REDACCIÓN CENTRAL, 08 Mar. 17 / 05:11 pm (ACI).- El P. Adrián
Huerta, capellán de la antigua Basílica de Guadalupe (hoy Templo Expiatorio de Cristo Rey)
en Ciudad de México, advirtió recientemente que “cuando
los sacerdotes dejamos de confesar sistemáticamente, es porque hemos empezado a
servir al diablo”.
En una publicación de la página de Facebook del Templo Expiatorio de
Cristo Rey, el P. Huerta alentó a sus hermanos presbíteros a volver “al confesionario el más tiempo que podamos cada día”.
El Templo Expiatorio de Cristo Rey data de inicios del siglo XVIII y
acogió la imagen original de la Virgen de
Guadalupe hasta 1976, año en que la tilma de San Juan Diego fue
trasladada a la nueva Basílica.
“Cuando los sacerdotes, ministros del Sacramento
del Perdón, no queremos confesar a la gente, por flojera, por desinterés, o por dedicarnos a tantas otras cosas,
sobre todo a asuntos meramente administrativos y hasta mundanos,
automáticamente dejamos de participar del único Sumo y Eterno Sacerdocio de Jesucristo,
porque dejamos de colaborar con Él en quitar el pecado del mundo”, escribió.
En declaraciones a ACI Prensa el 8 de marzo, el sacerdote mexicano
recordó que “toda acción evangélica de la Iglesia ciertamente
conduce a quitar el pecado del mundo, como lo es por excelencia el sacramento
de la Santísima Eucaristía, pero la
Confesión es el sacramento exclusivo para la absolución de los pecados,
como lo instituyó el Señor Jesús”.
“De ahí que los sacerdotes debemos ser
ingeniosamente integrales en nuestras actividades apostólicas de cada día, para
no desatender la confesión de los fieles en los horarios que ellos pueden
acudir a la iglesia”, dijo.
El P. Huerta alentó a “no podemos burocratizar los horarios de
confesión” en las ciudades de mediano y gran tamaño, pues la
mayoría de los fieles no pueden acudir a las mismas horas que en un pueblo
pequeño.
En las zonas urbanas grandes, dijo, asistir a la iglesia “se complica por la distancia del trabajo, la escuela o
la universidad”.
“Los sacerdotes debemos acoplarnos al tiempo disponible de las personas, sobre
todo sábados, domingos y días festivos”, alentó,
pues “tenemos que ser misericordiosos y pensar en
la vida tan complicada y
estresante de las grandes ciudades como la de México”.
CUIDARSE DEL ACTIVISMO
El capellán del Templo Expiatorio de Cristo Rey advirtió también sobre el
peligro de que los sacerdotes caigan en el activismo.
“Los sacerdotes caemos en activismo cuando solo nos dedicamos a lo que nos gusta
del trabajo apostólico, y descuidamos otras como la confesión, que es un
gravísimo problema para los fieles en estos tiempos”, indicó.
“Los sacerdotes debemos volver a nuestra vocación,
porque luego andamos más preocupados por vestirnos y calzarnos a la moda,
peinarnos y rasurarnos a la moda, divertirnos y llenarnos de lujos y vanidades,
lo cual es incompatible con el seguimiento radical de Cristo que prometimos el
día de nuestra ordenación sacerdotal”.
El P. Huerta aseguró que “confesar a diario lo más posible llena de una
satisfacción espiritual y física tan agradable que nadie nos puede
arrebatar, porque nos estamos realizando como sacerdotes”.
“Muchísima gente tiene hambre de ser escuchada y
perdonada, y es un trabajo que solo a los sacerdotes nos ha encomendado
Cristo”, recordó.
El sacerdote mexicano señaló además que “los fieles tienen derecho a exigir a
los sacerdotes y a los obispos el sacramento de la confesión”.
Por David Ramos
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