La situación de los católicos en China se presenta compleja y con numerosos retos.
Por: P. Fernando Pascual | Fuente: Catholic.net
Los obispos de China continental no pudieron participar en el Sínodo celebrado
en el Vaticano durante el mes de octubre de 2008, un Sínodo dedicado a estudiar
el tema de la Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia.
El Papa Benedicto XVI quiso dirigir, en la homilía de clausura del Sínodo, un
pensamiento especial para ellos.
“Un recuerdo especial va para los obispos de la
China continental, que no han podido estar representados en esta Asamblea
sinodal. Deseo hacerme aquí intérprete, y dar gracias a Dios por ello, de su
amor por Cristo, de su comunión con la Iglesia universal y de su fidelidad al
Sucesor del Apóstol Pedro. Ellos están presentes en nuestra oración, junto con
todos los fieles que han sido confiados a sus cuidados pastorales. Pidamos al
‘Pastor supremo de la grey’ (1P 5,4) que les dé alegría, fuerza y celo
apostólico para guiar con sabiduría y amplitud de miras a la comunidad católica
de China, tan amada por todos nosotros” (Benedicto XVI, 26 de octubre de
2008).
La Iglesia en China es un misterio. El férreo control que las autoridades
ejercen sobre la información no permite tener una idea exacta de cómo van las
cosas en el estado más poblado del planeta.
Existen, sin embargo, canales y medios por los cuales recibimos noticias sobre
la situación de los católicos en China.
Recientemente ha sido publicado un libro-entrevista al Cardenal Joseph Zen,
arzobispo de Hong Kong, con el que podemos conocer datos importantes sobre la
Iglesia católica y sobre otras comunidades cristianas presentes en China.
El libro fue publicado primeramente en francés el año 2007 (con el título Mgr
Zen, un homme en colère. Entretiens avec le cardinal de Hong Kong). Al año
siguiente apareció en italiano (Senza diplomazia. Il cardinale Zen, vescovo di
Hong Kong, e la Cina comunista), con importantes actualizaciones y añadidos. Al
final de la edición italiana se ofrece una sección titulada “Perspectivas” donde se obtiene una ágil panorámica
de cómo está la Iglesia en China.
La situación se presenta compleja y con numerosos retos. Los datos no son
exactos, porque muchos católicos viven en clandestinidad. Vamos a presentarlos
ahora brevemente.
-El número de católicos se situaría alrededor de los 12 millones. La cifra
podría ser algo inferior, aunque no se excluye que pudiera ser superior.
-Entre los católicos, se calcula que un 60 % pertenece a la “Iglesia oficial”, controlada por la Asociación
Patriótica de los Católicos Chinos (dependiente de las autoridades políticas),
mientras que un 40 % formarían parte de la Iglesia clandestina. La proporción
puede variar mucho, pues después de la ordenación de 3 obispos de la Iglesia
oficial (el año 2006) sin el permiso de Roma, muchos católicos “oficiales” han empezado a pasar a la Iglesia
clandestina.
-En el país hay 138 diócesis dirigidas por 79 obispos “oficiales”.
De ellos, un 90 % ha sido reconocido por el Vaticano y así pueden
ejercer en plena comunión con el Papa. Como se ve, muchas diócesis no tienen
obispos que las dirijan.
-El número de obispos clandestinos es incierto, pero se calcula que pueden ser
alrededor de 50, o quizá más.
-Más del 60 % de los obispos ha cumplido los 75 años, y un 50 % de los obispos
tienen más de 80 años. Se trata, por lo mismo, de un episcopado con pocas
personalidades “jóvenes” y muy marcado por
el envejecimiento.
-Los sacerdotes oficiales son más de 2200. Existen 19 seminarios aprobados por
el gobierno, en los que estudian más de 1300 seminaristas.
-El libro no ofrece un número de sacerdotes clandestinos. En cuanto a
seminaristas que estudian en seminarios no aprobados (clandestinos), se
trataría de unos 800.
-En China habría unas 5200 religiosas, de las cuales alrededor de 2000 serían
clandestinas. Existen alrededor de 40 noviciados oficiales y unos 20 noviciados
clandestinos.
