El 15 de AGOSTO, es el día en el que, llenos de GOZO,
todos los católicos del mundo celebramos la GLORIFICACIÓN
de nuestra SANTA MADRE MARÍA. Es un día
importante de la vida terrenal de la VIRGEN.
Sin duda es un día TRISTE, pero a la vez de
una gran FELICIDAD. Es un día TRISTE porque un 15
AGOSTO de hace casi dos mil años, a las 3 de la tarde, la SMA. VIRGEN moría, abandonaba ésta tierra. Tenía 69
años, 11 meses y 6 días de edad, y hacía 21 años y 4 meses que su amadísimo
Hijo había muerto en la CRUZ. Desde
entonces, vivía en GETSEMANÍ en compañía de JUAN, el discípulo PREDILECTO,
en una CASITA solitaria "rodeada completamente por una barda",
que LÁZARO, en agradecimiento, le había
regalado a fin de protegerla de las miradas indiscretas de los curiosos y
también para defenderla de la hostilidad de los enemigos de su amadísimo Hijo JESUCRISTO.
Y es un día de enorme JÚBILO, porque MARÍA no murió de DOLOR,
MARÍA no murió de ENFERMEDAD, no
murió de ACHAQUES. MARÍA muere de FELICIDAD, muere de ÉXTASIS,
mediante un BESO que le da el ESPÍRITU SANTO tan PODEROSAMENTE
DIVINO, que su ALMA se exhaló al
recibirlo.
Poco antes de morir, JUAN le suplicó:
«¡OHH MARÍA! ¡MADRE DE LA LUZ! ¡RUEGA POR EL MUNDO,
DEL QUE VAS A SALIR!». Y la bienaventurada MARÍA,
con la respiración agitada, y con lágrimas en los ojos, dijo: «¡OH JESUCRISTO!! ¡MI SEÑOR Y MI DIOS ETERNO! TÚ QUE POR
LA VOLUNTAD DEL PADRE Y LA AYUDA DEL ESPÍRITU SANTO, HAS CREADO EL CIELO Y LA
TIERRA, ESCUCHA LOS RUEGOS DE TU MADRE... YO TE RUEGO QUE RECIBAS A LOS QUE
COMULGUEN EN TÍ, A LOS QUE TE OFREZCAN PRESENTES EN MI NOMBRE, Y A LOS QUE TE
INVOQUEN EN SUS DESEOS Y EN SUS SUFRIMIENTOS. APARTA DE ELLOS LOS MALES QUE SE
LES QUIERA CAUSAR, HAZ QUE SEAN LIBRADOS DE SUS DOLORES, Y QUE HALLEN LO QUE
HAN ESPERADO EN SU FE. OTÓRGALES LA DICHA DE TOMAR PARTE EN TU REINO. ALEJA DE
ELLOS A SU ENEMIGO, SATÁN, LLENO DE MALICIA... INCLÚYELOS EN EL REBAÑO DEL
PASTOR DULCE, BUENO, CLEMENTE Y MISERICORDIOSO; Y PROTEGE A TODO AQUÉL QUE TE
SUPLIQUE INVOCANDO MI NOMBRE, SEGÚN HAS PROMETIDO TÚ, QUE ERES INFINITO EN LA
MISERICORDIA Y CUYO NOMBRE, MERECE SER GLORIFICADO POR LOS SIGLOS DE LOS
SIGLOS.
AMÉN»...
MARÍA permanece unos minutos en silencio, y acto seguido, le dice a JUAN, que está inclinado sobre Ella: «YO ESTOY EN DIOS. DIOS ESTÁ EN MÍ. MIENTRAS LO CONTEMPLO
Y SIENTO SU TOQUE DIVINO, REZA LOS SALMOS Y LO QUE OTRAS PÁGINAS DE LA ESCRITURA
REFIERAN SOBRE MÍ, ESPECIALMENTE EN ÉSTA HORA. EL ESPÍRITU DE SABIDURÍA TE LOS
INDICARÁ. DESPUÉS REZA LA ORACIÓN DE MI HIJO; REPITE LAS PALABRAS DEL ARCÁNGEL
DE LA ANUNCIACIÓN Y LAS QUE ME DIJO ISABEL; TAMBIÉN REZA MI HIMNO DE ALABANZA
(MAGNIFICAT). YO TE
SEGUIRÉ CON TODA LA FUERZA QUE TODAVÍA ME QUEDA EN
ÉSTA TIERRA...».
