porque tengo la misión de sustraer la humanidad al dominio del enorme Dragón Rojo.
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Y de reconducir a toda ella a la perfecta glorificación de la Santísima Trinidad.
Por eso me formo el ejército de mis más pequeños hijos, en todas partes del mundo, y
les pido a ellos que se consagren a mi Corazón Inmaculado. De ese modo los
conduzco a vivir sólo para la Gloria de Dios, por medio de la fe y de la
caridad, y los cultivo, Yo misma, celosamente en mi celestial jardín. Entonces,
cada día Yo me presento ante el trono
de mi Señor en acto de profunda adoración, abro la puerta de oro de mi
Corazón Inmaculado y ofrezco entre mis brazos a todos estos mis pequeños hijos
diciendo:
“Santísima
y Divina Trinidad, en el momento de Tu universal negación Yo te presento el
homenaje de mi maternal reparación, por medio de todos estos mis pequeños, que
cada día formo para tu mayor glorificación.” “De este modo, también hoy, el
Señor recibe por boca de los pequeños y de los niños de pecho su perfecta
alabanza.”
MILÁN,
3 DE JUNIO DE 1989
Primer
sábado y fiesta del Corazón Inmaculado de María
La bestia semejante a una pantera
“Hijos
predilectos, hoy os reunís en Cenáculos de oración para celebrar la fiesta del
Corazón Inmaculado de vuestra Madre Celeste. De todas partes del mundo os he
llamado a consagraros a mi Corazón Inmaculado, y habéis respondido con filial
amor y con generosidad. Ya he formado
mi ejército con aquellos hijos que han acogido mi invitación y han escuchado mi
voz. Ha llegado el tiempo en el cual mi Corazón Inmaculado debe ser glorificado por la Iglesia y por toda la
humanidad. Porque en estos
tiempos de la apostasía, de la purificación y de la gran tribulación, mi
Corazón Inmaculado es el único refugio y el camino que os conduce al
Dios de la salvación y de la paz. Sobre todo, mi Corazón Inmaculado se vuelve hoy el signo de mi segura victoria
en la gran lucha que se combate entre los seguidores del enorme Dragón Rojo y
los seguidores de la Mujer vestida del Sol. En esta terrible lucha sube del mar, en ayuda del Dragón, una bestia
semejante a una pantera.
Si el Dragón Rojo es el ateísmo marxista, la bestia negra es la
Masonería.
El Dragón se manifiesta en el vigor de su potencia; la bestia negra, en
cambio, obra en la sombra, se esconde, se oculta, para introducirse por este
medio en todas partes. Tiene las garras de oso y la boca de un león, porque obra por doquier con
la astucia y con los medios de comunicación social, es decir, con la
propaganda. Las siete cabezas indican
las varias logias masónicas que obran en todas partes de una manera solapada
y peligrosa. Esta bestia negra tiene
diez cuernos y sobre los cuernos diez diademas, que son signos de
dominio y de realeza. La masonería
domina y gobierna en todo el mundo por medio de los diez cuernos. El cuerno, en
el mundo bíblico, siempre ha sido un instrumento de amplificación, un
modo de hacer escuchar más fuertemente la propia voz, un importante medio de
comunicación. Por eso Dios ha comunicado a su pueblo su Voluntad por medio de
diez cuernos que han hecho conocer su Ley: los diez mandamientos. Quien los acoge y los observa anda en
la vida por el camino de la Divina Voluntad, de la alegría y de la paz. Quien hace la Voluntad del Padre,
acoge la Palabra de su Hijo y participa en la Redención llevada a cabo por Él.
Jesús da a las almas la misma vida divina, a través de la Gracia, que Él ha
merecido con sui Sacrificio realizado en el Calvario. La Gracia de la Redención es comunicada por medio de los Siete
Sacramentos. Con la gracia se insertan en el alma gérmenes de vida sobrenatural
que son las virtudes. Entre ellas las
más importantes son las tres virtudes teologales y las cuatro cardinales:
fe, esperanza y caridad; prudencia, justicia, fortaleza y templanza. Al Sol divino de los siete Dones del Espíritu
Santo, estas virtudes germinan, crecen, se desarrollan cada vez más y
así conducen a las almas por el camino luminoso del amor y de la santidad.
Objetivo de la bestia negra, es decir, de la masonería, es el de
combatir de una manera disimulada, pero tenaz, para impedir a las almas
recorrer este camino, indicado por el Padre y por el Hijo e iluminado por los
dones del Espíritu.
En efecto,
si el Dragón Rojo obra para llevar a toda la humanidad a prescindir de Dios, a
la negación de Dios y para ello difunde el error del ateísmo, el objetivo de la masonería no es el de
negar a Dios, sino el de blasfemarlo. La bestia abre la boca para proferir
blasfemias contra Dios, para blasfemar su Nombre y su morada, contra
todos aquellos que habitan en el Cielo. La
mayor de las blasfemias es la de negar el culto debido sólo a Dios para
darlo a las criaturas y al mismo Satanás. He aquí por qué en estos tiempos,
tras la perversa acción de la masonería se difunden por doquier las misas negras y el culto satánico. Además,
la masonería obra, con todos los medios, para impedir que las almas se salven y de este modo quiere volver inútil
la Obra de Redención llevada a cabo por Cristo. Si el Señor ha comunicado su
Ley con los diez mandamientos, la masonería difunde por todas partes, con la
potencia de sus diez cuernos, una ley que es completamente opuesta a la de
Dios. Al mandamiento del Señor: –“No tendrás otro Dios más que a Mí”–
aquélla construye otros falsos ídolos, frente a los cuales hoy muchos se
postran en oración. Al mandamiento: –“No tomarás el nombre de Dios en vano”–
aquélla se opone con las blasfemias contra Dios y su Cristo, de muchas maneras
engañosas y diabólicas, hasta reducir a una marca comercial indecorosa su
Nombre y hacer películas sacrílegas sobre su vida y su divina Persona. Al mandamiento: –“Santificarás
las fiestas”– aquélla
transforma el domingo en “week-end”, en el
día del deporte, de las competiciones, de los juegos, de las diversiones. Al mandamiento: –“Honrarás
a tu padre y a tu madre”– aquélla
contrapone un modelo nuevo de familia sobre la convivencia incluso de
homosexuales. Al mandamiento: –“No matarás”– aquélla
ha logrado hacer legitimar en todas partes, el aborto, hacer aceptar la
eutanasia, hacer casi desaparecer el respeto debido al valor de la vida humana.
Al mandamiento: –“No cometerás actos impuros”–
aquélla justifica, exalta y hace propaganda de toda forma de impureza,
hasta llegar a la justificación de los actos contra natura. Al mandamiento: –“No
robarás”– ella obra para que
se difundan cada vez más los hurtos, la violencia, los secuestros, las rapiñas.
Al mandamiento: –“No darás falso testimonio ni mentirás”– aquélla obra para que se propague cada vez más la
ley del engaño, de la mentira, de la doblez. Al mandamiento: –“No desearás los bienes
ajenos y a la mujer de tu prójimo”– Actúa
para corromper lo más profundo de la conciencia, engañando la mente y el
corazón del hombre. De esta manera, las
almas son impulsadas por el camino perverso y malo de la desobediencia a
la Ley del Señor, son sumergidas en el pecado y así se les impide recibir el
Don de la Gracia y de la Vida de Dios. –A las siete virtudes teologales y
cardinales, que son el fruto de vivir en Gracia de Dios, la masonería opone la difusión de los siete vicios capitales, que
son el fruto de vivir habitualmente en estado de pecado.
A la fe, aquélla opone la soberbia; a la esperanza, la lujuria; a la
caridad, la avaricia; a la prudencia, la ira; a la fortaleza, la pereza; a la
justicia, la envidia; a la templanza, la gula.
