Los libros de autoayuda, los
gurús del positivismo extremo y los ‘coaches’ inspiradores venden libros como churros, se hacen ‘youtubers’ de éxito y los fichan las grandes
empresas para dar charlas a sus empleados. Marian Benito ha preguntado a
expertos si este ‘boom’ de la autoayuda nos
va a hacer finalmente felices, y ha escrito este artículo que ha publicado la
revista Quo, con una interesante
perspectiva crítica de un importante campo de la literatura New Age desde un
punto de vista secular.
No se sabe de nadie que haya
conseguido atraer con sólo pegar su hocico a un imán cualquier cosa que desee
con el poder de su pensamiento. Y eso que es la única idea que encontramos en
las más de 200 páginas de El Secreto, el libro
que escribió Rhonda Byrne en 2006. Tampoco existe constancia de que
nadie haya superado un cáncer con la fuerza del amor o con la voluntad, como
propugnó en Usted puede sanar su vida Louise L. Hay, la representante más famosa
de un escuadrón de autores y
místicos de la Nueva Era que aseguran que la mente es la causante de la
enfermedad.
“El
primero es un libro de magia que
ha conseguido convencer a millones de personas de que la ley de la atracción es
la ley más poderosa de la naturaleza, la que hace que, si visualizas el
dinero, este acabe llegando a ti, incluso en forma de cheques que encontrarás
en el buzón de tu casa”, señala el psicólogo canario Eparquio Delgado,
autor de autor de Los libros de autoayuda, ¡vaya timo!
En cuanto a Louise L. Hay,
esta es su opinión: “la idea de que los
pensamientos son la causa de la enfermedad no tiene fundamento y además
sostiene una visión individualista,
donde las emociones tienen más peso que el propio comportamiento y otras
circunstancias externas”.
A pesar de ello, El Secreto se
ha convertido en una de las biblias del pensamiento positivo y Usted puede sanar su vida alcanza ya los 50 millones de copias
vendidas. Según Psychology Today,
solo en EE.UU. las ganancias editoriales de esta rama rondan los 2.500 millones de dólares al año (datos
de 2017), cifra que aumenta un 2,5 % cada año desde 1972.
Napoleon Hill, con Piense y hágase rico, puede haber vendido 70
millones de copias. Norman Vincent Peale, con El
poder del pensamiento tenaz, 20 millones. Paulo Coelho, con El alquimista, 65 millones. Y Rhonda Byrne,
con El Secreto, 19 millones.
Quien busque en librerías online puede encontrar unos 417.000 libros de crecimiento personal.
Muchos títulos, pero un mismo fundamento: “Si quieres algo, todo el universo conspira para que
realices tu deseo”.
¿Cómo se justifica este éxito
creciente? El psicólogo Carlos Sanz Andrea tiene una idea clara: “El reclamo es imperecedero, funciona y funcionará porque promete soluciones fáciles y cómodas para
problemas que, por lo general, son complejos y requieren esfuerzo. Su
nicho de mercado se dirige a cubrir el deseo humano universal de encontrar
respuestas absolutas, una tendencia que viene favorecida por la cultura de la
inmediatez y por nuestro propio funcionamiento cerebral. Tendemos a construir
explicaciones generales y rápidas, de las que podamos valernos para seguir
adelante, ahorrar procesamiento y garantizar nuestra supervivencia”.
Es un fenómeno al que nadie es
inmune. “Cualquiera cae en la tentación de
adquirir ese libro a 19.99 € o recurrir a ese gurú que promete una mejora
espectacular”, advierte el
psicólogo.
EL CAMELO DE LO CERCANO
Alice Schroeder, biógrafa del
empresario e inversor Warren Buffett, confiesa que el único diploma que cuelga
en el despacho del magnate es el de un curso al que asistió impartido por Dale
Carnegie para superar el miedo a hablar en público.
