En la literatura encontramos varios casos de personas con algún tipo de desorden psiquiátrico sometidas a exorcismo. Sin embargo, el exorcismo es un ritual medieval dañino para las personas que sufren de algún tipo de desorden neurológico o psiquiátrico.
En febrero de 2017 un artículo en
la revista Nature Communication analizó la regulación del miedo en humanos.
Estudiaron la actividad de las neuronas presentes en regiones del cerebro como
la amígdala y el hipocampo. Insertando electrodos directamente en estas áreas,
los investigadores observaron que las neuronas de la amígdala incrementaban su
actividad milisegundos antes que el hipocampo cuando las personas miraban una
escena de películas de terror. Dicho de otro modo, la amígdala
procesa el miedo, el hipocampo guarda ese miedo.
Si te invito a participar en un
estudio similar, ¿cuál sería la película con la que de solo
pensar en alguna de sus escenas, se erizan los pelos de tu piel? Mi
respuesta es una sola, El Exorcista,
película del año 1973 que cuenta la historia de una niña de 12 años que sufre
una posesión demoníaca y es sometida a un exorcismo, y que está basada en
la historia de un niño de 14 años que sufrió cambios en
su personalidad y fue sometido a exorcismo por tres meses en el año 1949.
La película fue filmada en Georgetown, Washington D.C. Yo
vivo cerca de ese lugar y encontré las escaleras donde el Padre Karras se lanza
y muere al final de la película, liberando así a Reagan del demonio. ¿Qué sentí al visitarlas? Al final de les cuento.
La práctica de exorcismo es antigua y transversal en muchas culturas con evidencia
histórica desde la antigua Mesopotamia, Grecia, Roma, etc. La
palabra exorcismo genera en la mayoría de las personas miedo, nuestra amígdala
e hipocampo trabajando en conjunto para recordarnos lo que alguien en una
iglesia nos dijo, el demonio nos puede atacar.
Pero la pregunta es, ¿debemos temer? ¿En el siglo 21, es necesario tener
exorcismos?
CONSULTE A UN MÉDICO NO A UN EXORCISTA
La iglesia católica popularizó
el exorcismo en
el siglo 16 y lanzó durante el periodo de la Contrarreforma en Europa la
primera guía oficial de exorcismo, en 1614 llamada "De exorcismis et supplicationibus quibusdam" (De exorcismo y ciertas suplicaciones).
Posteriormente, durante la ilustración, y con el avance del conocimiento en
diversas áreas del conocimiento, la creencia de
demonios poseyendo gente comenzó a ser considerada superstición y su uso
disminuyó, pero
como sabemos sigue viva hasta nuestros días.
Para ser candidato a un exorcismo
católico se debe cumplir ciertas características que no tengan explicación
médica como: habilidad supernatural (ejemplo
levitar), hablar idiomas antiguos aversión a símbolos sagrados, etc. Lo
preocupante de esta práctica es que el juicio del
sacerdote es el que determina que no es algo clínico sino más bien un demonio
atacando a la persona.
No solo la Iglesia Católica sigue
promoviendo el uso de esta práctica. Exorcismo en las Iglesias pentecostales es
una práctica extendida, al menos en Estados Unidos. En el año 2017, en
Nicaragua, una Iglesia Pentecostal realizó un exorcismo que resulto en la
muerte de Vilma Trujillo. Fue torturada y no
alimentada por días hasta finalmente ser quemada en una hoguera.
En general muchas de las personas
que sienten ser poseídas por demonios o algo sobrenatural pueden estar
padeciendo -según el manual de psiquiatría (DSM5)- de un desorden de identidad disociativa en forma de posesión (TID). Muy
brevemente su sintomatología se resume en perturbación de la identidad (dos o
más personalidades), lapsos de memoria y síntomas que causan malestar
clínicamente significativo en la vida social y laboral (García, 2017). La causa
del TID usualmente se asocia a traumas sufridos durante la niñez.