Aquél que llega a ser víctima de los siete vicios capitales es conducido gradualmente a
abandonar el culto debido al único Dios, para darlo a falsas divinidades, que
son la personificación misma de todos estos vicios. En esto consiste la
blasfemia más grande y horrible. He
aquí por qué sobre cada cabeza de la bestia hay escrito un título blasfemo.
Cada logia masónica tiene la tarea de hacer adorar una divinidad distinta. La primera cabeza lleva el título blasfemo de la soberbia, que se opone
a la virtud de la fe y conduce a dar culto al dios de la razón humana y del
orgullo, de la técnica y del progreso. La segunda cabeza lleva el título
blasfemo de la lujuria, que se opone a la virtud de la esperanza, y lleva a dar
culto al dios de la sensualidad y de la impureza. La tercera cabeza lleva
el título blasfemo de la avaricia, que se opone a la virtud de la caridad, y
difunde por doquier el culto al dios del dinero. La cuarta cabeza lleva
el título blasfemo de la ira, que se opone a la virtud de la prudencia, y
conduce a dar culto al dios de la discordia y de la división. La quinta cabeza lleva el título blasfemo de la acidia (o pereza
espiritual), que se opone a la virtud de la fortaleza, y difunde el culto al
ídolo del miedo de la opinión pública y de la explotación del prójimo. La sexta cabeza lleva el
título blasfemo de la envidia, que se opone a la virtud de la justicia, y lleva
a dar culto al ídolo de la violencia y de la guerra. La séptima cabeza lleva
el título blasfemo de la gula, que se opone a la virtud de la templanza, y
conduce a dar culto al ídolo tan exaltado del hedonismo, del materialismo, del
placer. El objetivo de las logias
masónicas, hoy, es el de actuar con gran astucia, para llevar a la
humanidad en todas partes a despreciar la santa Ley de Dios, a obrar en abierta
oposición a los diez Mandamientos, a sustraer el culto debido al único Dios
para darlo a los falsos ídolos, que son exaltados y adorados por un número
creciente de hombres: la razón, la carne, el dinero, la discordia, el dominio,
la violencia, el placer. De esta manera
las almas son precipitadas en la tenebrosa esclavitud del mal, del vicio y del
pecado, y, en el momento de la muerte y del juicio de Dios, en el
estanque de fuego eterno que es el infierno. Ahora comprenderéis por qué, en
estos tiempos, mi Corazón Inmaculado se
convierte en vuestro refugio y en el camino seguro que os lleva a Dios,
frente al terrible e insidioso ataque de la bestia negra, es decir, de la
masonería. En mi Corazón Inmaculado
se delinea la táctica usada por vuestra Madre Celeste para contraatacar y
vencer la astuta trama usada por la bestia negra. Es por esto que formo a todos
mis hijos en la observancia de los diez Mandamientos de Dios:
A vivir al pie de la letra el Evangelio; a recibir con frecuencia los
Sacramentos, especialmente la Penitencia y la Comunión Eucarística, como
auxilios necesarios para vivir en Gracia de Dios.
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Para ejercitar de una manera fuerte las virtudes y para andar siempre por el camino del bien, del amor, de la pureza y de la santidad.
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Para ejercitar de una manera fuerte las virtudes y para andar siempre por el camino del bien, del amor, de la pureza y de la santidad.
De ese modo, me sirvo de vosotros, pequeños hijos que os habéis consagrado a
Mí, para desenmascarar todas estas insidias disimuladas que la bestia negra os
tiende y, en fin, anular el gran ataque que la masonería hoy, ha desencadenado
contra Cristo y su Iglesia. Y al final, sobre todo, con su mayor derrota, aparecerá
en todo su esplendor el triunfo de mi Corazón Inmaculado en el mundo.”
DONGO
(COMO), 13 DE JUNIO DE 1989
Aniversario
de la segunda Aparición de Fátima
La bestia semejante a un cordero
“Hijos
predilectos, hoy recordáis mi segunda
aparición, ocurrida en la pobre Cova de Iria en Fátima, el 13 de junio
de 1917. Ya entonces os predije lo que estáis viviendo en estos tiempos. Os
anuncié la gran lucha entre Yo, la Mujer vestida del Sol, y el enorme Dragón
Rojo que ha llevado a la humanidad a vivir sin Dios. Os predije también el astuto y tenebroso trabajo realizado por la
Masonería, para alejaros de la observancia de la Ley de Dios y haceros
de ese modo víctimas de los pecados y de los vicios. Sobre todo, como Madre, os
he querido advertir de los grandes peligros
que hoy amenazan a la Iglesia, a causa de los muchos y diabólicos
ataques que se llevan a cabo contra Ella para destruirla.
Para alcanzar este fin, a la bestia negra que sube del mar, acude en
ayuda, desde la tierra, una bestia que tiene dos cuernos, semejantes a los de
un cordero.
El cordero, en la Sagrada Escritura, siempre ha sido el símbolo del
sacrificio. En la
noche del Éxodo, es sacrificado un cordero y, con su sangre, son rociados el
dintel y las jambas de las casas de los hebreos, para sustraerlos al castigo
que, en cambio, alcanza a todos los egipcios. La Pascua hebrea recuerda este hecho cada año con la inmolación de
un cordero, que es sacrificado y consumido. Sobre el Calvario, Jesucristo se inmola por la redención de la
humanidad, se hace Él mismo nuestra Pascua y se convierte en el verdadero
Cordero de Dios que quita todos los pecados del mundo. La bestia tiene en la cabeza dos cuernos semejantes a los del cordero. Al
símbolo del sacrificio está íntimamente unido el del Sacerdocio: los dos
cuernos. Un cubrecabeza con dos cuernos llevaba el Sumo sacerdote del Antiguo
Testamento. La Mitra, con dos cuernos,
llevan los Obispos de la Iglesia, para indicar la plenitud de su Sacerdocio.
La bestia negra semejante a una pantera indica la Masonería; la bestia
con dos cuernos, semejante a un cordero, indica la Masonería infiltrada dentro
de la Iglesia, es decir la masonería Eclesiástica, que se ha difundido sobre
todo entre los miembros de la Jerarquía.
Esta
infiltración masónica dentro de la Iglesia, ya os ha sido predicha por Mí en Fátima, cuando os anuncié que Satanás se
introduciría hasta el vértice de la Iglesia. Si el objetivo de la masonería es el de conducir a las almas a la perdición,
llevándolas al culto de falsas divinidades, el fin de la masonería
eclesiástica, en cambio, es el de destruir a Cristo y a su Iglesia,
construyendo un nuevo ídolo, es decir, un falso Cristo y una falsa Iglesia.
–Jesucristo es el Hijo del Dios Viviente, es el Verbo
Encarnado, es Verdadero Dios y Verdadero Hombre, puesto que une en su Persona
divina la naturaleza humana y la naturaleza divina.
–Jesús, en el Evangelio, ha dado de sí
mismo la más completa definición, diciendo ser la Verdad, el Camino y la Vida.
–Jesús es la Verdad, porque nos revela al Padre, nos dice su Palabra
definitiva, lleva a su perfecto cumplimiento toda la Revelación Divina.
–Jesús es la Vida, porque nos da la misma vida divina con la Gracia
merecida por Él con la Redención, e instituye los Sacramentos como medios
eficaces que comunican la Gracia.
–Jesús
es el Camino, que conduce al Padre por medio del Evangelio que nos ha dado como
camino a recorrer para alcanzar la salvación.
Jesús
es Verdad, porque es Él –Palabra viviente– fuente y sello de toda la Revelación
Divina.
Entonces la masonería eclesiástica obra para obscurecer su Divina
Palabra, por medio de interpretaciones naturales y racionales y, con el
pretexto de volverla más comprensiva y aceptada, la vacía de todo contenido
sobrenatural.
