Antes de rezar el Regina Caeli este domingo, ante una multitud de fieles en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el Papa Francisco afirmó que Jesús resucitado invita a todos a lanzarnos al bien, a volver a empezar con Él especialmente si tenemos las “redes vacías”, y hacerlo con coraje, sin miedo y sin cálculos.
En su reflexión sobre el pasaje del Evangelio de San Juan en el que los
discípulos no habían pescado nada y tal vez estaban desmoralizados, el Santo
Padre dijo que “también a nosotros nos puede pasar
que, por cansancio, desilusión, quizás por pereza, nos olvidemos del Señor y
descuidemos las grandes opciones que hemos tomado, para contentarnos
con otra cosa”.
“Por ejemplo, no dedicamos tiempo a hablar en
familia, y preferimos los pasatiempos personales; nos olvidamos de la oración,
dejándonos arrebatar por nuestras necesidades; descuidamos la caridad, con la
excusa de las prisas diarias. Pero al hacer esto nos sentimos como Pedro,
desmoralizados y con las redes vacías. Es un camino que nos hace retroceder y que
no satisface”, explicó el Papa Francisco.
“¿Y qué hace Jesús con Pedro?”, preguntó el Pontífice. “Vuelve de nuevo a la
orilla del lago donde había elegido a Pedro, Andrés, Santiago y Juan, a estos
cuatro que eligió ahí. No hace reproches, Jesús no reprocha sino que siempre
toca el corazón, y llama a los discípulos con ternura: ‘Muchachos’. Luego los
invita, come en el pasado, a echar de nuevo las redes con coraje. Y una vez más
las redes se llenan hasta lo inverosímil”.
El Papa Francisco resaltó que “cuando en la vida tenemos las redes
vacías, no es el momento de autocompadecernos, de divertirnos, de volver a los
viejos pasatiempos, no. Es momento de volver a empezar
con Jesús, de hallar el valor de recomenzar, de navegar mar adentro con Él. Tres verbos:
recomenzar, retomar y volver a empezar el camino”.
“Siempre, ante una desilusión, ante una vida que ha
perdido un poco el sentido, ‘hoy siento que voy un poco hacia atrás’, vuelve a
empezar con Jesús, vuelve a partir y anda al lago. Él te está esperando y piensa
en ti, en mí, en cada uno de nosotros”.
El Papa Francisco destacó que “a Pedro le
hacía falta ese sobresalto. Cuando oye a Juan gritar: ‘¡Es el Señor!’, se lanza
inmediatamente al agua y nada hasta donde estaba Jesús. Es un gesto de amor,
porque el amor va más allá de lo útil, lo conveniente y lo debido; el amor
genera asombro, inspira impulsos creativos, gratuitos”.
El Santo Padre subrayó asimismo que “hoy
Cristo resucitado nos invita a un nuevo impulso, a todos, a cada uno, a
lanzarnos al bien sin miedo a perder algo, sin hacer demasiados cálculos,
sin esperar a que empiecen los otros, porque para ir al encuentro de Jesús hay
que comprometerse, con coraje. Volver a empezar, arriesgarse”.
“Preguntémonos: ¿soy capaz de un arranque de
generosidad o contengo los impulsos del corazón y me cierro en la costumbre, en
el miedo? Lanzarse, zambullirse. Esta es la palabra de Jesús”.
El Papa Francisco recordó que, “al final de
este episodio, Jesús le hace tres veces a Pedro la pregunta: ‘¿Me amas?’. Hoy
el Resucitado nos lo pregunta también a nosotros: ¿Me amas? Porque en
la Pascua quiere que resurja también nuestro corazón; porque la fe no es una
cuestión de saber, sino de amor”.
“¿Me amas?, te pregunta Jesús a ti, que tienes las
redes vacías y miedo de recomenzar; a ti y a mí, a todos nosotros, que no
tenemos el valor de lanzarnos y que hemos perdido tal vez el empuje”.
El Papa Francisco resaltó que a la pregunta “¿Me
amas?” de Jesús, Pedro responde afirmativamente y “dejó de pescar para siempre y se dedicó al servicio de
Dios y de los hermanos, hasta entregar su vida aquí, donde nos encontramos ahora”.
“Y nosotros, ¿queremos amar a Jesús? Que la Virgen,
que con prontitud dijo ‘sí’ al Señor, nos ayude a encontrar el impulso del
bien”, concluyó.
POR WALTER SÁNCHEZ
SILVA | ACI Prensa
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