-Desde 1980 han sido abiertas más de 5000 iglesias
y capillas.
-La persecución contra la Iglesia clandestina sigue en pie. Algunos estudiosos
hablan de unos 18 obispos y 19 sacerdotes en prisión o desaparecidos.
Por lo que se refiere a los protestantes, los datos son poco conocidos y pueden
variar mucho. A modo indicativo, el libro ofrece los siguientes datos:
-Habría unos 60 millones de protestantes, según algunos, mientras que otros
hablan de 30 millones.
-Se calcula que trabajen en China unos 1400
pastores registrados. Existirían unos 7000 lugares de culto registrados, y unos
37000 lugares de culto más o menos “informales”.
-Por parte de las autoridades chinas, pervive una actitud de desconfianza y de
represión hacia algunos grupos evangélicos considerados como sectas
clandestinas. Algunos dirigentes de esos grupos han sido condenados a muerte o
encarcelados.
En su conjunto, el panorama es confuso y difícil. Los católicos están marcados
por la división, a causa de la Asociación Patriótica de los Católicos Chinos
antes mencionada, que fue instituida en 1957 para lograr el control estatal
sobre los católicos.
Como indicamos antes, hay obispos de la Asociación Patriótica que están en
plena comunión con Roma. Otros, en cambio, están bajo el poder político y
tienen serias dificultades para llegar a la plena comunión con el Papa y con la
Iglesia universal. Por su parte, la Iglesia clandestina sufre continuas
persecuciones y vive en condiciones muy difíciles.
Juan Pablo II, durante su pontificado (1978-2005) no dejó de hablar y de
ofrecer su ayuda a los católicos chinos. El 6 de enero de 1982 publicó una
carta titulada “Caritas Christi” dirigida a
los obispos de todo el mundo invitando a orar por la Iglesia en China. En 1993
manifestó vivamente su deseo de viajar a China, y en 1999 buscó la manera de
visitar Hong Kong, sin que este proyecto pudiera verse realizado. En enero de
1995 dirigió un mensaje radiofónico, desde Manila, a los católicos chinos. Y el
1 de octubre de 2000 canonizó a un nutrido grupo de mártires chinos.
Benedicto XVI ha mantenido la atención del Papado hacia los católicos chinos.
En enero del año 2007 tuvo una reunión especial con varios obispos de China y
de la curia dedicado a analizar la situación de la Iglesia en China.
A los pocos meses, el 27 de mayo de 2007, Benedicto XVI publicó una importante
carta a los católicos chinos, orientada a buscar un camino de entendimiento y
de comunión entre los católicos que, por presiones de diverso tipo, se habían
adherido a la Asociación Patriótica, y los católicos que buscaron mantener la
fidelidad a Roma en la clandestinidad.
Las palabras del Papa al final del Sínodo de los obispos que evocamos al inicio
son una nueva señal de la solicitud del Papa por la Iglesia en China,
necesitada de la oración y el apoyo de los católicos de todo el mundo.
* La fuente usada para estos datos es la siguiente:
Dorian Malovic, Senza diplomazia. Il cardinale Zen, vescovo di Hong Kong, e la
Cina comunista, edizione italiana a cura della redazione di «Mondo e Missione»,
traduzione di Lorenzo Fazzini della versione francese Mgr Zen, un homme en
colère. Entretiens avec le cardinal de Hong Kong (2007), San Paolo, Cinisello
Balsamo 2008, especialmente de las pp. 110-114.
* Para más información sobre la Iglesia en China, es útil consultar la que
ofrece un centro de estudios dependiente de la diócesis de Hong Kong, el “Holy
Spirit Study Centre” (http://www.hsstudyc.org.hk), en inglés y en chino.
* Cf. también la Carta del Santo Padre Benedicto XVI a los obispos,
presbíteros, personas consagradas y fieles laicos de la Iglesia católica en la
República Popular China, 27 de mayo de 2007 (en
http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/letters/2007/documents/hf_ben-xvi_let_20070527_china_sp.html).
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