Así es como
se difunden los errores por todas
partes dentro de la misma Iglesia Católica. A causa de la difusión de estos
errores, hoy muchos se alejan de la verdadera fe, volviendo realidad la
profecía que os ha sido hecha por Mí en Fátima:
–Vendrán tiempos en los que muchos perderán la
verdadera fe.
–La pérdida de la fe es apostasía.
La masonería
eclesiástica actúa de una manera astuta
y diabólica, para conducir a todos a la apostasía.
Jesús
es Vida porque da la Gracia.
La masonería eclesiástica tiene como propósito justificar el pecado,
presentarlo no ya como un mal, sino como un valor y un bien. Por lo cual se aconseja realizarlo como un modo de
satisfacer las exigencias de la propia naturaleza, destruyendo la raíz
de la cual podría nacer el arrepentimiento y se dice que ya no es necesario
confesarlo. Fruto pernicioso de este maldito cáncer, que se ha difundido por
toda la Iglesia, es la desaparición, en
todas partes, de la confesión individual. Las almas son llevadas a vivir en el
pecado, rechazando el Don de la vida que Jesús nos ha ofrecido.
Jesús
es el camino que conduce al Padre por medio del Evangelio.
La masonería
eclesiástica favorece la exégesis que dan de él interpretaciones racionalistas y naturales, por medio de la aplicación de
los varios géneros literarios, de manera que el mismo queda lacerado en
todas sus partes. Al final se llega a
negar la realidad histórica de los milagros y de Su resurrección y se pone en
duda la divinidad misma de Jesús y su Misión Salvífica.
–Después de haber destruido al Cristo histórico, la bestia con dos
cuernos, semejante a un cordero, trata de destruir al Cristo Místico que es la
Iglesia.
La Iglesia instituida por Cristo es una sola: la Santa, Católica,
Apostólica, Una, fundada sobre Pedro. Como Jesús, también la Iglesia fundada
por Él, que constituye su Cuerpo Místico,
es verdad, vida y camino.
–La Iglesia es verdad porque a Ella
sola Jesús ha confiado la custodia, en su integridad, de todo el depósito de la
Fe.
Lo ha
confiado a la Iglesia Jerárquica, es decir, al Papa y a los Obispos unidos a Él. La masonería eclesiástica trata de
destruir esta realidad con el falso ecumenismo, que lleva a la
aceptación de todas las Iglesias cristianas, afirmando que cada una de ellas
posee una parte de la verdad. Cultiva
el designio de fundar una Iglesia ecuménica universal formada por la
fusión de todas las confesiones cristianas, entre las cuales estaría la Iglesia
Católica.
–Las Iglesia es vida porque da la Gracia y Ella sola
posee los medios eficaces de la Gracia, que son los siete Sacramentos.
Es vida
especialmente porque a Ella sola ha sido dado el poder de generar la Eucaristía, por medio del
Sacerdocio Ministerial y Jerárquico. En la Eucaristía Jesucristo está
realmente presente con su Cuerpo
Glorioso y su Divinidad. Entonces la masonería eclesiástica trata de atacar, de muchas maneras engañosas, la piedad
eclesial hacia el Sacramento de la Eucaristía. De ésta, sólo valoriza el aspecto de la Cena,
tiende a minimizar su valor sacrificial, trata de negar la presencia personal y
real de Jesús en las Hostias Consagradas. Por esto se han ido suprimiendo gradualmente todos los signos externos
que son indicativos de la fe en la presencia real de Jesús en la Eucaristía,
como las genuflexiones, las horas de adoración pública, la santa costumbre de
rodear el tabernáculo con luces y flores. –La Iglesia es camino porque conduce al Padre, por medio del Hijo,
en el Espíritu Santo, por el camino de la perfecta unidad. Como el Padre y el
Hijo son uno, así debéis ser una sola cosa entre vosotros. Jesús ha querido que Su Iglesia sea signo e instrumento de la
unidad de todo el género humano. La Iglesia logra estar unida porque ha
sido fundada sobre la piedra angular de
su unidad: Pedro y el Papa que sucede al carisma de Pedro. Entonces la masonería eclesiástica trata de destruir
el fundamento de la unidad de la Iglesia con el ataque astuto e
insidioso contra el Papa. Ella urde las tramas del disentimiento y de la
contestación al Papa; sostiene y premia a aquellos que lo vilipendian y lo
desobedecen; propaga las críticas y las oposiciones de Obispos y teólogos. De
esta manera se demuele el fundamento mismo de su unidad y así la Iglesia es cada vez más lacerada y
dividida.
–Hijos predilectos, os he invitado a consagraros a
mi Corazón Inmaculado y a entrar en este mi refugio maternal, sobre todo
para ser preservados y defendidos contra esta terrible insidia.
Por esto en
el acto de consagración de mi Movimiento Yo os he solicitado renunciar a toda aspiración a “hacer carrera”. Así podéis sustraeros a la más peligrosa y fuerte
insidia usada por la masonería, para asociar a su secta secreta a tantos
hijos míos predilectos. Os llevo a un
gran amor a Jesús Verdad, haciéndoos valientes testimonios de fe; a
Jesús Vida, llevándoos a una gran santidad; a Jesús Camino, pidiéndoos ser en
la vida sólo Evangelio vivido y anunciado al pie de la letra. Luego os conduzco
a un gran amor a la Iglesia.
–Os hago amar a la Iglesia–verdad,
haciéndoos fuertes anunciadores de todas las verdades de la fe católica,
mientras os oponéis, con fuerza y coraje a todos los errores.
–Os hago Ministros de la Iglesia–vida,
ayudándoos a ser Sacerdotes fieles y santos. Estad siempre disponibles a las
necesidades de las almas, prestaos con generosa abnegación al ministerio de la
Reconciliación y sed llamas ardientes de amor y de celo hacia Jesús presente en
la Eucaristía.
Que en vuestras iglesias se vuelva a tener con frecuencia la hora de
pública Adoración y reparación al Santísimo Sacramento del altar.
–Os
transformo en testimonio de la Iglesia–camino, y os hago instrumentos preciosos
de su unidad. Por esto os he dado, como segundo compromiso de mi Movimiento,
una particular unidad con el Papa.
Por medio de vuestro amor y de vuestra fidelidad, el designio divino de la
perfecta Unidad de la Iglesia volverá a resplandecer en todo su esplendor. De ese
modo, a la tenebrosa fuerza que hoy
ejerce la masonería eclesiástica para destruir a Cristo y a su Iglesia,
Yo opongo el fuerte esplendor de mi ejército sacerdotal y fiel, para que Cristo
sea amado por todos, escuchado y seguido, y su Iglesia sea cada vez más amada,
defendida y santificada. Sobre todo en esto resplandece la victoria de la Mujer
vestida del Sol y mi Corazón Inmaculado tiene su más luminoso triunfo.”
MILÁN,
17 DE JUNIO DE 1989, SÁBADO
El número de la bestia: 666
“Hijos
predilectos, comprended ahora el designio de vuestra Madre Celeste, la Mujer
vestida del Sol, que combate, con su ejército, en la gran lucha contra todas
las fuerzas del mal, para obtener su
victoria, en la perfecta glorificación de la Santísima Trinidad. Combatid Conmigo, pequeños hijos,
contra el Dragón, que trata de llevar a toda la humanidad contra Dios. Combatid
Conmigo, pequeños hijos, contra la
bestia negra, la masonería, que quiere conducir las almas a la
perdición. Combatid Conmigo, pequeños hijos, contra la bestia semejante a un cordero, la masonería infiltrada
dentro de la vida eclesial, para destruir a Cristo y a su iglesia. Para lograr
este objetivo ella quiere construir un nuevo ídolo, es decir, un falso Cristo y una falsa Iglesia. La masonería eclesiástica recibe órdenes y
poder de las varias logias masónicas y actúa para conducir secretamente
a todos a formar parte de estas sectas secretas. Así pues, solicita a los ambiciosos con la perspectiva de fáciles
carreras; colma de bienes a los hambrientos de dinero; ayuda a sus
miembros a sobresalir y a ocupar los puestos más importantes, mientras de una
manera disimulada, pero, decidida, margina a todos aquellos que se niegan a
participar en sus planes. En efecto, la
bestia semejante a un cordero ejercita todo el poder de la primera bestia
en su presencia y obliga a la tierra y a sus habitantes a adorar a la primera
bestia.
