Si
has tenido la expectativa de que la vida en la Tierra es un lecho de rosas
seguramente has cambiado de opinión rápidamente, porque:
– has sufrido innumerables problemas con otras personas,
– has hecho cosas irreflexivas que te llevaron a grandes problemas,
– te has encontrado inmerso en situaciones en que no sabes por qué
otros te atacan.
Si reflexionas sin prejuicio, pronto llegarás a la conclusión que:
–uno a veces ha actuado fuera de control, y otros también, incluso todo
el tiempo actúan así,
–como si existiera una fuerza extraña que algunas veces lleva a las
personas a hacer cosas perjudiciales para ella misma y para otros.
Esa conclusión es correcta, porque desde los primeros humanos las
civilizaciones han creído en fuerzas externas que influyen sobre nosotros.
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Que no se pueden ver pero están allí; están fuera de nuestro campo sensorial.
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Que no se pueden ver pero están allí; están fuera de nuestro campo sensorial.
Los problemas que experimentamos en nuestro pasaje por la Tierra son una
faceta del impacto de esas fuerzas externas operando sobre nosotros.
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Son expresiones de una guerra entre espíritus, y debemos aprender a batallar en ese ámbito para no quedar dominados por fuerzas oscuras.
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Son expresiones de una guerra entre espíritus, y debemos aprender a batallar en ese ámbito para no quedar dominados por fuerzas oscuras.
Esa es la base de esta catequesis en 10 pasos.
1 – DEBES ENTENDER CLARAMENTE QUE EL DEMONIO EXISTE
Algunos cristianos niegan la existencia de demonios, incluyendo a
satanás, como ángeles caídos, seres personales reales (que tiene una mente y
voluntad, pero sin cuerpo) que quieren vernos finalmente con ellos en el infierno.
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Tales cristianos creen que el mal – o, al menos, el mal moral – es exclusivamente resultado de las intenciones y las actividades humanas.
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Tales cristianos creen que el mal – o, al menos, el mal moral – es exclusivamente resultado de las intenciones y las actividades humanas.
Es razonable suponer que, para los cristianos, la enseñanza de
Jesucristo debe ser aceptada como verdadera y su ejemplo como normativa. Si no, ¿por qué más podemos llamarnos a
nosotros mismos “cristianos”? Los cuatro evangelios bíblicos dejan muy
claro que Jesús afirmó la existencia de satanás. Nos advirtió acerca de su
interferencia en nuestras vidas – él es “el
príncipe de este mundo” (Juan 12
: 31), “un mentiroso y padre de la mentira” (Juan 8:44), y más – y estuvo en combate directo
con los poderes demoníacos. Los cuentos
de sus exorcismos son demasiado numerosos y demasiado centrales en su
ministerio, como para ignorarlos – por no mencionar el encuentro de
Jesús con el mismo diablo en el desierto (Lucas 4: 1-13). Los cristianos deben tomar estos cuentos en
serio. Algunos podrían tratar de interpretarlos como nada más que
encuentros con personas mental o físicamente enfermas. Pero si ese es el caso,
entonces Jesús ignoraba condición real de las víctimas y se equivocó sobre la
existencia de los espíritus inmundos. Pero para un cristiano creyente, ¿cómo
puede ser posible esta opción? ¿El
divino Hijo de Dios, por quien fueron creadas todas las cosas, era ignorante y
equivocado en algo tan importante para su ministerio y misión sobre la raza
humana? En el caso de la tentación del demonio luego de los 40 días de
ayuno ¿él confundió un diálogo interno consigo mismo con una conversación con
un demonio en el desierto? ¿Jesús estaba tratando de hacer un diagnóstico
erróneo deliberadamente de estas enfermedades de acuerdo al espíritu de
la época, en lugar de corregir las ideas (que eran peligrosas si es cierto) y
explicar que eran enfermedades y que los demonios no existen realmente? ¿Cómo podrían los cristianos afirmar que el
santo Hijo de Dios se involucraría en un engaño de ese tipo? Al menos en una
ocasión, Jesús echó una enfermedad mental de un hombre en una piara de cerdos
(Mateo 8: 28-34). Esta proposición es absurda, y nos pone frente a una opción
más, los relatos de los Evangelios son históricamente poco fiables. Jesús nunca
enseñó o hizo estas cosas. Una vez más,
para el cristiano, esta opción en insostenible. Si estos cuentos
canónicos de la vida de Jesús no son confiables sobre un asunto tan importante
para su ministerio, misión, e incluso la identidad (los demonios le llaman el “Hijo de Dios”. Por lo que tuvieron que someterse
a su autoridad; véase Mateo 8:29). Entonces ¿por qué aceptar el testimonio de
estos libros sobre cualquier otra cosa que dijo o hizo? Además de los relatos de los Evangelios, la Biblia afirma en muchos
lugares, la existencia de los demonios y sus intenciones maliciosas hacia
nosotros. Para los católicos, la tradición de autoridad de la Iglesia ha
seguido afirmando esa enseñanza desde el comienzo, y la historia de la Iglesia
está llena de innumerables ejemplos de exorcismos y otros encuentros con los
poderes demoníacos. Por todas estas
razones, entonces es crucial para los cristianos estar preparados para entender
y derrotar a satanás. Simplemente no es una opción hacer otra cosa.
