Aunque no se sabe cómo, ni cuándo apareció este apetitoso pan, si se sabe que NO es de origen francés, lo que puede haber pasado es que algún panadero de origen francés o belga haya puesto en su panadería este pan y de ahí que le venga el nombre.
El dato más exacto de cuándo apareció en Lima lo tiene Manuel Asencio Segura (tenía que ser un dramaturgo, ¡¡Hurra por el colega!!) quien en 1839, al escribir su obra "El Sargento Canuto" hace alusión a la butifarra con el pan francés, y es que los ingredientes se amalgaman a la perfección, dándole al sandwich un sabor propio y bien definido.
Uno de
los lugares místicos y de tradición donde se prepara una de las mejores
butifarras, en sociedad con el elegante Pan Francés, es “El Cordano” que desde 1905 recibe a sobresalientes personajes,
como mandatarios, políticos e intelectuales, dentro de los que destaca el
célebre poeta Martín Adán.
El pan
Francés en sus primeros años de difusión era pegado a la "Elite" limeña, formando parte de la
conjunción de peruanos que vivían el sueño Europeo, recordemos sino lo que era
el Palais Concert, un lugar donde los "yupis"
limeños podían tertuliar de política, deporte y hasta de los nuevos
inventos científicos.
Con mantequilla, con queso, con queso crema, con plátano, con camote,
con torreja, con atún, con pejerrey, con hot dog, con chorizo, o con lo que le quieras poner dentro, o el pan con pan famoso, el pan
francés se ha metido en la mesa de los limeños cumpliendo con llevar el buen
sabor, nutrir a los escolares, y por último llenarnos la pancita con este
manjar netamente peruano.
Ya
lo sabes, el pan francés es otra delicia de la mesa peruana que nació en Lima.
(JAMEA)
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