Sin rodeos, la masonería eclesiástica llega hasta
construir una estatua en honor de la bestia y obliga a todos a adorar
esta estatua.
–Pero según el primer mandamiento de la Santa
Ley del Señor, sólo DIOS debe ser adorado y a Él sólo se debe tributar
toda forma de culto.
Entonces se sustituye a DIOS
por un ídolo poderoso, fuerte, dominador. Un ídolo tan poderoso
como para dar muerte a todos aquellos que no adoren la estatua de la bestia.
Un ídolo tan fuerte y dominador que hace que todos, pequeños y grandes,
ricos y pobres, libres y esclavos, reciban una marca sobre la mano derecha o en
la frente, de manera que ninguno pueda comprar o vender sin tener esa marca, es
decir, el nombre de la bestia o el número de su nombre.
Este gran
ídolo, construido para ser adorado y
servido por todos, como ya os he revelado en el mensaje precedente, es
un falso Cristo y una falsa Iglesia.
Pero, ¿Cuál
es su nombre?
–En
el capítulo 13 del Apocalipsis está escrito: “Aquí se requiere sabiduría. El
que tiene inteligencia calcule el número de la bestia; este número representa
la cifra de un hombre. Tal cifra es 666 (seiscientos sesenta y seis)”.
Con la
inteligencia, iluminada por la luz de la Divina Sabiduría, se logra descifrar
del número 666 el nombre de un hombre y
este nombre, indicado por tal número, es el del Anticristo. Lucifer, la
serpiente antigua, el diablo o satanás, el dragón rojo, se vuelve, en estos
últimos tiempos, el Anticristo. El Apóstol San Juan ya afirmaba que cualquiera que negara que Jesucristo es Dios,
es el Anticristo. La estatua o el ídolo construido en honor de la bestia
para ser adorado por todos los hombres, es
el Anticristo. Calculad ahora su número 666, para comprender cómo indica
el nombre de un hombre. El número 333
indica la Divinidad. Lucifer se rebela contra Dios por soberbia, porque
quiere ponerse por encima de Dios.
El 333 es el número que indica el misterio de Dios. Aquél que quiere
ponerse por encima de Dios lleva el signo de 666.
.
Por lo tanto este número indica el nombre de Lucifer, Satanás, es decir, de aquel que se pone contra Cristo, del Anticristo.
.
Por lo tanto este número indica el nombre de Lucifer, Satanás, es decir, de aquel que se pone contra Cristo, del Anticristo.
El 333 indicado una vez, es decir por 1, expresa el
misterio de la Unidad de Dios.
El 333 indicado dos veces, es decir por 2, indica las dos
naturalezas, la divina y la humana, unidas en la Persona Divina de Jesucristo.
El 333 indicado por tres veces, es decir por 3,
indica el misterio de las Tres Personas Divinas, o sea, expresa el misterio de la Santísima
Trinidad.
Entonces el
número 333 enunciado una, dos o tres veces, expresa los Misterios principales de la Fe Católica, que son:
1º) la Unidad y la Trinidad de Dios.
2º) La Encarnación, la Pasión, la Muerte y la
Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
Si el 333 es
el número que indica la Divinidad, aquel que quiere ponerse por encima del mismo Dios es indicado con el número 666. El 666
enunciado una vez, es decir por 1, expresa el año 666 seiscientos
sesenta y seis.
En este período histórico el Anticristo se manifiesta a través del
fenómeno del Islam, que niega directamente el misterio de la Divina Trinidad y
la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo.
El islamismo, con su fuerza militar, se desencadena por doquier,
destruyendo todas las antiguas comunidades cristianas, invade Europa y sólo por una
intervención maternal y extraordinaria Mía, solicitada fuertemente por el Santo
Padre, no logra destruir completamente la Cristiandad. El 666 indicado dos veces, es decir por 2, expresa el año 1332,
mil trescientos treinta y dos. En este período de tiempo histórico el
Anticristo se manifiesta con un radical
ataque a la fe en la Palabra de Dios. A través de los filósofos, que comenzaron a dar exclusivo valor a
la ciencia y luego a la razón, se tiende gradualmente a constituir como único
criterio de verdad a la sola inteligencia humana. Nacen los grandes errores filosóficos que se prolongan a través de
los siglos hasta vuestros días. La
importancia exagerada dada a la razón, como criterio exclusivo de verdad,
lleva necesariamente a la destrucción de la fe en la Palabra de Dios. En
efecto, con la reforma protestante se
rechaza la Tradición como fuente de la Divina Revelación, y se acepta
sólo la Sagrada Escritura. Pero también
ésta debe ser interpretada por medio de la razón, y se rechaza
obstinadamente el Magisterio auténtico de la Iglesia Jerárquica, a quien Cristo
ha confiado la custodia del depósito de la fe. Cada uno es libre para leer y para comprender la Sagrada Escritura, según
su personal interpretación.
De
esta manera la fe en la Palabra de Dios
es destruida.
Obra del Anticristo, en este período histórico, es la división de la
Iglesia, la
consiguiente formación de nuevas y numerosas confesiones cristianas, que
gradualmente son impulsadas a una pérdida creciente de la verdadera fe en la
Palabra de Dios.
El 666 enunciado 3 veces, es decir por 3, expresa
el año 1998,
mil novecientos noventa y ocho.
En este
período histórico, la masonería,
ayudada por la eclesiástica, logrará su gran objetivo: construir un
ídolo para ponerlo en lugar de Cristo y de su Iglesia. Un falso Cristo y una falsa Iglesia. Por lo tanto, la estatua
construida en honor de la primera bestia, para ser adorada por todos los
habitantes de la tierra y que marcará con su sello a todos aquellos que quieran
comprar o vender, es la del Anticristo. Habréis
llegado así al vértice de la purificación, de la gran tribulación y de la
apostasía. La apostasía será entonces generalizada porque casi todos seguirán
al falso Cristo y a la falsa Iglesia. ¡Entonces será abierta la puerta para la
aparición del hombre o de la persona misma del Anticristo! He aquí,
hijos predilectos, por qué os he querido iluminar sobre las páginas del
Apocalipsis, que se refieren a los tiempos que vivís. Para prepararos Conmigo a la parte más dolorosa y decisiva de la gran
lucha que se está combatiendo entre vuestra Madre Celeste y todas las fuerzas
del mal que se han desencadenado.
¡Valor! Sed fuertes, mis pequeños niños. A vosotros corresponde la
misión, en estos años difíciles, de permanecer fieles a Cristo y a su Iglesia,
soportando hostilidad, luchas y persecuciones.
.
Pero sois parte preciosa de la pequeña grey, que tiene la misión de combatir y de vencer al fin a la poderosa fuerza del Anticristo.
.
Os formo, os defiendo y os bendigo a todos.”
.
Pero sois parte preciosa de la pequeña grey, que tiene la misión de combatir y de vencer al fin a la poderosa fuerza del Anticristo.
.
Os formo, os defiendo y os bendigo a todos.”
VALDRAGONE
DE SAN MARINO, 28 DE JUNIO DE 1989
Ejercicios
Espirituales bajo forma de Cenáculo con Sacerdotes del M.S.M. de América y
Europa
Poseed el testimonio de Jesús
“Hijos
predilectos, con qué amor os miro y cuánto consuela a mi Corazón dolorido este
vuestro continuo Cenáculo, que reproduce aquí la realidad del de Jerusalén. Os
recogéis en oración continua, intensa, hecha Conmigo. Cuán grata me resulta la Liturgia de las Horas, el Rosario entero que
recitáis, la Adoración Eucarística, la solemne concelebración de la Misa, que
forma el corazón de todo el Cenáculo. Os reunís como hermanos que se
aman, se ayudan, para llevar juntos el peso de las dificultades que encontráis.
