Siempre que los
testigos narran intervenciones divinas como aparición de ángeles, de María y
hasta en el caso de la Transfiguración no parece que, de inmediato, comprendan
lo que está sucediendo; quizá ni más tarde lo comprenden del todo pero en
todos, sin excepción, dichas intervenciones cambian la historia de sus vidas
incluso si sus vidas cotidianas no cambian.
El cambio es en el ámbito
sobrenatural que es el lugar donde Dios realmente interviene y con el que
tenemos poca familiaridad dado que somos flojos para seguir las mociones
divinas en torno a rezar, orar, hacer penitencia,
reparar, expiar adorar y nutrirnos de Dios mediante los sacramentos.
Esa compañía que Pedro
anhelaba se halla en el ámbito sobrenatural de un alma en estado de gracia.
Allí donde Dios está y se encuentra muy a gusto amándonos.
Subamos
al Tabor
para hallarlo y estar en su compañía todo el tiempo que lo permita.
Maricruz Tasies
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