"No
practiquéis vuestra religión delante de los demás solo para que os vean. Si
hacéis eso, no obtendréis ninguna recompensa de vuestro Padre que está en el
cielo.
La limosna
Por
tanto, cuando ayudes a los necesitados no lo publiques a los cuatro vientos,
como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente
los elogie. Os aseguro que con eso ya tienen su recompensa. Tú, por el
contrario, cuando ayudes a los necesitados, no se lo cuentes ni siquiera a tu
más íntimo amigo. Hazlo en secreto, y tu Padre, que ve lo que haces en
secreto, te dará tu recompensa.
Cuando
oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las
sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que la gente los vea. Os
aseguro que con eso ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ores, entra en
tu cuarto, cierra la puerta y ora en secreto a tu Padre. Y tu Padre, que ve
lo que haces en secreto, te dará tu recompensa.
Cuando
ayunéis, no pongáis el gesto compungido, como los hipócritas, que aparentan
aflicción para que la gente vea que están ayunando. Os aseguro que con eso ya
tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, lávate la cara y
arréglate bien, para que la gente no advierta que estás ayunando.
Solamente lo sabrá tu Padre, que está a solas contigo, y él te dará tu
recompensa."
Jesús nos habla hoy de las tres actividades cuaresmales, que citábamos ayer: la limosna, la oración, el ayuno. La Cuaresma abarca nuestra relación con los demás (la limosna), con Dios (la oración) y con nosotros mismos (el ayuno). Y las tres cosas las debemos realizar para cambiar nuestro corazón, no para aparentar ante los demás. Limosna, que es compartir todo lo que tenemos con los demás. Oración, que es pasar momentos en soledad ante Dios, reflexionando su palabra. Ayuno, que es prescindir de todo lo superfluo, de todo aquello que nos aleja de lo fundamental, que aprisiona nuestro corazón y no nos deja amar. Jesús no nos dice que la religión es algo privado. Nos está diciendo que debemos vivirla desde el corazón. La Cuaresma es precisamente un tiempo para renovar nuestro corazón.
Enviat per Joan Josep
Tamburini
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miércoles, 1 de marzo de 2017
RENOVAR EL CORAZÓN
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