Renováis cada día vuestro acto de consagración a mi Corazón Inmaculado, en
diversas lenguas, y así os unís realmente a todos vuestros hermanos de mi
Movimiento que se encuentran esparcidos por todas las partes del mundo.
Vosotros formáis parte de mi ejército. Sois
porción preciosa de mi maternal herencia. Poseed el testimonio de Jesús y
observad los Mandamientos de Dios.
Satanás se desencadena contra vosotros porque formáis mi talón, es
decir, la parte más débil y frágil de Mí misma y porque sois mi progenie.
Así hoy, os
insidia fuertemente y se desencadena contra vosotros con toda clase de
tentaciones y de persecuciones. Permaneced serenos. Tened confianza en Mí. Éstos son los tiempos de la batalla y debéis
combatir por mi victoria. Por eso hoy os invito a todos a poseer el
testimonio de Jesús. Poseed el testimonio
de Jesús en estos tiempos de la purificación, para andar por el camino
de la fidelidad a Cristo y a su Iglesia y de una creciente santidad. Entonces
así permanecéis en la seguridad y en la paz, en la confianza y en el filial
abandono en Mí. Poseed el testimonio de
Jesús en estos tiempos de la apostasía, para ser fuertes y valientes
testimonios de fe. Para esto os invito a estar cada vez más unidos al Papa, a
sostenerlo con vuestra oración y vuestro amor, a acoger y difundir su
Magisterio: indicaréis así a las almas
el camino seguro a seguir para permanecer en la verdadera fe.
Conservad el testimonio de Jesús en estos tiempos
de la gran tribulación.
Han llegado
los días predichos por el Evangelio y por el Apocalipsis. Las fuerzas del mal, unidas al poder de quien
se opone a Cristo harán grandes prodigios en el cielo y sobre la tierra,
hasta seducir a gran parte de la humanidad. Permaneced firmes en vuestro heroico testimonio de Jesús y
combatid Conmigo contra la fuerza poderosa de aquel que se manifiesta como el
enemigo de Cristo. Al final, podréis contemplar con alegría mi gran victoria en
el glorioso triunfo de Cristo. Os bendigo a todos, con vuestros seres queridos,
las almas que os han sido confiadas, vuestro ministerio sacerdotal, y acojo
entre mis manos todas las intenciones de bien que lleváis en el corazón.”
RUBBIO
(VICENZA), 15 DE AGOSTO DE 1989
Fiesta de
María Stma. Asunta al Cielo
Aquí debe
mostrarse la constancia de los santos
“Hoy miradme
a Mí, vuestra Madre Celeste, en el esplendor de mi Cuerpo Glorioso, elevado con
mi alma a la Gloria del Paraíso.
Soy la Mujer vestida del Sol.
Soy vuestra
Celestial Capitana. Soy la Reina de todos los Santos. Dirigid vuestra mirada a Mí como signo de segura esperanza y de
consolación, en estos tiempos de la purificación, de la apostasía, y de la gran
tribulación. Han llegado los tiempos de la lucha y de la mayor conquista
por parte del Dragón, de la Bestia que viene de la tierra y de la bestia que
viene del mar. Son por tanto los tiempos en los que se construye una
civilización sin Dios y se conduce a toda la humanidad a vivir sin Él.
Son los tiempos en que satanás y las fuerzas diabólicas se hacen adorar
por un número cada vez mayor de hombres y así se vuelve más vasta la difusión
del culto satánico, de las sectas y de las misas negras.
Son los tiempos en los que se construye un ídolo para poner en lugar del
verdadero Dios y de la
verdadera Iglesia, y este ídolo es un falso Cristo y una falsa Iglesia.
Son los tiempos en los que todos aquellos que sigan a este ídolo serán
marcados con su sello en la frente y sobre la mano.
Son los tiempos en los que los fieles seguidores del Cordero serán
sometidos a marginaciones, a persecuciones, a prisiones y a la muerte.
Por lo tanto
son los tiempos de vuestra constancia. Aquí debe mostrarse la constancia de los
santos.
–Aquí
debe mostrarse la constancia de aquellos que pertenecen al Señor, ponen en
práctica los mandamientos de Dios y permanecen fieles a Jesús.
–Aquí debe mostrarse la constancia de aquellos que
serán perseguidos y conducidos al martirio, porque son bienaventurados aquellos que mueren en
el Señor, encuentran reposo de sus fatigas y el bien que han hecho los
acompaña.
–Aquí debe mostrarse la constancia de aquellos que
no adoran a la Bestia y no se dejarán marcar con su diabólico sello.
En cambio, aquellos que adorarán a la Bestia y a su estatua y recibirán
su marca en la frente o en la mano, beberán el vino de la ira de Dios, vertido en el cáliz de su terrible
castigo, y serán torturados en la presencia del Cordero y de los Ángeles santos
con fuego y azufre.
–Aquí debe mostrarse la constancia de aquellos que
llevan escrito en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre, porque no han
traicionado a su Dios y en su hablar nunca ha habido una mentira y siguen al
Cordero dondequiera que vaya.
–Aquí
debe mostrarse la constancia de todos mis pequeños niños que Yo llamo a
consagrarse a mi Corazón Inmaculado, para vivir Conmigo los momentos
conclusivos de la batalla y de la caída de Babilonia, cuando la viña de la
tierra sea vendimiada y los racimos sean arrojados al tonel del prensado, que
representa el gran castigo de Dios.
Por eso hoy os invito a todos a dirigir vuestra mirada a Mí, vuestra Madre Celeste, en el
esplendor de mi Cuerpo Glorioso, para que mi luz os ilumine, mi Corazón
Inmaculado os recoja, mi amor maternal os sostenga para ser, en estos tiempos,
valientes testimonios de constancia frente a la Iglesia y a toda la humanidad.”
DONGO
(COMO), 8 DE SEPTIEMBRE DE 1989
Natividad de
la Bienaventurada Virgen María
La marca en la frente y en la mano
“Hoy es la
fiesta del nacimiento de vuestra Madre Celeste, hijos míos predilectos
consagrados a mi Corazón Inmaculado. Vividla en la alegría y en la paz, en el
silencio y en la oración, en la confianza y en el filial abandono. Vosotros
sois los pequeños niños de vuestra Madre Niña. Sois parte de mi progenie y pieza clave de mi designio victorioso. Formáis
una corona preciosa de pureza, de amor y de humildad en torno a la cuna en la
que Yo estoy recostada. Dejaos nutrir y formar por Mí; dejaos conducir con
docilidad por Mí; dejaos marcar por Mí con mi sello maternal. Éstos son los tiempos en que los seguidores
de aquél que se opone a Cristo son sellados con la marca en la frente y sobre
la mano. –La marca en la frente y en la mano es expresión de una total
dependencia de quien es marcado por este signo. El signo significa a aquél que
es enemigo de Cristo, es decir, el Anticristo, y su marca cuando es
impresa significa la completa pertenencia de la persona signada al ejército de
aquél que se opone a Cristo y lucha contra su Divino y Real Dominio.
La marca es
impresa en la frente y en la mano.
–La frente indica la inteligencia, porque la mente
es la sede de la razón humana.
–La mano expresa la actividad humana, porque es con
sus manos que el hombre actúa y trabaja.