2 – NO DEBES DUDAR PARA PODER IDENTIFICAR DONDE
ESTAN LAS FUERZAS OSCURAS Y CÓMO ACTÚAN
Pongamos a un lado por un momento el testimonio coherente y persistente
de las Escrituras y la tradición cristiana. Considera la masiva evidencia acumulada que confirma el testimonio.
A lo largo de toda la historia, pueblos de muy diferentes culturas de
todo el mundo han afirmado la realidad de los espíritus malignos.
Muchos de nuestros contemporáneos, que para cualquier estándar razonable son inteligentes y en su sano
juicio, han dado testimonio de encuentros con los poderes demoníacos. El reciente caso de posesión demoníaca en Indiana,
ampliamente publicitado, ofrece sólo un ejemplo. Ver aquí,
aquí
y aquí.
Se observaron, fenómenos sobrenaturales extraordinarios y reportados por
testigos objetivos, perfectamente cuerdos. En este caso, no sólo miembros de la
familia, sino personal médico y de orden público que no habían tenido
experiencias previas de ese tipo, o incluso interés en este tipo de fenómenos. Ellos fueron testigos de algunos de los
fenómenos clásicos asociados con la posesión demoníaca (y la infestación de una
casa) que no tenía ninguna explicación meramente natural. Simplemente no
podemos descartar tales testimonios como alucinaciones masivas o engaños. Sin
duda, algunos tipos de enfermedades
físicas y mentales se han atribuido erróneamente a los demonios, hoy
como en el pasado. Tampoco podemos negar que las supersticiones y leyendas
sobre los malos espíritus abundan. Pero estas ideas equivocadas sobre el diablo en sí mismas no demuestran que no
exista, al igual que las creencias ancestrales sobre una Tierra plana no
prueban que nuestro planeta no sea plano. Los escépticos pueden exigir
evidencia “científica”. Pero, ¿qué tipo de
pruebas pertinentes serían los científicos capaces de medir? Los demonios no tienen cuerpos físicos, y no
son humanos. No podemos ponerlos en tubos de ensayo o someterlos al
psicoanálisis. Lo que los científicos pueden hacer es observar los
efectos de los demonios en el mundo físico o en el comportamiento humano. Pero
la mentalidad que prevalece entre los científicos es buscar otras explicaciones
para estos fenómenos, incluso cuando esas explicaciones sean totalmente
insuficientes.
3 – DEBES PREPARARTE PARA ENTENDER CUAL ES LA RAZÓN
POR LA QUE DIOS PERMITE SU ACCIONAR
La gente suele preguntar: Si Dios es infinitamente más poderoso que el
diablo, ¿por qué Dios no le impidió hacer tanto mal en el planeta tierra? Podríamos hacer una pregunta similar
acerca de por qué Dios no impide que los seres humanos cometan los actos
malvados que oímos en las noticias casi todos los días. La continua presencia del mal en el mundo se encuentra en un nivel de
misterio que no podemos resolver totalmente en esta vida.
Aun así, si Dios es en verdad lo suficientemente potente, puede incluso
permitir el mayor mal para un bien mucho mayor.