JUAN lucha contra el llanto que le sale del CORAZÓN,
se esfuerza por dominar la emoción que lo turba, y empieza cantando los SALMOS con aquella magnífica voz que con los años
se ha hecho muy parecida a la de CRISTO.
Empieza cantando el SALMO 119 (118), que dice casi completo; es un SALMO muy
largo, que expresa al hombre el adorable querer DIVINO,
y que si lo sigue, lo hace DICHOSO. Después,
los 3 primeros versos del SALMO 42 (41), que
dice así: "Así como la cierva busca las
corrientes de agua, así mi alma clama por Tí, Ohh Dios. Mi alma tiene sed de
Dios, del Dios viviente...".
Luego, los primeros ocho versos del SALMO 39
(38), que expresan los sentimientos de JUAN
ante el tránsito de MARÍA. Luego el SALMO 23
(22), y después el SALMO 1º. JUAN continúa con la oración de JESUCRISTO que es
el PADRE NUESTRO. Luego prosiguió con las palabras del ÁNGEL
de la ANUNCIACIÓN: "DIOS TE SALVE MARÍA, LLENA
ERES DE GRACIA, EL SEÑOR ESTÁ CONTIGO". Luego, con las palabras que
le dijo a MARÍA su prima Santa ISABEL: "BENDITA ERES ENTRE TODAS LAS MUJERES Y BENDITO ES
EL FRUTO DE TU VIENTRE". Luego, el Cántico de TOBÍAS, y después el ECLESIÁSTICO,
versículos 11 al 16. Y por último reza el "MAGNIFICAT";
pero poco antes de terminarlo, se da cuenta de que la VIRGEN
YA NO RESPIRA, aunque su aspecto permanece natural, sonriente y
tranquila, como si no hubiese advertido el fin de su vida terrena.
JUAN, con un grito de DOLOR, se arroja al
suelo y llama, llama a MARÍA. No acepta que
Ella ya no pueda responderle, que su cuerpo esté sin el aliento vital. Sin
embargo, se rinde ante la evidencia. Se inclina a ver el rostro de la VIRGEN; lágrimas y más lágrimas llueven de sus
ojos y caen sobre aquel rostro delicado, sobre aquellas manos puras que están
dulcemente cruzadas sobre el pecho. Es el ÚNICO
LAVADO que tendrá el CUERPO de MARÍA:
"EL LLANTO DEL APÓSTOL DEL AMOR Y DE SU HIJO ADOPTIVO, POR QUERER DE
JESÚS".
Está por caer la noche y JUAN se
apresura para salir a cortar de los alrededores todas las FLORES que pueda encontrar, así como ramas de OLIVO, con las aceitunas ya formadas. Vuelve a
entrar en la recamarita, y a la luz de la lámpara coloca las ramas de olivo y
las flores alrededor del cuerpo de la VIRGEN,
formando una gran CORONA. Finalmente, JUAN se sienta sobre un banco, poniendo en el
suelo junto al lecho, la lámpara, y contempla orando, a la VIRGEN...
Han transcurrido ya TRES días del
sueño extático de MARÍA... Sin embargo, su SANTÍSIMO CUERPO todavía está tal y como estaba
cuando expiró. Sus "RESTOS MORTALES" permanecen
INCORRUPTOS. NINGUNA señal de muerte está en
su rostro, ni sobre sus manos. NINGÚN olor
desagradable hay en la estancia. Más bien, hay un perfume indefinible que tiene
algo de INCIENSO, de AZUCENAS, de LIRIOS y de YERBAS SILVESTRES, todo junto.