Por lo
tanto, es la persona la que es marcada
con el sello del Anticristo en su inteligencia y en su voluntad. Quien permite ser señalado con la marca en la
frente es conducido a acoger la doctrina de la negación de Dios, del
rechazo de su Ley, del ateísmo, que en estos tiempos, es cada vez más difundido
y propagado. Y así, es impulsado a
seguir las ideologías hoy de moda y a hacerse propagador de todos los
errores. Quien permite ser señalado con
la marca en la mano es obligado a actuar de una manera autónoma e
independiente de Dios, ordenando la propia actividad a la búsqueda de bienes
solamente materiales y terrenos. De ese
modo sustrae su acción al designio del Padre, que quiere iluminarla y
sostenerla con su Divina Providencia; al amor del Hijo, que hace de la fatiga
humana un medio precioso para su misma redención y santificación; al poder del
Espíritu Santo que actúa por doquier para renovar interiormente a cada
criatura.
–Quien es marcado en la mano trabaja sólo para sí
mismo,
para acumular bienes materiales; hace del dinero su dios y acaba siendo víctima
del materialismo.
–Quien
es marcado en la mano obra solo para la satisfacción de los propios sentidos,
para buscar el bienestar y el placer, para dar plena satisfacción a todas sus
pasiones, especialmente a la de la impureza, y se hace víctima del hedonismo.
–Quien
es señalado con la marca en la mano hace de su propio yo el centro de todo su
obrar, mira a los demás como objetos para usar y explotar para provecho propio
y se hace víctima del egoísmo desenfrenado y de la falta de amor.
Si mi Adversario marca con su sello a todos sus secuaces, ha llegado el
tiempo en que también Yo, vuestra Celeste Capitana, marco con mi sello maternal a todos
aquellos que se han consagrado a mi Corazón Inmaculado y forman parte de mi
ejército.
Imprimo en vuestra frente mi sello son el Signo Santísimo de la Cruz de
mi Hijo Jesús.
Así abro la inteligencia humana para acoger su Divina Palabra, amarla, vivirla; os conduzco
a confiaros completamente a Jesús que os la ha revelado, y os transformo hoy en
valientes testimonios de fe. A los
signados en la frente con la marca blasfema, Yo contrapongo a mis hijos,
signados con la Cruz de Jesucristo. Después ordeno toda vuestra
actividad a la perfecta glorificación de la Santísima Trinidad. Por eso imprimo en vuestra mano mi sello
que es el signo del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Con el signo del Padre, vuestra
actividad humana es ordenada a una perfecta cooperación al designio de su Divina
Providencia, que también hoy sigue disponiendo todas las cosas para vuestro
bien. Con el signo del Hijo, cada una de vuestras acciones es injertada
profundamente en el misterio de su Divina Redención. Con el signo del Espíritu Santo, todo vuestro obrar se abre a su
poderosa fuerza de santificación, que sopla por todas partes como un fuego
potente, para renovar desde los fundamentos a todo el mundo. Hijos míos
predilectos, dejaos marcar todos, en la
frente y en la mano con mi sello maternal en este día en el que,
recogidos con amor en torno a mi cuna, celebráis la fiesta del Nacimiento
terreno de vuestra Madre Celestial.”
FÁTIMA
(PORTUGAL), 15 DE SEPTIEMBRE DE 1989
Fiesta de la
Virgen Dolorosa
Grande es mi
dolor
“Participad,
hijos predilectos de mi dolor.
Soy vuestra Madre Dolorosa
Mi Corazón
Inmaculado es traspasado por numerosas y dolorosas espinas. El dominio de mi Adversario se ha hecho cada
día mayor y su poder se expande en los corazones y en las almas.
Ya
ha descendido sobre el mundo una densa
tiniebla.
Es
la tiniebla del rechazo obstinado de
Dios.
Es
la tiniebla del pecado cometido,
justificado y ya no confesado.
Es
la tiniebla de la lujuria y de la
impureza.
Es
la tiniebla del egoísmo desenfrenado y
del odio, de la división y de la guerra.
Es
la tiniebla de la pérdida de la fe y de
la apostasía.
En el Cáliz
de mi Corazón Inmaculado Yo recojo, también hoy, todo el dolor de mi Hijo
Jesús, que revive místicamente las horas sangrientas de su agonía. Nuevo
Getsemaní es para Jesús ver hoy su Iglesia tan violada y desierta, donde la mayor parte de los Pastores duerme en la
indiferencia y en la tibieza, mientras otros repiten el gesto de Judas y le
traicionan por sed de poder y de dinero. Exulta el Dragón frente a la
vastedad de su conquista, con la ayuda de la bestia negra y de la bestia
semejante a un cordero, en estos vuestros días, en los que el diablo se ha
desencadenado contra vosotros, sabiendo que le queda poco tiempo.
Por
esto han llegado también los días de mi gran dolor.
–Grande
es mi dolor al ver a mi Hijo Jesús que
sigue vilipendiado y flagelado en su Palabra, rechazada por orgullo y
desgarrada por interpretaciones humanas y racionalistas.
–Grande
es mi dolor al contemplar a Jesús, realmente presente en la Eucaristía, cada vez más olvidado, abandonado, ofendido
y pisoteado.
–Grande
es mi dolor al ver a mi Iglesia
dividida, traicionada, despojada y crucificada.
–Grande
es mi dolor al ver a mi Papa que
sucumbe bajo el peso de una Cruz pesadísima, mientras se ve circundado
por la completa indiferencia de parte de Obispos, Sacerdotes y Fieles.
–Grande
es mi dolor por un número en constante
crecimiento de mis pobres hijos que recorren el camino del mal y del pecado,
del vicio y de la impureza, del egoísmo y del odio, con el gran peligro
de perderse eternamente en el infierno.
Entonces
hoy, os pido a vosotros, hijos consagrados a mi Corazón Inmaculado, todo lo que
en este mismo lugar, en mayo de 1917,
he pedido a mis tres pequeños niños Lucía, Jacinta y Francisco, a quienes me
aparecí.
–¿Queréis también vosotros ofreceros como víctimas
al Señor, sobre el altar de mi Corazón Inmaculado, por la salvación de todos
mis pobres hijos pecadores?
Si acogéis
esta mi invitación, deberéis hacer cuanto ahora os pido. Orad cada vez más, especialmente con el Santo
Rosario. Practicad con frecuencia horas de adoración y reparación Eucarística. Acoged
con amor todos los sufrimientos que el Señor os mande. Difundid sin miedo los
mensajes que Yo os doy, como Celestial profetisa de estos vuestros
últimos tiempos. ¡Si supierais el
castigo que os espera, si seguís cerrando las puertas de vuestros corazones a
la voz angustiada de vuestra Madre Celeste! Ya que el Corazón Divino de
mi Hijo Jesús ha confiado a mi Corazón Inmaculado la última y extrema tentativa
de conduciros a todos a la salvación.”
DONGO
(COMO), 13 DE OCTUBRE DE 1989
Aniversario
de la última aparición de Fátima
El Ángel del primer flagelo
“Recordad
hoy, mi última aparición ocurrida en
Fátima el 13 de octubre de 1917, confirmada por el milagro del sol. Mirad
cada vez más a la Mujer vestida del Sol, que tiene la misión de preparar a la
Iglesia y a la humanidad para la venida del Gran día del Señor. Los tiempos de la batalla decisiva han
llegado.
Ha descendido sobre el mundo la hora de la gran tribulación, porque los
Ángeles del Señor son enviados, con sus flagelos, para castigar la tierra.
Cuántas veces os he invitado a andar por el camino de la mortificación de los sentidos, del dominio
de las pasiones, de la modestia, del buen ejemplo, de la pureza y de la
santidad. Pero la humanidad no ha acogido mi invitación y ha seguido
desobedeciendo el sexto mandamiento de la Ley del Señor que prescribe no
cometer actos impuros. Al contrario, se
ha querido exaltar tales transgresiones y proponerlas como la conquista de un
valor humano y un modo nuevo de ejercitar la propia libertad personal. De
ese modo hoy se ha llegado a legitimar como buenos todos los pecados de
impureza. Se ha comenzado por corromper
la conciencia de los niños y de los jóvenes, llevándolos a la convicción
de que los actos impuros cometidos solos ya no son pecado. Que las relaciones
prematrimoniales en el noviazgo son lícitas y buenas; que las familias pueden
comportarse libremente y recurrir también a los medios para impedir los
nacimientos. Se ha llegado hasta la
justificación y la exaltación de los actos impuros contra natura,
incluso a proponer leyes que equiparan a la familia la convivencia de
homosexuales.