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Entonces Él está justificado al permitir el mal, porque Él hace un bien mayor por amor a nosotros.
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Entonces Él está justificado al permitir el mal, porque Él hace un bien mayor por amor a nosotros.
El ejemplo clásico de esta verdad es la crucifixión de Jesucristo. El Evangelio nos dice que
cuando “Satanás entró en Judas”, éste salió a traicionar a Jesús (ver Lucas 22:
3-4). Por la instigación del diablo, entonces, vino el peor de los males
imaginables: la brutal tortura y ejecución del completamente inocente de Hijo
Dios. Sin embargo, la gloria de la tumba vacía arrojó una nueva luz sobre el
horror de la cruz. Los planes del diablo fueron derrocados. La resurrección de Jesús demostró de manera
concluyente a todos – los demonios incluidos – que del mayor de los males, Dios
puede traer un bien mayor: la salvación del mundo.
Al mismo tiempo, no podemos olvidar que nuestros días sobre la tierra
son un tiempo de prueba, purificación, enderezamiento, fortalecimiento.
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La intención de Dios, si vamos a cooperar, es hacernos capaces de soportar el peso exquisito de la gloria que le espera a sus amigos en el cielo (ver 2 Corintios 4:17).
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La intención de Dios, si vamos a cooperar, es hacernos capaces de soportar el peso exquisito de la gloria que le espera a sus amigos en el cielo (ver 2 Corintios 4:17).
¿Así que mejor herramientas puede haber para su propósito que los
demonios – que constantemente nos ponen a prueba por tentarnos -, para que
llegamos a ser más puros, más fuertes y más rectos cada vez que nos resistimos
a la tentación? En este sentido, podríamos decir, citando a San Agustín, “como artista, Dios hace uso
incluso del diablo.”
4 – ESTO NO ES UN CONFLICTO MENOR SINO UNA
VERDADERA GUERRA
No importa quién eres, tienes un enemigo mortal que quiere destruirte,
no sólo en esta vida, sino para la siguiente. No importa dónde vivas en este planeta, vives en un campo de batalla muy
reñido, y no se puede escapar del
conflicto. Es una guerra espiritual con consecuencias cruciales en tu
vida cotidiana. Y el resultado de
esa guerra determinará tu destino eterno. Si esto es cierto, entonces ¿por qué no estamos hablando más sobre él?
El mundo moderno está cegado en gran parte a estas realidades por su
orgullo.
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Nos vemos como mucho más “iluminados” que nuestros antepasados que creían tales cosas.
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Confundimos los avances en el conocimiento y la técnica con los avances en la sabiduría.
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Nos vemos como mucho más “iluminados” que nuestros antepasados que creían tales cosas.
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Confundimos los avances en el conocimiento y la técnica con los avances en la sabiduría.
En particular, nuestros avances científicos, que en sí mismos son
maravillosos, han llevado a muchos a una especie de cientifismo ingenuo y
narcisista, que pone toda su fe en la ciencia humana, por poco entendida de
otros fenómenos que sea. Suponemos que
la ciencia es capaz de analizar y comprender todo lo que existe, a pesar
de que hay algunas realidades que simplemente no puede detectar, observar, o
medir. De hecho, nos olvidamos de que, incluso con respecto a la realidad con
que la ciencia puede trabajar, el conocimiento científico sigue creciendo y
cambiando, refinándose. Las teorías son desafiadas y reemplazadas. Los
paradigmas cambian. Las fronteras se expanden. Además, nuestra lógica en estos asuntos es a menudo
defectuosa. Debido a que algunos casos de epilepsia o trastorno de
personalidad múltiple, por ejemplo, eran en el pasado erróneamente atribuido a
los demonios, concluyen que no deben de existir los demonios en absoluto. Mientras
tanto, el diablo se aprovecha de la
situación (y probablemente ayudó a inspirarla) porque le permite una estrategia
de sigilo: los que niegan su existencia son una presa fácil. Hay todavía otra
razón importante por la que muchos de nosotros no reconocen el trabajo
del enemigo. El tipo de fenómenos extraordinarios que a Hollywood le encanta (la
posesión demoníaca, la opresión, la obsesión y la infestación) es sólo una
parte de su actividad, y no tan común. Su
actividad más común en la vida de la mayoría de la gente es extremadamente
sutil, aunque eficaz. Podemos resumirlo en una sola palabra: tentación. En
su actividad ordinaria, los demonios introducen en nuestras mentes diferentes
pensamientos que nos pueden llevar al mal. Dudas acerca de Dios y de su bondad, engaños, acusaciones, tentaciones,
provocaciones, y más. Los demonios no tienen cuerpo, pero nos pueden
comunicarnos estos pensamientos directamente. Esto significa que es posible que tengamos problemas para
discernir los pensamientos que nos vienen desde el exterior y confundirlos
como propios. Una vez más, una estrategia de sigilo.
