Jesús realiza la Pascua. Jesús pasa al Padre. ¿Es solo El quien pasa de este mundo al Padre? ¿Y nosotros ?...
Por: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net
Estamos en la Pascua, la Pascua Florida. Llegó
con el Domingo de Resurrección.
Los vacacionistas regresaron... otros lamentablemente no volverán. Salieron
felices y animosos pero ya no hubo regreso. Los recordamos y pedimos por ellos.
La Pascua es el Misterio más grande de nuestra fe. Cristo ha resucitado y la
Muerte quedó vencida porque su Resurrección la mató. San Agustín nos dice: - "Mediante su Pasión, Cristo pasó de la muerte a la
vida. La Pascua es el paso del Señor"
Ya dejamos atrás los días de Pasión y muerte. Seguiremos venerando la cruz que
fue el medio que nos hizo cruzar a la otra orilla de luz y de vida eterna. Sin
cruz.... no se llega. No se alcanza la resurrección. ¡Cristo
resucitó y su tumba quedó vacía!
Volvemos a los días de trabajo, a la rutina... ¿qué
ha dejado este paso de Dios en nuestras almas? ¿Podemos decir que nuestra
Pascua ha sido "hacia adentro", que hemos sentido que el Señor ha
pasado y ha dejado alguna huella de su resurrección en nuestra vida?
Jesús realiza la Pascua. Jesús pasa al Padre. ¿Es
solo El quien pasa de este mundo al Padre? ¿Y nosotros ?...
Dios es Omnipotente y puede hacerlo Todo, pero... "no
puede" obligarnos a tener un corazón arrepentido. Nos deja en
libertad para amarlo o para ofenderlo, para querer estar unidos a El o para
olvidarlo y esa libertad es tan traicionera que nos puede DAR o QUITAR el
derecho a nuestra propia y gloriosa resurrección. Porque resucitar eso sí, lo haremos todos. Ya que así lo decimos y creemos en
nuestro Credo - creo en la resurrección de los muertos.
Lo que hemos vivido estos días no puede pasar sin dejarnos algo, sin dejarnos
una huella en el alma, ahora que proseguimos el camino de nuestro quehacer de
siempre.
Cristo resucitó y los apóstoles, uno a uno, dieron su vida por esta VERDAD que deslumbra.
Pedro comió y bebió con Jesús después de su Resurrección, Tomás metió sus dedos
en las llagas del Cristo resucitado y Pablo nos recuerda que si hemos
resucitado con Cristo por el Bautismo, debemos de vivir la nueva vida en espera
de su regreso y tenemos el compromiso de llevar por el mundo la palabra de
Dios.
El
Viernes Santo, empezó la Novena a la Divina Misericordia. cuya fiesta se celebra el
domingo siguiente a la Resurrección.
SEGUNDO DOMINGO DE PASCUA O
DE LA DIVINA MISERICORDIA
"En nuestros tiempos, muchos son los fieles
cristianos de todo el mundo que desean exaltar esa misericordia divina en el
culto sagrado y de manera especial en la celebración del misterio pascual, en
el que resplandece de manera sublime la bondad de Dios para con todos los
hombres.
Acogiendo pues tales deseos, el Sumo Pontífice Juan Pablo II se ha
dignado disponer que en el Misal Romano, tras el título del Segundo Domingo de
Pascua, se añada la denominación "o de la
Divina Misericordia" ..... " (Fragmento del Decreto de la
Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, de 5 de
mayo de 2000.
INDULGENCIAS EN EL SEGUNDO
DOMINGO DE PASCUA O DE LA DIVINA MISERICORDIA:
"Se concede la indulgencia plenaria, con las
condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración
por las intenciones del Sumo Pontífice) al fiel que, en el domingo segundo de
Pascua, llamado de la Misericordia divina, en cualquier iglesia u oratorio, con
espíritu totalmente alejado del afecto a todo pecado, incluso venial, participe
en actos de piedad realizados en honor de la Misericordia divina, o al menos
rece, en presencia del santísimo sacramento de la Eucaristía, públicamente
expuesto o conservado en el Sagrario, el Padrenuestro y el Credo, añadiendo una
invocación piadosa al Señor Jesús misericordioso (por ejemplo, "Jesús
misericordioso, confío en ti")".
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