Nunca como hoy, la inmoralidad, la impureza, y la obscenidad son
continuamente propagadas a través de la prensa y de todos los medios de
comunicación social.
Sobre todo la televisión se ha convertido en el perverso instrumento de
un diario bombardeo de imágenes obscenas, dirigidas a corromper la pureza de la mente y del
corazón de todos. Los locales de diversión,
en particular el cine y las discotecas, se han vuelto lugares de pública
profanación de la propia dignidad humana y cristiana. Es el tiempo en el que el
Señor nuestro Dios es continua y públicamente ofendido con los pecados de la carne. Ya la Sagrada Escritura os ha advertido que quien peca por medio de la
carne, en la misma carne encuentra su justo castigo. Y así, ha llegado el tiempo en el que el Ángel del
primer flagelo pasa por el mundo, para que sea castigado según el querer
de Dios.
–El Ángel del primer flagelo inflige en la carne de
aquellos que se han dejado signar con la marca del monstruo en la frente y en
la mano y han adorado su imagen, una llaga dolorosa y maligna, que hace gritar
de desesperación a aquellos que han sido afectados por ella.
Esta llaga
representa los dolores físicos que hieren
el cuerpo a causa de enfermedades graves e incurables. La llaga dolorosa y
maligna es un flagelo para toda la humanidad, hoy tan pervertida, que ha
construido una civilización atea, materialista y hace de la búsqueda del placer
el fin supremo del vivir humano. Algunos
de mis pobres hijos han sido heridos por la misma, a causa de sus pecados
impuros y sus desórdenes morales y llevan sobre sí mismos el peso del
mal que han cometido. Otros, en cambio, son heridos aún siendo buenos e
inocentes: entonces su sufrimiento
sirve para la salvación de muchos malos, debido a la solidaridad que os
une a todos. –El primer flagelo son los
tumores malignos y toda clase de cáncer, contra el cual la ciencia nada
puede hacer a pesar de su progreso en todos los sectores; enfermedades que se
propagan cada vez más y hieren el cuerpo humano devastándolo con llagas
dolorosísimas y malignas. Hijos predilectos, pensad en la difusión de estas
enfermedades incurables en todas partes del mundo y en los millones de muertos
que ellas provocan.
–El primer flagelo es la nueva enfermedad del
S.I.D.A.,
que hiere sobre todo a mis pobres hijos víctimas de la droga, de los vicios y
de los pecados impuros contra natura.
En estos
tiempos en los que la humanidad es golpeada por este primer flagelo, vuestra
Madre Celeste quiere ser para todos ayuda, sostén, consuelo y esperanza. Por
eso os invito a andar por el camino del ayuno, de la mortificación y de la
penitencia.
–A los niños les pido que crezcan en la virtud de la pureza y
en este difícil camino sean ayudados por los padres y los educadores.
–A los jóvenes les pido que se formen en el dominio de las
pasiones con la oración y la vida de unión Conmigo, y que renuncien a ir a los
cines y a las discotecas donde está el grave y continuo peligro de ofender esta
virtud tan grata a mi Corazón Inmaculado.
–A los novios les pido que se abstengan de toda relación antes
del matrimonio.
–A las familias cristianas les pido que se
formen en el ejercicio de la castidad conyugal y no usen nunca medios
artificiales para impedir la vida, según la enseñanza de Cristo, que la Iglesia
también hoy propone con iluminada sabiduría.
¡Cuánto
deseo de los Sacerdotes la escrupulosa observancia
del celibato y de los Religiosos la práctica fiel y austera de su voto de
castidad! A mis pobres hijos
atacados por el primer flagelo de la llaga dolorosa y maligna, Yo me
presento como Madre Misericordiosa que alivia y consuela, que lleva a la
esperanza y a la paz. A ellos les pido que ofrezcan sus sufrimientos en
espíritu de reparación, de purificación y de santificación. Sobre todo para
ellos mi Corazón Inmaculado se vuelve el refugio más acogedor y el camino
seguro que los lleva al Dios de la salvación y de la alegría. En este mi celestial jardín todos serán
consolados y estimulados, mientras Yo misma me preocupo amorosamente de
dar alivio en el sufrimiento y, si está en la Voluntad del Señor, ofrecer el
don de la curación. Por lo tanto, en estos tiempos en que la humanidad es atacada
por el primer flagelo, os invito a todos a dirigir vuestra mirada a Mí, vuestra
Madre Celeste, para ser confortados y ayudados.”
DONGO
(COMO), 1 DE NOVIEMBRE DE 1989
Fiesta de
Todos los Santos
La nueva Jerusalén
“Hoy es la
fiesta de Todos los Santos y mañana recordáis a los que se han salvado pero que
aún se encuentran inmersos en los sufrimientos purificadores del Purgatorio. En
estos tiempos de la gran tribulación debéis vivir fuertemente la Comunión de
los Santos.
Soy
la Reina de todos los Santos.
Soy
la Capitana de un único ejército.
–Los Ángeles del Señor han recibido de Mí el
mandato de responder con fuerza y con energía a todas las insidias que el
Dragón, la bestia negra, la bestia semejante a un cordero y los espíritus
malignos, os tienden todos los días.
Qué grande es hoy su poder celestial, porque son enviados por Mí para contrarrestar la táctica de mi
Adversario, que es la de alejar a muchos pobres hijos míos de la adoración
debida a nuestro Dios, mediante la difusión cada vez mayor del culto satánico y
de las misas negras. A esta perversa y
blasfema acción de los demonios, los Ángeles responden con su perenne,
profundo e incesante acto de adoración y de glorificación al Señor.
–A los peligros que en estos tiempos os tienden los
malos,
tratando de esparcir en el camino por el que debéis andar obstáculos,
dificultades y astutas oposiciones, los Santos del Paraíso responden con su
poderosa asistencia e intercesión.
Las tramas ocultas y oscuras, que la Masonería urde contra vosotros, para haceros caer en sus
redes, son descubiertas y destruidas por los Santos, quienes hacen descender
desde el Paraíso una fuerte Luz que os envuelve, para perfumar de fe, de
esperanza, de amor, de pureza y de santidad toda vuestra existencia.
La comunión de vida con los Santos del Paraíso es el remedio que Yo os
doy contra los peligros engañosos y muy astutos que la bestia negra de la
Masonería hoy os tiende.
–Contra las dificultades, las burlas, las
marginaciones
que la bestia semejante a un cordero utiliza contra vosotros, mis hijos
predilectos, recurrid a una perenne comunión de oración con las almas santas
del Purgatorio.
Esta comunión de oración con las almas purgantes da a ellas la luz y el alivio
de abreviar el tiempo de su purificación y os concede a vosotros la seguridad y
el valor para realizar en vuestra vida mi designio, que es el de ayudaros a
cumplir en todo momento la Divina Voluntad del Señor. Hoy os contemplo con
alegría, reunidos juntos en el
celestial jardín de mi Corazón Inmaculado, viviendo esta estupenda
realidad de la Comunión de los Santos, que os une, os ayuda, os compromete a
todos a combatir por el pleno triunfo de Cristo, con el advenimiento en el
mundo de su glorioso reino de amor, de santidad, de justicia y de paz. De ese
modo vosotros ya estáis contribuyendo a
edificar la Nueva Jerusalén, la Ciudad Santa, que debe descender del
Cielo como una esposa adornada para su esposo y formáis la morada de Dios entre
los hombres, para que todos lleguen a formar parte de su pueblo, donde cada
lágrima será enjugada de sus ojos y allí no habrá más muerte, ni luto, ni
lamentos, ni afanes, porque las cosas de antes habrán pasado.”