5 – ES UN ACTO DE MISERICORDIA ALERTAR A OTROS CÓMO
ACTÚA EL DEMONIO, ASÍ SE DEFIENDEN
El Diablo es indescriptiblemente el mal, y sus intenciones para nosotros son las más horribles que podamos
imaginar.
Advertir sobre sus intenciones y su actividad, entonces, es un acto de
gran misericordia.
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Es el corazón mismo de la proclamación cristiana: “El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del diablo” (1 Juan 3: 8).
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Guardar silencio sobre este combate espiritual sería un fracaso para nuestra misericordia.
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Es el corazón mismo de la proclamación cristiana: “El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del diablo” (1 Juan 3: 8).
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Guardar silencio sobre este combate espiritual sería un fracaso para nuestra misericordia.
Para algunos hablar sobre la existencia o relevancia del diablo en la vida cotidiana, y las
advertencias acerca de él, podría ser desconcertante y desagradable. Pero para aquellos que reconocen que están
sufriendo ataques del diablo, nada podría ser más acogedor que una
Iglesia que diga: “Nuestro Señor ha vencido a tu
enemigo mortal. Queremos ayudarte a hacer tu propia victoria”. Pero
también hay gente que busca un demonio
bajo cada arbusto y eso es una obsesión maligna también. La guerra es real, y podemos ver las
bajas en todas partes. La Escritura nos
advierte repetidamente sobre la batalla por nuestras almas. Teniendo en
cuenta lo poco que se dice de que hoy en día, sería negligente no levantar la
voz.
6 – EL DIABLO SE APROVECHA DE NUESTROS PROBLEMAS
La Escritura habla de nuestras batallas en curso con el mundo, la carne
y el diablo (ver Santiago 4: 1-7).
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Aunque es cierto que a veces nuestras luchas con la carne y el mundo no son provocadas directamente por la interferencia del diablo, él se aprovecha de esas luchas.
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Y busca a través de ellas establecer una presencia más fuerte en nuestras vidas.
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Puede ocurrir de muchas maneras.
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Aunque es cierto que a veces nuestras luchas con la carne y el mundo no son provocadas directamente por la interferencia del diablo, él se aprovecha de esas luchas.
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Y busca a través de ellas establecer una presencia más fuerte en nuestras vidas.
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Puede ocurrir de muchas maneras.
Consideremos,
por ejemplo, un joven cuyas hormonas
están en su apogeo (la carne). Visita a lo que él piensa un sitio web
inocuo, que le permite haces dinero a través de enlaces publicitarios a sitios
pornográficos (el mundo). Vacila, sintiendo la presión de esas dos fuerzas. Entonces el enemigo, aprovechando la
situación, habla directamente en su mente para debilitar su resolución,
con pensamientos que parecen ser propios suyos: ¿Por qué no? No me
hará daño. Todo el mundo lo hace. Y sigue adelante. Y uno de los grandes problemas es la desesperación que por supuesto es la
pérdida de la esperanza. Si queremos entender y superar nuestra
desesperación, debemos preguntarnos dos cosas: ¿Qué es lo que
esperamos? ¿En quién ponemos nuestra esperanza? La pérdida generalizada de
esperanza en nuestra cultura es el resultado inevitable de nuestra
secularización. Nos hemos alejado de una
esperanza de vida eterna a una esperanza de prosperidad y seguridad en esta
vida. Y nos hemos alejado de una animada confianza en Dios a una
arrogante confianza en nosotros mismos. Y si, para la obtención de tales bienes, ponemos nuestra esperanza principal
en nuestra economía, nuestro gobierno, nuestro poderío militar. O cualquier
otra institución meramente humana o en nuestro esfuerzo, tarde o temprano vamos
a estar desilusionados. En un momento tan aterrador como el nuestro, tal
desilusión lleva rápidamente a la desesperación paralizante. A menudo dicen los
cristianos, “no sé lo que depara el futuro, pero
sé quién nos depara el futuro.” Si queremos ver un renacimiento de la esperanza, debemos tener un
avivamiento de la fe en el Dios que solo es digno de nuestra esperanza. Y
que lo que busquemos de Él por encima de todo debe ser la vida eterna, no las
mercancías frágiles de esta vida fugaz. Cualquier cosa menos ésta
finalmente nos conduce a la desesperación.