JUAN, que hace 3 días vela, se ha quedado DORMIDO,
vencido por el CANSANCIO. Tiene los OJOS sumamente ENROJECIDOS
de tanto llorar. Empieza el AMANECER, y de
pronto... UNA GRAN LUZ LLENA LA RECÁMARA, UNA
BRILLANTE LUZ PLATEADA. ES UNA LUZ IGUAL A LA QUE LLENÓ LA GRUTA DE BELÉN EN EL
MOMENTO DE LA NAVIDAD DIVINA; Y DENTRO DE ÉSTA LUZ PARADISÍACA, SE DIBUJAN
CRIATURAS ANGÉLICAS, QUE SE COLOCAN FORMANDO UNA CORONA ALREDEDOR DEL LECHO, SE
INCLINAN SOBRE EL MISMO, LEVANTAN EL CUERPO INMÓVIL DE LA VIRGEN Y, CON UN
MOVIMIENTO MÁS FUERTE DE SUS ALAS, SE ELEVAN ATRAVEZANDO UNA ABERTURA QUE SE
ABRIÓ PRODIGIOSAMENTE EN EL TECHO, COMO PRODIGIOSAMENTE SE ABRIÓ EL SEPULCRO DE
JESÚS; Y SE VAN, LLEVANDO CONSIGO EL CUERPO DE SU REINA, SANTÍSIMO, ES VERDAD,
PERO TODAVÍA NO GLORIFICADO Y POR LO TANTO, SUJETO TODAVÍA A LAS LEYES DE LA
MATERIA, SUJECIÓN A LA CUAL YA NO ESTABA CRISTO, PORQUE YA ESTABA GLORIFICADO
CUANDO RESUCITÓ DE LA MUERTE...
Instantes después, JUAN despierta a
causa del sonido de las alas de los ÁNGELES.
El APÓSTOL mira a su alrededor todavía medio
atolondrado, y se fija que el LECHO está VACÍO y que el TECHO
tiene una ABERTURA. Intuye que ha sucedido
un PRODIGIO y corre hacia el patio. Levanta
la cabeza y alcanza a ver el CUERPO INERTE de MARÍA,
que está como dormida, sostenida por el grupo de ÁNGELES.
JUAN continúa mirando ése CUERPO que sube
al CIELO y, por un PRODIGIO
que DIOS le concede a él para CONSOLARLO y PREMIARLO
por su AMOR a su MADRE ADOPTIVA, logra ver que la VIRGEN se pone en pié, porque ahora también Ella
disfruta de los dones propios de los cuerpos ya LORIFICADOS. JUAN observa...
Contra toda LEY NATURAL, DIOS le concede el MILAGRO de poder ver a MARÍA
mientras sube al CIELO; ya no es ayudada por
los ÁNGELES, ahora LA RODEAN JUBILOSOS.
DIOS-AMOR, le concede a su DISCÍPULO AMADO un
último PRODIGIO: VER EL ENCUENTRO DE LA MADRE
SANTÍSIMA CON SU SANTÍSIMO HIJO, quien, también ESPLÉNDIDO
y ESPLENDOROSO, y de una rara BELLEZA INDESCRIPTIBLE, desciende directo del CIELO, al encuentro de su MADRE,
la estrecha en su CORAZÓN, y juntos, más
resplandecientes que cualquier astro, se dirigen allá, de donde Él vino. Instantes
después, JUAN termina de ver...
PERO, ¿QUÉ ES LO QUE PASA DESPUÉS DE QUE MARÍA
LLEGA AL CIELO?
