Antiguamente, en Huacho se usaba para cocinar el famoso: "primus", un aparato que con presión de aire y teniendo querosene como combustible, emitía una potente llama, con la cual se cocinaba muy rápido. Pero esto implicaba el bombear el aire con un dispositivo que hacía bastante ruido. A cada bombeo que se daba -era muy bullicioso- los oídos descansaban cuando este se apagaba.
Por este
aparato doméstico conocí las ventanas dimensionales que son las horas más
propensas: 6:00 am, 12:00 m, 6:00 pm para ver o sentir
fenómenos paranormales, sin importar que sea de día, pues se daban fenómenos en
la “quinta” en que vivía.
Las casas
de la quinta en mención tenían solo tres piezas: sala,
cuarto y cocina. Era peculiar que cuando el primus funcionaba al fondo
de la casa, se escuchaba el escandaloso bombeo del primus, sea mediodía o de
mañanita. Toda la quinta lo había sentido, dado que todos usábamos primus, una
cocina de gente pobre. Esto era tan peculiar que una vecina se propuso a
averiguar quién bombeaba los primus a esas horas. Así es que un mediodía en que
escuchaba el bombeo se acercó a la cocina.
Fue
encontrada después, desmayada, botando espuma por boca y nariz. La llevaron al
antiguo hospital del Carmen (hoy local de la Beneficencia) y la estabilizaron.
Ella contó haber encontrado a una persona de espaldas manipulando el primus con
ropa multicolor y lentejuelas. Quien, al voltear el rostro, era un payaso con
una inmensa nariz que comenzó a intentar hacerle cosquillas con sus largos
dedos. Ella regresó a su casa, pero luego de unas semanas falleció botando
gusanos por su nariz.
La
familia trajo un espiritista de las Huaringas de Piura, para que cure y limpie
la casa. Luego éste afirmó que la señora había tenido un encuentro con un
espíritu "chocarrero" que es un
fenómeno paranormal al que le gusta jugar y burlarse de las personas, el verlo
es letal, pero esa es otra historia…
De Darío Pimentel Delgado
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