¿Un cristiano puede justificar la prostitución? Varios sacerdotes españoles responden a Macarena Olona, abogada del Estado y exdiputada de Vox, quien se reunió esta semana con algunas prostitutas y justificó su oficio, ayudada de un supuesto sacerdote.
Olona publicó este jueves dos videos en Twitter en los que muestra parte
de una reunión que sostuvo con algunas prostitutas, en el marco de un proyecto
de ley que busca hacer que la prostitución sea ilegal en España.
Ambos videos son parte de un diálogo más extenso difundido y transcrito
por OkDiario.
En el primer video, que luego eliminó de Twitter, Olona dijo a las
prostitutas que “me acompañó un sacerdote que quiso
darles un mensaje: nadie tiene derecho a juzgaros. Quien se esconde tras la
cruz para condenar olvida algo esencial: Dios es amor. Ese es el cristianismo
que yo practico”.
Antes de darle la palabra a un presunto sacerdote al que presenta solo
con el nombre de “Antonio” para evitarle “problemas”, Macarena Olona les dice a las
prostitutas que ella tampoco quiere sentirse “cristiana
de segunda” por ser “divorciada” y “madre soltera”.
A continuación, “Antonio” les dice a
las prostitutas que “vosotras no tenéis por qué
sentiros juzgadas cuando vosotros lo creéis libremente, igual que cualquier
otro hace las cosas libremente”.
“Ciertamente hay algunas cosas que no se puede
hacer libremente, como matar o como violar. Pero si una persona es libre y la
otra persona también es libre, entre ellos pueden hacer lo que les dé la gana y
nadie tiene por qué juzgarles”, agrega.
“Antonio” les dice luego
que “Jesús se juntaba con los peores para hacerlos
mejores. Ahora se juntan los peores para hacerlos aún más peores. Y Jesús tenía
amigos y María Magdalena era una de las mejores amigas de Jesús. No os dejéis
dominar por nadie, que no sea vuestra conciencia”.
LA RESPUESTA DE LOS
SACERDOTES
El P. Francisco José Delgado, sacerdote de la Arquidiócesis de Toledo,
le respondió a la abogada en Twitter:
“Querida Macarena. No tengo opinión sobre lo que
haces políticamente. Sin embargo, sí tengo el deber de advertir que lo
que dice ese sacerdote no representa lo que enseña la Iglesia Católica”.
“La Iglesia Católica enseña que la
prostitución es un pecado (cuya responsabilidad puede verse atenuada
en distintas circunstancias) y una lacra social. La falta de voluntariedad
puede disminuir la responsabilidad, pero en este caso lo que se alaba, al
parecer, es la libertad”, prosigue.
Es decir, “que
si una prostituta lo es forzada, bien
por violencia o por una situación de pobreza, tendrá menos responsabilidad, no
así el ‘cliente’, cuya
responsabilidad es siempre grave. Pero si, como se dice aquí, lo hace con
libertad, entonces su responsabilidad es mayor”, alertó el sacerdote.
“La Iglesia no hace juicios personales, es decir,
no cuestiona la responsabilidad de tal o cual persona concreta, pero no puede
dejar de condenar la prostitución como una lacra social que habría que tratar
de erradicar”, subrayó.
El P. Manuel Navarro, de la Arquidiócesis de Madrid, indicó que ahora “tocará en mis siguientes reflexiones explicar a San Juan
Pablo II en Veritatis Splendor, que existen actos intrínsecamente malos
independientemente de las intenciones de quien actúa, y de las circunstancias”.
La encíclica
Veritatis Splendor (El Esplendor de la Verdad) señala en
el numeral 80 que los actos intrínsecamente malos “lo
son siempre y por sí mismos, es decir, por su objeto, independientemente de las
ulteriores intenciones de quien actúa, y de las circunstancias”.
El P. Juan
Manuel Góngora, de la Diócesis de Almería, dijo por su parte que es “cierto que Cristo se junta con los peores para hacernos
mejores, pero nunca para justificar nuestro pecado. En cuanto a la noción de libertad aplicada por él en
sus palabras, es ambigua cuanto menos”.
“El amor de Dios y su misericordia no son una
patente de corso”, agrega.
El sacerdote de Almería resalta luego que “lo
afirmado en el Catecismo no es arrogarse nada, es nuestra fe y la doctrina
moral interpretada por el Magisterio y la Tradición, fuentes de la Revelación;
y no puede ser un menú a la carta”.
¿QUÉ DICE EL CATECISMO
SOBRE LA PROSTITUCIÓN?
El P. Góngora se refiere a los numerales 2353 y 2355 que hablan sobre la
fornicación y la prostitución.
“La fornicación es la unión carnal entre un hombre y
una mujer fuera del matrimonio. Es gravemente contraria a la dignidad de las
personas y de la sexualidad humana, naturalmente ordenada al bien de los
esposos, así como a la generación y educación de los hijos”, indica el numeral 2353.
“Además, es un escándalo grave cuando hay de por
medio corrupción de menores”, agrega.
“La prostitución atenta contra la dignidad de la
persona que se prostituye, puesto que queda reducida al placer venéreo que se
saca de ella”, establece el numeral 2355.
“El que paga peca gravemente contra sí mismo:
quebranta la castidad a la que lo comprometió su bautismo y mancha su cuerpo,
templo del Espíritu Santo. La prostitución constituye una lacra social”, añade.
“Es siempre gravemente pecaminoso dedicarse a la
prostitución, pero la miseria, el chantaje, y la presión social pueden atenuar
la imputabilidad de la falta”, concluye.
POR WALTER SÁNCHEZ
SILVA | ACI Prensa
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