Después de haber sido recibida de manera jubilosa por su amado Hijo JESÚS, cuando entran al CIELO,
JESÚS se dispone a llevarla ante el TRONO
de la DIVINIDAD. Y hablando con el ETERNO PADRE en presencia de todos los
bienaventurados, que estaban atentos a ésta maravilla, el VERBO HUMANADO JESUCRISTO, dijo éstas palabras: «ETERNO PADRE MÍO: MI AMANTÍSIMA MADRE, VUESTRA HIJA
QUERIDA Y ESPOSA REGALADA DEL ESPÍRITU SANTO, VIENE A RECIBIR LA POSESIÓN ETERNA
DE LA CORONA Y GLORIA QUE PARA PREMIO DE SUS MÉRITOS LE TENEMOS PREPARADA. ÉSTA
ES LA QUE NACIÓ ENTRE LOS HIJOS DE ADÁN COMO ROSA ENTRE LAS ESPINAS, INTACTA,
PURA Y HERMOSA, DIGNA DE QUE LA RECIBAMOS EN NUESTRAS MANOS Y EN EL ASIENTO A
DONDE NO LLEGÓ ALGUNA DE NUESTRAS CRIATURAS, NI PUEDEN LLEGAR LOS CONCEBIDOS EN
PECADO. ÉSTA ES NUESTRA ESCOGIDA, LA QUE NUNCA SE APARTÓ DE NUESTRA VOLUNTAD Y
LA QUE HALLÓ GRACIA Y COMPLACENCIA EN NUESTROS OJOS. PADRE MíO: RECTÍSIMO ES EL
TRIBUNAL DE NUESTRA MISERICORDIA Y JUSTICIA, Y EN ÉL SE PAGAN LOS SERVICIOS DE
NUESTROS AMIGOS CON SUPERABUNDANTE RECOMPENSA. JUSTO ES QUE A MI MADRE SE LE DÉ
EL PREMIO COMO A MADRE; Y SI EN TODA SU VIDA Y OBRAS FUÉ SEMEJANTE A MÍ EN EL
GRADO POSIBLE A PURA CRIATURA, TAMBIÉN LO HA DE SER EN LA GLORIA, EN EL ASIENTO
DEL TRONO DE NUESTRA MAJESTAD».
Éste decreto del VERBO HUMANADO, fué
aprobado por el PADRE y el ESPÍRITU SANTO. Luego, delante de los PATRIARCAS, PROFETAS y SANTOS,
delante de los ÁNGELES y los MÁRTIRES, DIOS PADRE, habló así: «HE AQUÍ LA OBRA PERFECTA DEL CREADOR. HE AQUÍ LO QUE YO
HE CREADO A MI MÁS VERDADERA IMÁGEN Y SEMEJANZA ENTRE TODOS LOS HIJOS DEL
HOMBRE; ES FRUTO DE UNA OBRA MAESTRA DIVINA, MARAVILLA DEL UNIVERSO QUE REÚNE
EN EL ESPÍRITU DE UN SÓLO SER, LO ETERNO, DIVINO, ESPIRITUAL, INTELIGENTE,
LIBRE Y SANTO COMO ES DIOS, Y DONDE LOS TRES REINOS DE LO CREADO (reinante,
purgante y militante), ESTÁN IMPULSADOS A INCLINARSE. AQUÍ ESTÁ EL TESTIMONIO
DE MI AMOR POR EL HOMBRE, PARA EL CUAL, QUISE UNA SUERTE DICHOSA DE VIDA ETERNA
EN MI REINO. HE AQUÍ, EL TESTIMONIO DE MI PERDÓN AL HOMBRE, A QUIEN POR
VOLUNTAD DEL TRINO AMOR, HE CONCEDIDO REHABILITACIÓN ANTE MIS OJOS. ÉSTA ES, EL
ANILLO DE UNIÓN ENTRE EL HOMBRE Y DIOS; ÉSTA ES, AQUELLA QUE REVIERTE LOS
TIEMPOS A LOS PRIMEROS DÍAS, Y PROPORCIONA A MI VISTA DIVINA, LA ALEGRÍA DE
CONTEMPLAR UNA EVA COMO YO LA HABÍA CREADO, PERO AHORA HECHA TODAVÍA MÁS BELLA
Y SANTA, PORQUE ES MADRE DE MI VERBO, Y PORQUE ES MÁRTIR DEL MÁS GRANDE
PERDÓN...».
