jueves, 2 de junio de 2016

EL AMOR ES LO PRIMERO


"Al ver lo bien que Jesús había contestado a los saduceos, uno de los maestros de la ley, que les había oído discutir, se acercó a él y le preguntó:

– ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?

Jesús le contestó:

– El primer mandamiento de todos es: ‘Oye, Israel, el Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.’ Y el segundo es: ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo.’ Ningún mandamiento es más importante que estos.

El maestro de la ley dijo:

– Muy bien, Maestro. Es verdad lo que dices: Dios es uno solo y no hay otro fuera de él. Y amar a Dios con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y que todos los sacrificios que se queman en el altar.

Al ver Jesús que el maestro de la ley había contestado con buen sentido, le dijo:

– No estás lejos del reino de Dios.

Y ya nadie se atrevió a hacerle más preguntas."

 Amar a Dios y amar al prójimo. Ese es el primero de todos los mandamientos. Enuncia dos, pero ambos van tan entrañablemente unidos, que son un único mandamiento. No se puede amar a Dios sin amar al prójimo.

Algunos autores espirituales señalan, que el cristianismo no es una religión. Lo que si es cierto, es que lo que Jesús nos predicó, difiere de todas las religiones. A partir de Constantino, cuando los cristianos se libraron de las persecuciones e incluso pasó a ser religión oficial, empezó la jerarquización, la división entre clero y pueblo a la imitación de las religiones que existían en aquel tiempo. Jesús habla de que el primero se ha de hacer el último. Que lo importante no son las normas, si no el amor, el servicio. Amar a Dios a través del prójimo. Nuestra vida espiritual, nuestra oración, siempre ha de llevarnos a salir de nosotros mismos e ir al encuentro de los demás. Así se concretan esos dos amores, que son un sólo Amor.

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