7 – DEBEMOS APRENDER A CALZARNOS LA ARMADURA CONTRA
EL DEMONIO
San Pablo exhorta a los cristianos a ponernos “toda la armadura de Dios,
para que seáis capaces de estar firmes contra las asechanzas del diablo” (Efesios 6:11).
En este pasaje de la Biblia y otros, especifica ciertas virtudes fe, esperanza,
amor, como parte de esa armadura.
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Entonces tiene sentido hablar de las virtudes como la armadura defensiva.
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Los que tienen un carácter virtuoso no son tan vulnerables a los asaltos del enemigo a través de la tentación.
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Entonces tiene sentido hablar de las virtudes como la armadura defensiva.
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Los que tienen un carácter virtuoso no son tan vulnerables a los asaltos del enemigo a través de la tentación.
Si yo soy generoso en lugar de codicioso, la tentación de robar no tendrá mucho poder sobre mí. Si soy un amante
de la verdad, no voy a ser tan propenso a ceder a la tentación de mentir o
engañar. Y así sucesivamente con todas las virtudes. La humildad es la virtud esencial que proporciona el terreno en el que
crecen todas las demás virtudes. San Pablo nos dice que a través de la
humildad de Cristo, el diablo fue derrotado (ver Filipenses 2: 3-11). Y
nosotros, también, debemos humillarnos si Dios está con nosotros para exaltar
su victoria (ver Santiago 4:10).Cuando
San Pedro nos exhorta a “vestir
[nosotros]. . . con humildad hacia los demás”, él nos advierte que esta armadura es necesaria
porque nuestro “adversario el diablo, ronda como
león rugiente, buscando a quien devorar” (1 Pedro 5: 5, 8). La humildad nos impide los peligrosos “lugares altos” en el que el enemigo nos podría
tentar con el orgullo, y la destrucción que inevitablemente sigue al orgullo
(ver Proverbios 16:18). San Antonio el
Grande fue un pionero entre los antiguos padres y madres del desierto,
un campeón en la lucha espiritual que sufrió terribles ataques demoníacos.
En
una ocasión, informó de una visión.
“Vi todas las trampas del diablo
puestas sobre la tierra”, recordó, “y yo gemía y le dije: ¿Cómo crees que
se puede pasar a través de ellas? Y oí una voz que decía: la humildad”
Otra historia de los antiguos monjes cristianos del desierto dice como un demonio, bajo la
apariencia de un buen “ángel de luz” (2 Corintios 11:14), un día se apareció a un
monje.
Anunció: “¡Yo soy el ángel Gabriel, y he sido enviado a ti!”.
Su
estrategia, por supuesto, fue atraer al hombre con el orgullo y la vanidad.
Pero el monje respondió: “Tú debes haber
sido enviado a otra persona. Yo no soy digno de que un ángel me visite”.
Así que el demonio se desvaneció. La humildad del monje le había
protegido de morder el anzuelo. ¿Cómo crecemos en humildad? Es una gracia
que debemos pedir a Dios. En realidad hay unas “tradicionales Letanías de la
Humildad” que podemos orar, y que especifican algunas de las
ocasiones en que podemos demostrar la virtud mediante la cooperación con su
gracia. Cuando pedimos el don de la humildad, en realidad estamos pidiendo a
Dios que nos envíe situaciones en que nos humille. Pero también el diablo pretende desbaratar y destruir la
obra de Cristo a través de la Cruz, que resultó ser el instrumento de su propia
derrota. A través de la Cruz, no fue sólo conquistado sino que fue
humillado. Así que él y sus orgullosos aliados tienen una fuerte aversión a
cualquier representación de la cruz de Cristo. Pero lo más importante, el signo de la cruz es lo que la tradición
católica llama a un sacramental.