Al final, aquella ALMA SANTÍSIMA DE MARÍA,
fué transportada a la diestra de su HIJO Y DIOS
VERDADERO, y colocada en el MISMO TRONO REAL
DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD, a donde ni HOMBRES,
ni ÁNGELES, ni SERAFINES
llegaron, ni llegarán jamás por toda la ETERNIDAD...
Y es el mismo JESÚS, el que, por
medio de la vidente MARÍA VALTORTA, nos
corrobora lo que JUAN vivió. Así nos lo platica: "VUESTRA
LEYENDA DICE: QUE EN LA TUMBA DE MARÍA, REABIERTA POR TOMÁS, HABÍA ÚNICAMENTE
FLORES. PUES BIEN, NO HUBO SEPULCRO DE MARÍA PARA SUS RESTOS. NO HUBO RESTOS DE
MARÍA. MARÍA NO ESTABA MUERTA. SU CUERPO FUÉ UNIDO A SU ESPÍRITU QUE LA HABÍA
PRECEDIDO. SE INVIRTIERON LAS LEYES HABITUALES, POR LAS CUALES EL ÉXTASIS
TERMINA CUANDO EL ESPÍRITU REGRESA AL CUERPO; EN ÉSTE CASO, FUÉ EL CUERPO DE
MARÍA QUE REGRESÓ AL ESPÍRITU DESPUÉS DE UNA ESPERA SOBRE EL LECHO FUNERARIO.
TODO ES POSIBLE PARA DIOS... YO, JESÚS, HE SALIDO DEL SEPULCRO, SIN NINGUNA
CLASE DE AYUDA, ÚNICAMENTE CON MI PODER. MARÍA VINO A MÍ, SIN CONOCER EL
SEPULCRO CON SU HORROR DE PODREDUMBRE Y DE CORRUPCIÓN. VOSOTROS NO TENÉIS
RELIQUIAS DEL CUERPO, NI DE LA TUMBA DE MARÍA, PORQUE MARÍA NO TUVO TUMBA. SU
CUERPO FUÉ LLEVADO AL CIELO POR LOS ÁNGELES. ALLÍ OS ESPERA, ROGANDO A SU HIJO
POR VOSOTROS...».
Y por su parte, JUAN, después de
haber sido el ÚNICO TESTIGO de la ASUNCIÓN de MARÍA,
nos deja el siguiente mensaje: «GRACIAS ¡OH DIOS!
POR HABERME PERMITIDO VER LO QUE SERÁ DESPUÉS DEL JUICIO FINAL, LA RESURRECCIÓN
DE LOS CUERPOS, Y SU FUSIÓN CON EL ESPÍRITU QUE SUBIÓ AL CIELO A LA HORA DE LA
MUERTE. A TODOS LOS QUE DUDAN, LES PODRÉ DECIR, JURANDO SOBRE LAS COSAS MÁS
ESTIMABLES, QUE NO SÓLO JESUCRISTO VOLVIÓ A VIVIR POR SU PROPIO PODER DIVINO,
SINO QUE TAMBIÉN SU MADRE, TRES DÍAS DESPUÉS DE SU MUERTE, SI PUEDE LLAMARSE
MUERTE A SU ÉXTASIS, RECUPERÓ LA VIDA, Y CON EL CUERPO REUNIDO CON EL ALMA,
HIZO SU ETERNA MORADA EN EL CIELO A UN LADO DE SU HIJO. PODRÉ DECIR:
"CREED, ¡OH CRISTIANOS! EN LA RESURRECCIÓN DE LA CARNE QUE SUCEDERÁ AL FIN
DE LOS SIGLOS. CREED EN LA VIDA ETERNA PARA EL CUERPO Y EL ALMA; VIDA
ETERNAMENTE DICHOSA PARA LOS SANTOS, ETERNAMENTE HORRIBLE PARA LOS CULPABLES
IMPENITENTES. YO, JUAN, EL DISCÍPULO AMADO, SOY TESTIGO PRESENCIAL...
Publicado por Unción Católica y Profética
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