TWITTER O LOS MENSAJES VIRALES ESTÁN BIEN, PERO NO SIRVEN DE NADA «SI NO SACIAN LA SED DE CRISTO»
El obispo de Orihuela-Alicante repasó los aspectos clave para aplicar la
Nueva Evangelización y cómo evitar riesgos y amenazas concretos.
Al intentar aplicar la Nueva Evangelización en
la pastoral e iniciativas diarias, son
varios los riesgos que enfrentan los católicos. Hay quien puede quedarse en reiterar el término
de forma vaga sin aplicaciones concretas o centrarse exclusivamente en la
adaptación de las nuevas tecnologías y métodos a la transmisión del Evangelio,
entre otros.
El obispo Munilla, actualmente al
frente de la diócesis de Orihuela-Alicante, ha dedicado buena parte de su
ministerio sacerdotal y episcopal a aplicar y estudiar esta forma de transmitir
el Evangelio. En su última ponencia, La misericordia en la Nueva Evangelización,
ha explicado en qué consiste realmente, cómo aplicarla
desde la autocrítica logrando que no se quede "en mero postureo" y cómo enfrentar algunos de los riesgos
rodean su puesta en práctica.
Lo hizo a través de nueve consejos desgranando punto por punto los tres "aspectos
clave" en la Nueva
Evangelización, acoger, proponer y acompañar:
1º
LA NUEVA EVANGELIZACIÓN, MUCHO MÁS QUE TWITTER
Uno de los primeros aspectos que
destacó es que al hablar de Nueva Evangelización se tiende a ir directamente "a temas prácticos, cursos y métodos, presencia en
redes, viralizar mensajes…". Algo que siempre es "importante", pero que debe ir siempre ligado a un "nuevo ardor" centrado en "saciar la sed de Cristo".
"Siempre
pensamos que la clave está en los métodos, y es verdad que San Juan Pablo II
[al enunciarla] dijo que sea `nueva en sus métodos y expresiones´, pero antes
dijo `con un renovado ardor´. Cualquier planteamiento que no nazca de aquí,
de un corazón enamorado, será falso y artificial, un postureo, buscarnos
a nosotros mismos y tener seguidores. La Nueva Evangelización debe nacer de un
corazón enamorado y tener en el corazón de Cristo su modelo", explicó.
ACOGER
Partiendo de la base de que no
vivimos tanto una época de cambio como un cambio de época, Munilla explica que
uno de los rasgos más destacados de la misma es la "pérdida
del sentido de trascendencia" en unas nuevas generaciones que
"parten de cero" en la fe, sin tener "conocimiento alguno" al
margen del surgido de la manipulación mediática.
Por eso, el obispo expresa que el
primer aspecto de la Nueva Evangelización debe ser la "acogida
con los brazos abiertos". Ese primer anuncio, "muchas veces será acoger con cariño a esa
persona, hacerla ver que nos importa y que le queremos para que
llegue a poder tener una experiencia de Dios. Preguntarle por su vida, por su abuela
enferma, emplear tiempo en sus cosas… La Nueva Evangelización comienza
al encontrarnos con la persona que sale al camino de nuestra vida y que se dé
cuenta que en ella hemos descubierto a alguien en quien Dios está
presente".
Algo tan simple como
acoger a los nuevos feligreses con un "¿cómo estás?" o una sonrisa
puede ser clave para su permanencia en la Iglesia.
2º
LA ACOGIDA DEBE SER EFECTIVA
Durante la conferencia, Munilla
recordó a una pareja de fieles que, siendo católicos, iban cada domingo a un
culto protestante. El motivo, decían, era que después de ir a la
Iglesia y ser ignorados, asistieron a un culto evangélico donde fueron acogidos de inmediato.
En su opinión, "nos hemos acostumbrado a que la gente va a misa, se
sienta y se va", pero en el contexto actual es algo que "no puede continuar". "Cuando uno llega tiene
que ser acogido, alguien tendrá que hacer una pastoral de acogida y
que se sientan como en casa. Lo que este mundo debe descubrir no
es solo que Dios existe, sino que existimos para Dios, que le
importamos. Y para hacerle entender eso a la persona, tiene que ser también
importante para nosotros", subraya.
3º
¡Y PONÉRSELO FÁCIL A LOS QUE LLEGAN!
Otro de los aspectos "clave" de Munilla relativos a la acogida es que esta no
puede ser "maximalista". Haciendo "un poco de autocrítica", menciona multitud de normas que no son
el mejor primer impacto para
los nuevos fieles o cristianos, como cuando se acercan al despacho parroquia y
se les dice que solo se atiende de 19:00 a 20:00 o que se bautiza solo en
domingo.