RUBBIO
(VICENZA), 8 DE DICIEMBRE DE 1989
Fiesta de la
Inmaculada Concepción
Una corona de doce estrellas
“Hijos
predilectos, contemplad hoy el candor inmaculado de vuestra Madre Celeste.
Soy la Inmaculada Concepción.
Soy
la única criatura exenta de toda mancha de pecado incluso del original.
Soy toda hermosa: Tota Pulchra.
Dejaos
envolver en mi manto de belleza, para que también vosotros seáis iluminados con
mi candor de Cielo, con mi Luz Inmaculada. Soy toda hermosa por ser llamada a ser la Madre del Hijo de Dios y
a formar el virginal vástago del que debe surgir la Flor Divina. Por eso mi
designio se inserta en el misterio mismo de vuestra salvación. Al principio soy anunciada como la enemiga de
satanás, la que obtendrá sobre él la completa victoria.
“Pondré
enemistades entre ti y la Mujer, entre tu descendencia y la suya; Ella te
aplastará la cabeza, mientras tú tratarás de morder su talón”.
Al final soy vista como la Mujer vestida del Sol, que tiene la misión de
combatir contra el Dragón Rojo y su poderoso ejército, para vencerlo, ligarlo y
arrojarlo a su reino de muerte, para que en el mundo pueda reinar solamente
Cristo. Heme aquí entonces presentada por la Sagrada Escritura con el fulgor de
mi maternal realeza: “y apareció en el Cielo
otra señal: una Mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona
de doce estrellas sobre su cabeza”.
En torno a
mi cabeza hay, pues, una corona de doce
estrellas. La corona es el signo de la realeza. La misma está compuesta por doce estrellas, porque se
convierte en el símbolo de mi materna y
real presencia en el corazón mismo del pueblo de Dios. Las doce estrellas
indican las doce tribus de Israel, que componen el pueblo elegido,
escogido y llamado por el Señor para preparar la venida al mundo del Hijo de
Dios y del Redentor. Puesto que Yo soy llamada a ser la Madre del Mesías, mi designio es el de ser el cumplimiento de
las promesas, el brote virginal, el honor y la gloria de todo el pueblo
de Israel. En efecto, la Iglesia me exalta con estas palabras: “Tú eres la gloria de Jerusalén; Tú eres la alegría de
Israel; Tú eres el honor de nuestro pueblo”.
Por eso las tribus de Israel forman doce piedras preciosas de la diadema
que circunda mi cabeza, para indicar la función de mi materna realeza. Las doce estrellas significan también los doce Apóstoles que son
el fundamento sobre el cual Cristo ha fundado su Iglesia. Me he encontrado a
menudo con ellos, para estimularlos a seguir y a creer en Jesús durante los
tres años de su pública misión. En su
lugar, Yo estuve bajo la Cruz, junto con Juan, en el momento de la
crucifixión, de la agonía y de la muerte de mi Hijo Jesús. Con ellos he participado de la alegría de su
resurrección; junto a ellos, recogidos en oración, he asistido al
momento glorioso de Pentecostés. Durante
mi existencia terrena he permanecido junto a ellos con mi oración y mi
presencia maternal para ayudarlos, formarlos, alentarlos e impulsarlos a beber
el cáliz que había sido preparado para ellos por el Padre Celestial.
Soy así Madre y Reina de los Apóstoles que, en torno a
mi cabeza, forman doce estrellas luminosas de mi materna realeza.
Soy Madre y Reina de toda la Iglesia.
Las doce estrellas significan además una nueva realidad.
El Apocalipsis, en efecto, me ve como un gran signo en el cielo: La
Mujer vestida del Sol, que combate al Dragón y a su poderoso ejército del mal.
Entonces, las estrellas en torno a mi cabeza indican a aquellos
que se consagran a mi Corazón Inmaculado, forman parte de mi ejército
victorioso, se dejan guiar por Mí para combatir esta batalla y para obtener al
final nuestra mayor victoria. Así, todos mis predilectos y los hijos
consagrados a mi Corazón Inmaculado, llamados
a ser hoy los apóstoles de los últimos tiempos, son las estrellas más luminosas
de mi real corona.
Las doce estrellas, que forman la luminosa corona de mi materna realeza,
están constituidas por las doce tribus de Israel, por los Apóstoles y por los
Apóstoles de estos vuestros últimos tiempos.
Entonces, en
la fiesta de mi Inmaculada Concepción, os
llamo a todos vosotros a formar parte preciosa de mi corona y volveros
las estrellas brillantes que difunden, por todas las partes del mundo, la luz,
la gracia, la santidad, la belleza y la gloria de vuestra Madre Celeste.”
DONGO
(COMO), 24 DE DICIEMBRE DE 1989
Noche Buena
El tiempo se ha cumplido
“Hijos
predilectos, vivid Conmigo en acto de oración incesante y de profundo
recogimiento, estas horas de la Noche Santa. El tiempo se ha cumplido. Desde cientos de años se ha venido esperando
este acontecimiento: voces de profetas y de enviados de Dios habían
tenido encendida la antorcha de la esperanza y de la espera. El curso del
tiempo y de la historia confluían ambos hacia este extraordinario momento.
En
esta Noche Santa todo tiene su cumplimiento.
Yo, Virgen y Madre, doy a luz a mi Hijo Divino: mi castísimo esposo José está
junto a Mí y lleva en su persona la presencia de todos los pobres de Israel; la
Gruta rústica se vuelve regia por el Hijo de David, llamado a sentarse sobre su
trono real; los pastores acuden para ofrecer el homenaje de los sencillos y de
los pobres de espíritu; el coro de los ángeles canta y trae la luz inocente de
los niños, de los pequeños, de los puros de corazón. Con qué inefable amor y delicada ternura, Yo deposito sobre el
pobre pesebre a mi Hijo divino, el Primogénito del nuevo pueblo de Israel, el
Unigénito Hijo del Padre, el Mesías prometido y esperado desde siglos. En esta Noche Santa las profecías se
realizan, todo tiene su perfecto cumplimiento. El tiempo se ha cumplido.
Vivid con amor, con confianza y con gran esperanza esta Navidad. Es la Navidad
de 1989.
Es la Navidad de un año que ha sido muy importante.
Vividlo Conmigo, Madre que cada día os engendra aquella vida que
mi Niño os ha dado con su venida entre vosotros.
Vividlo con mi esposo José, en acto de
humilde y dócil colaboración al designio de vuestro Padre Celestial.
Vividlo con los pastores que acuden festivos, con la alegría
de ser vosotros también testimonios del anuncio, que aún hoy sigue proclamando
la paz y la salvación a todos los hombres.
Vividlo con los pequeños, los sencillos,
los pobres, que hacen de trono real al dominio de mi Hijo Jesús.
Vividlo con los ángeles que cantan
armonías divinas y ofrecen el amor a esta pobre tierra, que nunca estuvo tan
amenazada y golpeada.
Vivid
en espíritu de alegría profunda esta vuestra Navidad.
Puesto que
el tiempo se ha cumplido. Ya entráis en
los acontecimientos que os preparan para su segunda Navidad. Os aproximáis al
momento del glorioso retorno de Cristo. No so dejéis, pues, apoderar por
el temor, ni por la tristeza, ni por una vana curiosidad, ni por inútiles
afanes. Vivid con la simplicidad de los
pequeños, todos los momentos de este nuevo Adviento en mi Corazón
Inmaculado y poned empeño en actuar con rapidez para abrir de par en par las
puertas de los hombres y de los pueblos al Cristo que viene. Y abrid el corazón a la esperanza para
acoger con alegría el anuncio que hoy os doy: se está cumpliendo el tiempo de
su glorioso retorno.”
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