PETER BENAJMIN CREE QUE LOS HOSPITALES DE SALUD MENTAL SE LLENARÁN DE LOS ACTUALES NIÑOS TRANS
“Vamos a tener
hospitales de salud mentales llenos teniendo que tratar a todos esos niños
(trans) que decidan que son transgénero a medida que crecen. El NHS (sistema de salud británico) tendrá
una gran responsabilidad sobre lo que está sucediendo. Estoy muy preocupado”. Estas palabras han sido pronunciadas por Peter Benjamin,
un hombre extransexual que se llegó a realizar una operación de reasignación de
sexo y que ahora admite que toda esta transición ha sido un error. Pero por el
camino ha quedado mutilado para siempre. Y su caso no el único.
Este ex militar de 60 años y que
tenía numerosos problemas psicológicos como depresión, ansiedad así como altas
dosis de consumo de alcohol critica ahora que no encontró
ningún tipo de obstáculo a la hora realizar el cambio de sexo.
LA
MUERTE DE SU TERCERA ESPOSA, EL DETONANTE
Peter, padre de dos hijos ya
adultos, se ve a sí mismo como víctima de un asesoramiento psicológico
inadecuado que condujo a su transición médica con operación incluida. Se casó en tres ocasiones y fue tras la muerte de su tercera esposa
cuando se hizo transgénero.
En una entrevista en The Sun,
Peter relata que en aquel momento el psiquiatra
que le trató concluyó que no tenía problemas médicos subyacentes que merecieran
un análisis más profundo. Así que
decidió seguir adelante.
ANSIEDAD,
DEPRESIÓN Y MUCHO ALCOHOL...
Sin embargo, en ese momento su
realidad era muy precaria –recuerda- pues “estaba bebiendo
mucho, sufría ansiedad, depresión y sufrí un colapso completo después de la muerte
de mi esposa, y nada de esto fue
recogido por el psiquiatra”.
Además, este hombre cuenta que
asistió a un grupo de apoyo para personas transgénero donde le dijeron
simplemente que en realidad era una mujer y le animaron a “continuar por este camino”. Nadie le advirtió de lo que en
realidad iba a hacer.
OPERACIÓN
A CARGO DEL ERARIO PÚBLICO
En primer lugar, Peter Benjamin
empezó a tomar hormonas de vendedores sin licencia y a leer páginas webs sobre
transexualidad mientras se vestía como una mujer. Después se hizo llamar
Victoria. Finalmente, en 2015 fue operado y le
extirparon los genitales masculinos para la reasignación de sexo. Él mismo afirma que el NHS
(sistema de salud británico) pagó 10.000 libras a un hospital privado de
Londres para que le realizara la operación quirúrgica.
Confiesa que se sintió “eufórico” inmediatamente después de la
operación. Pero pronto empezó a sentir gran frustración al
experimentar una soledad mayor de la que tenía antes y que todo lo que le habían dicho que
sentiría en realidad no era así.
Se percató que aunque vestía como
una mujer y se había operado para intentar serlo no se parecía en nada a
una. En vez de tener más amigas, tal y como esperaba, se
veía cada vez más solo.
"NO
PODÍA SOPORTAR MÁS SER TRANSGÉNERO"
“Mis
niveles de ansiedad eran altísimos. Iba a ver al médico por todo tipo de
problemas. Bebía porque no podía soportar más ser transgénero. Tenía que salir
de eso”. Y ante la falta de ayuda
psiquiátrica tras la operación y tras mucho sufrimiento decidió intentar
revertir la situación hacia su sexo biológico. Sin embargo, tuvo que aceptar
las consecuencias físicas de la decisión que tomó años antes y que los
especialistas ni cuestionaron ni impidieron.
Ya de nuevo como Peter
Benjamin, este hombre afirma sentirse en paz y tranquilo al haber
encontrado también un hogar en la Iglesia.
"UNA
ADVERTENCIA INQUIETANTE A LA SOCIEDAD"
“Todo el
travestismo, todo lo transgénero se ha ido ya de mi vida, ha desaparecido
completamente”, afirma este hombre de 60 años, que reconoce sentirse “mucho mejor conmigo mismo”. Según asegura, ha
vuelto "a ser quien era antes y así es como
voy a vivir mi vida ahora”.
Por su parte, Andrea Williams,
directora del Christian Legal Centre,
afirma que “es trágico que un hombre tan vulnerable reciba una
operación que cambia la vida,
irreversible y finalmente devastadora, sin que sus profundos problemas de salud
mental se aborden adecuadamente”.
Esta organización está
considerando acciones legales en nombre de Benjamin y recuerda que la
experiencia de este hombre “representa una
advertencia profunda e inquietante para nuestra sociedad, ya que se dice que la respuesta a la confusión de
identidad de género profundamente arraigada es la prescripción de hormonas y la
cirugía radical”.
Artículo publicado
originariamente en ReL en octubre de 2019.
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