Enseñar a no ofender nos hace diferentes y es el primer paso para aprender a perdonar a disculpar, para hacernos más fuertes en nuestra forma de comunicarnos con los demás.
Mide tus
palabras, se consecuente, no todo lo que llega a la mente ha de salir a la luz,
hay cosas que al pensarla dos veces caemos en la cuenta del mal que puede
hacerse.
© copyrigth | Sebastian Alonso Ojeda
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