"Ahora que
vemos que bajan tanto los matrimonios y bautismos caemos en que no hay que
poner muchas normas a la gente". En el
primer contacto con alguien alejado, explica, "lo
que tiene que recibir de nosotros no es llegar a un sitio donde todo está
organizado con un montón de normas, sino en el que le han querido",
agrega.
4º
AYUDAR EN LO MATERIAL CONTRIBUYE A LA SANACIÓN ESPIRITUAL
Citando la sanación de Jesús del
paralítico, Munilla destaca que "la gran
necesidad que tiene el hombre del perdón de sus pecados" puede a
veces no ser percibida por quienes acuden a la Iglesia. Lo que perciben, dice, "son unas necesidades más perentorias",
por eso "cuando salimos en socorro de esas necesidades
de alguien y se siente acogido y amado, descubre que la verdadera misericordia es el perdón, que la sed que
tiene es de gracia".
5º
NO PONER MALAS CARAS: MORTIFICANDO EL ÁNIMO "SE LLEGA" MEJOR
Siguiendo con la "autocrítica", el obispo destaca la importancia de mortificar el
estado de ánimo en ese primer encuentro. Lo que no puede ocurrir, afirma, es
que "nuestro
estado de ánimo tape la misericordia de Dios", como cuando el
párroco o catequista tienen un mal día y regañan o miran mal a quienes les pide
ayuda. Mortificar nuestros estados de ánimo no solo es "la
mortificación más agradable que podemos ofrecerle a Dios", sino que
también supone "una disciplina interior y una
negación de nosotros mismos" con la que se llega mejor, "totalmente necesaria" en la Nueva Evangelización.
PROPONER
6º
ASUMIR UNA MÁXIMA: LOS CREYENTES NO POSEEN LA VERDAD, SINO QUE LA SIRVEN
En el contexto de la Nueva
Evangelización, la sociedad "secularizada y
relativista" acusa a los creyentes de soberbia cuando estos
proyectan "que se creen en posesión de la
verdad". Para Munilla es importante negar esta acusación pero no
solo con palabras, sino con obras, "dando la
vuelta a esta deformación": "No es cierto que seamos sus poseedores, en
todo casos es Jesús, la Verdad, quien nos quiere poseer y
erigirnos como siervos e instrumentos suyos. Dios es la única verdad y nosotros
somos sus humildes siervos".
Se trata de mostrar una actitud
humilde, la de "un siervo con un mensaje del que no es dueño, sino que lo
presenta humildemente: la verdad de Dios transmitida y custodiada
sin contaminarla con nuestras ideologías o sin amoldarla a
nuestra sensibilidad". Esto último, dice, se debe "rechazar
contundentemente".
ACOMPAÑAR
7º
UNA CARRERA QUE TERMINA CON LA MUERTE
Lograda la acogida y la propuesta
con éxito, la carrera no ha terminado. Esta, dice Munilla, solo termina con la
muerte, y el acompañamiento, "estar, ver si la
semilla de fe crece o si tiene piedras alrededor que lo impiden" es
fundamental cuando otros acogen la verdad.
8º
PARA ACOMPAÑAR DEBO SER ACOMPAÑADO
También destaca la importancia de
que los apóstoles de la Nueva Evangelización asuman que si quieren acompañar,
deben pensar primero en cómo están siendo acompañados ellos mismos, si lo están
siendo y si se rodean de referencias que les hacen crecer, que les dan buen
consejo, que les dan palabras de discernimiento o si "tiran
para arriba" de ellos.
9º
PACIENCIA Y ARDOR, CLAVES DEL ACOMPAÑAMIENTO
Uno de los últimos aspectos
resaltados por Munilla es la necesidad de integrar "la
infinita paciencia de Dios con uno mismo, con los demás y con quienes se
acompaña cuando no se sabe si van para adelante o para atrás" con
un "corazón ardiente". A veces,
advierte, la paciencia suele ser la excusa para caer en la
indiferencia con quienes
acompañamos, como cuando se dice que "si Dios
es misericordioso, no pasa nada".
En este sentido, el obispo
calificó como "una de las deformaciones de
nuestro tiempo" al "invocar la misericordia para quitar dramatismo al
pecado", y concluyó: "Tenemos que
ser pacientes pero ardientes y no hacer pactos con la mediocridad o la tibieza. Cristiano es aquel que nunca pierde la esperanza de la
santidad".
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