Los
sacramentales son “signos sagrados
que. . . expresan efectos, sobre todo de carácter espiritual,
que se obtienen a través de la intercesión de la Iglesia” (Catecismo
de la Iglesia Católica, 1667). Hay
un poder notable en la oración de la Iglesia, y ese poder se puede hacer
accesible a nosotros a través de la señal de la cruz y otros sacramentales,
como el agua bendita, un crucifijo bendecido, o una medalla de San Benito
bendita. Hay efectos notables de estos sacramentales en los encuentros
con los poderes demoníacos.
8 – LA CONFESIÓN Y LOS ÁNGELES SON BUENOS AUXILIOS
Cada vez que pecamos, el diablo refuerza su control sobre nosotros.
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A través de la confesión, soltamos el agarre y nos liberamos de su control.
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No solo recibimos el perdón de los pecados del pasado, sino que recibimos la gracia de resistir la tentación que vendrá.
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A través de la confesión, soltamos el agarre y nos liberamos de su control.
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No solo recibimos el perdón de los pecados del pasado, sino que recibimos la gracia de resistir la tentación que vendrá.
La Escritura habla del perdón de los pecados a través de la confesión como
una curación del alma: “Confesaos vuestras
ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados” (Santiago 5:16). Es por eso que podemos ver este poderoso sacramento como una
especie de hospital de campaña para los soldados que han sido heridos por el
pecado en la batalla espiritual. Pero también tenemos aliados que son los ángeles buenos que están involucrados en la
lucha contra el demonio, y a quienes podemos recurrir. En el Antiguo Testamento,
encontramos a los ángeles de Dios que luchan por su pueblo en la visión
profética de Daniel (Daniel 10: 12-14, 20-21). En el Nuevo Testamento, la
visión de San Juan en el libro del Apocalipsis habla de la guerra espiritual
que se produjo cuando satanás (representado como el Dragón) y sus aliados se
rebelaron contra Dios. Los buenos ángeles lucharon contra estos ángeles caídos
y los expulsaron del cielo, pero los ángeles caídos todavía están ocupados en
la guerra contra los seres humanos. Así que por designio de Dios, necesitamos la ayuda de los ángeles buenos para
repeler y superarlos (véase Apocalipsis 12: 7-12). En las descripciones del combate celestial en
ambos Testamentos, un ángel se destaca como un líder de las huestes
angélicas: San Miguel Arcángel. (“Arcángel” significa
“primero” o “principal”
ángel.) En Daniel, al ángel Miguel le llama “uno
de los principales príncipes” de los guerreros angelicales (Daniel
10:13). Miguel también se menciona en el libro de Judas, como que
contendía con el diablo (Judas 9). A partir de estos conocimientos bíblicos, la
tradición cristiana ha venerado a San Miguel y honrado su papel como el gran
guerrero espiritual luchando por la Iglesia. Desde los primeros tiempos los cristianos han pedido su ayuda y la de los
ángeles que comanda mientras todavía estamos en la batalla con el dragón.
9 – NO DEBEMOS CORRER RIESGOS INVITANDO A ENTRAR AL
ENEMIGO
Los habitantes de la antigua Troya hicieron eso precisamente cuando hicieron entrar al caballo de Troya,
lleno de soldados enemigos ocultos, en su ciudad. Por supuesto, lo hicieron sin
darse cuenta, porque habían sido engañados.
Satanás tiene una gran cantidad de caballos de Troya.
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Por ejemplo, cuando las personas se meten en prácticas ocultas, por cualquier razón – en busca de aumentar su poder personal, dando rienda suelta a su curiosidad, buscando entretenimiento – puede abrir las puertas en el mundo de los demonios.
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Esto es confirmado por los exorcistas. Además, algunos exorcistas testifican que el abuso de sustancias, el pecado sexual grave, la pornografía y los abortos pueden abrir a la gente a la influencia demoníaca.
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Por ejemplo, cuando las personas se meten en prácticas ocultas, por cualquier razón – en busca de aumentar su poder personal, dando rienda suelta a su curiosidad, buscando entretenimiento – puede abrir las puertas en el mundo de los demonios.