Además, no solo las personas con
TID han sido catalogadas como poseídas, personas que padecen epilepsia,
esquizofrenia o incluso síndrome de Tourette (Germiniani, 2012), han sido sufrido el estigma de ser
personas poseídas por el demonio.
MÁS SOBRE CIENCIA HORAS
En la literatura encontramos
varios casos de personas con algún tipo de
desorden psiquiátrico sometidas a exorcismo. A continuación, nombraré alguno de estos casos.
En 2016 el caso de una mujer
africana de 30 años que sufrió abusos físicos y sexuales desde los ocho años
fue sometida a un exorcismo por la Iglesia Pentecostal debido a que cambiaba su
personalidad, entre otros síntomas. La experiencia de ser atada y estar frente a
un hombre con figura de poder (exorcista), volvió a recordar su trauma y a
experimentar sus dolorosas memorias, agudizando su problema psiquiátrico. Los médicos que la trataron después de un tiempo la
diagnosticaron con TID (Pietkiewicz 2017)
Por otro lado, una mujer de 28
años en España había sido diagnosticada hace cinco años con esquizofrenia
paranoide y estaba bajo tratamiento farmacológico que la mantenían bajo cierta
estabilidad. La mujer fue llevada a un cura católico que dijo que sus síntomas
eran debido a un demonio, por esta razón la sometieron a
numerosos exorcismos, interrumpieron su tratamiento médico y agravaron su
condición (Tajima, 2011).
Otro interesante caso es la de un
hombre de la India que tenía conductas criminales, porque según él estaba
poseído por un fantasma. Este hombre fue sometido a numerosos exorcismos, pero
luego fue llevado al médico donde se le diagnosticó esquizofrenia
paranoide y fue tratado con antipsicóticos y
sus síntomas mejoraron (Hale,1994).
Finalmente, también se ha
relacionado con posesión demoníaca a personas que sufren de una enfermedad
antiinflamatoria llamada "Encefalitis por
anticuerpos contra el receptor de NMDA". Los síntomas varían
desde pérdida de memoria, trastornos cognitivos y de comportamiento, alucinaciones,
delirios, convulsiones, movimientos anormales, etc.
El receptor de NMDA (rNMDA) es
una proteína cuya función es ser receptor del neurotransmisor glutamato y es
muy importante para la transmisión del impulso nervioso en el sistema nervioso
central. El propio sistema inmunológico produce anticuerpos contra el receptor
produciendo así una inflamación en el cerebro. La causa de estos
anticuerpos es debido a tumores, siendo las mujeres las más propensas a tener
esta enfermedad.
Hay un libro autobiográfico de la
vida de Susannah Cahalan sobre su experiencia con esta enfermedad y Netflix
realizó una película basada en el libro llamada "Brain
on Fire" (Cerebro
bajo fuego)
En conclusión, con estos casos
quiero establecer el punto de que el exorcismo es un ritual medieval
dañino para las personas que sufren de algún tipo de desorden neurológico o
psiquiátrico. Principalmente interfiriendo con el apropiado diagnóstico
y tratamiento de los pacientes. Es mejor consultar a un médico ante cualquier
anomalía conductual, un especialista sabrá reconocer los síntomas y ayudar
adecuadamente.
Volviendo a la anécdota sobre la
película "El Exorcista", les
comenté sobre mi visita a "las escaleras del
Exorcista" en Georgetown. Recordé como cuando era niño la película
me causó pesadillas y miedo a la oscuridad por días ¡maldita
amígdala e hipocampo! Ahora, en mi adultez, no negaré que me dieron
escalofríos ver las escaleras, incluso de día. Así que hice lo que cualquier
persona haría en mi caso, fui a verlas en la noche.
* Doctor en
biología molecular, celular y neurociencias de la U. de Chile y doctor en
Ciencias de la U. de Groningen, Holanda.
Pablo Muñoz LLancao
*
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