Un informe publicado por la comisión independiente sobre los abusos en la iglesia católica en Francia (CIASE) reveló que desde 1970 unos 330 mil menores fueron víctimas de abusos en ese país por sacerdotes o religiosos. El Presidente de la Conferencia Episcopal Francesa, que encargó la realización del informe, pidió perdón a las víctimas y se comprometió a aprovechar el informe con “coraje y fuerza para comprometernos aún con mayor precisión”.
La Comisión Independiente sobre abusos en la Iglesia Católica (CIASE)
publicó hoy 5 de octubre los resultados del informe realizado, a petición de la
Conferencia Episcopal Francesa, durante 32 meses sobre los abusos sexuales
cometidos en la Iglesia católica en Francia en los últimos 70 años.
Según la CIASE, al menos desde el año 1970 y hasta el año 2020; 260 mil
menores fueron víctimas de abusos sexuales por sacerdotes o religiosos. Una
cifra que aumenta hasta 330 mil si se cuentan también los abusos cometidos por
laicos en ambiente religioso.
Este informe destapó “una estimación mínima”
de entre 2.900 a 3.200 religiosos o sacerdotes involucrados en distintos
tipos de abusos sexuales. Esto es un 3% del total de los consagrados en Francia
y en su gran mayoría ya han fallecido.
Jean-Marc Sauvé, responsable de la comisión CIASE, aseguró que son “cifras abrumadoras que reclaman medidas muy fuertes” ya
que hasta el año 2000 el informe constata “una
indiferencia profunda y cruel ante la víctimas. No se las cree, no se las
escucha”.
El informe sitúa a la iglesia como el tercer lugar donde más abusos
sexuales se cometen en Francia. Los dos primeros son la familia y los círculos
de amigos.
Sauvé aseguró que parte de la aceptación de la responsabilidad por parte
de la Iglesia conlleva una reparación económica, ya que según afirmó “son crímenes de lesa humanidad”.
El 56% de las agresiones se produjeron entre los años 1950 y 1969, entre
los años 70 y 80 se redujeron al 22 %, un porcentaje que se mantiene hasta el
año 2020.
Sauvé es católico practicante y exvicepresidente del Consejo de Estado.
Para la creación de la CIASE convocó a 21 expertos de diferentes ámbitos como
Derecho, Teología, Psicología o trabajo social, así como de diferentes
confesiones religiosas, incluso no creyentes.
El informe, aprobado por consenso, se elaboró durante 32 meses de
trabajo (interrumpido por la pandemia), consta de 2.480 páginas, 2 mil de ellas
en anexo. La CIASE trabajó sobre unas 6.500 llamadas, y correos con testimonio
recibidos desde junio de 2019 hasta el 31 de octubre de 2020. Posteriormente se
siguieron 250 audiciones o entrevistas.
Mons. Éric de Moulins-Beaufort, presidente de la Conferencia Episcopal
Francesa calificó como “duro y severo” el
informe y destacó que “el alcance de este fenómeno
de violencia sexual y a la gresión en la sociedad y en la Iglesia que se
describe es espantoso”.
“Es realmente insoportable que tantas vidas de
niños y jóvenes puedan haber sido dañadas sin que nada se viera, denunciara,
acompañara o cuidara. Todavía medimos la fuerza interior y el coraje que
necesitaron quienes denunciaron la violencia y la agresión sufrida. Y nos damos
cuenta del número de los que no pudieron hablar, no pueden o no desean
hacerlo”, manifestó Mons. de
Moulins-Beaufort.
“Expreso mi vergüenza y mi determinación de actuar
para que la negativa a ver, a escuchar o la voluntad de ocultar los hechos, la
dificultad a denunciarlos públicamente desaparezcan de las actitudes de las
autoridades eclesiales, de los sacerdotes, y de los actores pastorales, así
como de todos los fieles”, aseguró el Prelado.
“Deseo pedir perdón. Lo siento”, afirmó el Presidente de los obispos de Francia y también en nombre de
todos los Obispos se comprometió a aprovechar el informe con “coraje y fuerza para comprometernos aún con mayor
precisión”.
“Nuestro compromiso con todos en el celibato es una
elección de amor, delicadeza, respeto, humildad. Que algunos de nosotros
[sacerdotes, religiosos, consagrados] hayamos podido o podamos desviarnos del
ministerio al servicio de los impulsos nos abruma y destroza nuestros
corazones. También nos obliga a examinarnos más que nunca para comprobar el más
mínimo de nuestros comportamientos”, subrayó
el Prelado.
También aseguró que “el alcance del fenómeno
de violencia y agresión sexual descubierto hoy por la Comisión que querían los
obispos de Francia y los superiores religiosos revela que todas las relaciones
estructurantes de la humanidad se pueden desviar y transformar en relaciones de
depredación y en una proporción que no puede considerarse insignificante”.
“Imploramos la gracia de Dios, es decir, su
consuelo y fuerza, para que podamos dejar que la luz penetre en las áreas más
oscuras. Que nunca renunciemos a la claridad. Que nunca nos resignemos a la
ambigüedad”, pidió.
También aseguró que trabajarán junto con la Iglesia universal para “servir a Cristo una y otra vez en su sacrificio: Él dio
su vida para abrir la esperanza, el mal y la violencia no prevalecerán al final
de la historia y que lo pequeño y olvidado de la historia será el primero en la
luz”.
Si usted tiene una denuncia que hacer sobre casos
de abusos o irregularidades dentro de la Iglesia, sírvase escribir al correo
electrónico denuncias@aciprensa.com
POR BLANCA RUIZ | ACI Prensa
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