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Esto es confirmado por los exorcistas. Además, algunos exorcistas testifican que el abuso de sustancias, el pecado sexual grave, la pornografía y los abortos pueden abrir a la gente a la influencia demoníaca.
Aquellos que piensan que hoy nadie todavía juguetea con la ouija debe tener en cuenta la
película sobre la Ouija, que salió a finales de octubre de 2014, según los
informes, contribuyó a un repunte de ventas del 300 por ciento de Ouijas
durante la temporada de compras de Navidad. Los que llegan a la conclusión de
que los movimientos de la tablita son simplemente al azar o una respuesta “ideomotora” deben hablar con la gente cuyas
experiencias aterradoras sugieren fuertemente lo contrario. Ellos deben consultar a exorcistas sobre su trabajo
con “jugadores de Ouija” que abrieron
puertas que nunca debieron haber sido abierto. ¿Por qué correr el riesgo?
10 – HAY QUE INVOCAR SIEMPRE LA AUTORIDAD DE DIOS
Para ser eficaz, el exorcismo requiere una cierta autoridad dada por
Dios por parte del ministro.
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De lo contrario, los resultados pueden ser desastrosos.
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De lo contrario, los resultados pueden ser desastrosos.
Podemos ver este peligro caracterizada por un incidente registrado en el Libro de los Hechos,
cuando un grupo de hombres intentó realizar un exorcismo sin estar autorizados
por Jesús o uno de sus apóstoles. Terminaron huyendo de la escena, “desnudos y heridos” (ver Hechos 19: 13-16). Los católicos creen que en última
instancia, la autoridad para superar los demonios viene de Jesucristo, que como
el divino Hijo de Dios, demostró su poder sobre ellos, los derrotó
decisivamente en la cruz, y luego delegó esta facultad a sus apóstoles. Ellos a
su vez delegan esta autoridad a sus sucesores, los obispos, por lo que los
obispos deben autorizar a ciertos sacerdotes como exorcistas. La negociación
efectiva con los poderes demoníacos también requiere conocimiento y formación. Los
representantes de la Iglesia que quieren ayudar a aquellos que buscan el
exorcismo agotan cualquier otra
posibilidad primero, como consultar con profesionales médicos para descartar
causas puramente físicas o mentales. Además, los nuevos exorcistas están mejor entrenados
por exorcistas experimentados que poseen una especie de “inteligencia espiritual”, adquirida
por una larga experiencia, lo que es necesario para hacer frente a los
espíritus inmundos – que son, por supuesto, no sólo peligrosos, sino sumamente
astutos. Ese tipo de formación no viene a través de un libro solamente. Debemos
tener en cuenta, también, que los exorcistas tienen un carácter probado. Si las virtudes son nuestra armadura
espiritual, entonces las debilidades morales pueden representar importantes
vulnerabilidades en un exorcista. Mientras, en los medios de comunicación
siguen apareciendo víctimas de la auto-designados, “exorcistas” sin escrúpulos,
incompetentes que terminan haciendo un tremendo daño psicológico y físico a las
personas que están sufriendo.
Fuentes:
- http://www.nationalreview.com/redirect/amazon.p?j=161890653
- http://feeds.newadvent.org/~r/bestoftheweb/~3/gFb8wpLyB64/hell-satan-interview
- http://uncioncatolica.blogspot.com/2013/12/una-batalla-espiritual-que-hay-que.html
- http://www.corazones.org/santos/miguel_arcangel.htm
- http://padreluisliberacion.blogspot.com/2010/04/guerra-espiritual.html
- http://forosdelavirgen.org/90752/guerra-espiritual-150321/
- http://forosdelavirgen.org/88700/dos-puntos-neuralgicos-para-pelear-con-exito-la-guerra-espiritual-15-01-29/
- http://forosdelavirgen.org/75454/sacerdote-catolico-relata-el-exorcismo-que-a-una-familia-de-indiana-poseida-2014-02-15/
- http://forosdelavirgen.org/87193/detalles-ocultos-de-la-posesion-en-una-casa-de-ee-uu-de-la-que-informamos-el-ano-pasado-2014-12-30/
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