Juan Carlos Siurana, profesor
de Filosofía Moral de la Universidad de Valencia y autor de Felicidad a golpe de autoayuda, añade algo
más: “El autor intenta establecer una
relación de amistad con la persona que lee su libro, hablándole en segunda persona
y con un lenguaje sencillo. Cuenta anécdotas, promete un cambio espectacular y muestra los poderes que puedes conseguir o
las necesidades que puedes cubrir”.
A nuestro cerebro narrativo le
gusta que le cuenten historias porque retiene mejor el mensaje. “Estos autores –comenta– son especialistas en contar historias, a menudo sobre
personajes famosos o ricos, pero también de su propia vida, para ponerse como
ejemplo de todo lo que la persona que está leyendo el libro puede lograr. El objetivo es conectar emocionalmente con
sus lectores. Hacerles sentir”. Los
libros académicos, en cambio, suelen estar escritos con un lenguaje muy
técnico, plano y poco emotivo. Este es al menos el sentir general de todos los
profesionales consultados.
EL PODER DEL AHORA
Siurana no pasa por alto la
promoción en los medios de comunicación, sobre todo en televisión. “En EE.UU., un autor de autoayuda entrevistado y
recomendado por la influyente Oprah Winfrey se convierte en best seller de
inmediato”. Es el caso del libro
de Eckhart Tolle, El poder del ahora, publicado en 1999. Ha vendido
más de tres millones de ejemplares y se ha traducido, al menos, a diecisiete
idiomas.
El libro denuncia el error de vivir con la esperanza puesta en
un futuro maravilloso o con remordimiento de conciencia por los errores del
pasado, olvidando que la vida se vive ahora y que es ahora cuando
debemos atender a lo que nos rodea y aprender a vivir. El hecho de que este
mensaje perdure se debe seguramente a que tiene los ingredientes mencionados,
pero también a la promoción: no hay más que ver la abundancia de vídeos en
internet de Tolle entrevistado por Winfrey.
LITERATURA DE BAJA CALIDAD
Por otra parte, estos gurús suelen ser tipos muy carismáticos
que proyectan una inquebrantable convicción y confianza en una idea. En
su ensayo Por qué es tan malo Paulo Coelho,
el escritor colombiano Héctor Abad es tajante: “Coelho disfraza de misterio y asombro las puras
tonterías”.
David Viñas, profesor de
Literatura de la Universidad de Barcelona y autor de La erótica de la
autoayuda, da un paso más y alerta de los mecanismos ideológicos que
imperan detrás de la retórica de estos autores y que ejercen un gran poder de seducción. “Su material es tan repetitivo
que ya se ha automatizado”.
El estudio titulado Sobre la recepción y detección de tonterías
pseudoprofundas, dirigido por el psicólogo Gordon Pennycook en la
Universidad de Waterloo, detectó que las personas propensas a consumir este
material y creer en el poder curativo de la mente tienen alguna carencia intelectual,
menor fluidez verbal y tendencia a la idea conspirativa.
La mera presencia de palabras
con un significado abstracto, como ‘belleza’ o
‘manifestación’, basta para que perciban la
frase como profunda y valiosa. La vacuna contra la tontería, concluye Pennycook,
es una sana dosis de escepticismo.
¿QUÉ PELIGROS PUEDE HABER?
A estas alturas, más que
preguntarnos si la autoayuda funciona, habría que analizar si su exceso
conlleva a algún peligro. Para empezar, según Viñas, te hacen entender que las riendas las llevas
tú. “Esto indica que la
responsabilidad de lo que te pase al final es siempre tuya: ¡menuda carga! Así
funciona esta lógica perversa que fija como objetivo último la felicidad
individual”.
Realmente, es un fenómeno perfecto de retroalimentación del
mercado. La falta de esa felicidad que no consigue hallar el lector en
la autoayuda multiplica sus problemas y, en la recaída, vuelve a la estantería
en busca de una promesa mejor. El consejo de Viñas es desarrollar una visión
más crítica. “Si nos fijáramos en la forma
de actuar de la gente que dice que puede ayudarnos, veríamos que hay muchos cantamañanas”.
En un ensayo publicado en la
revista Psychological Science la psicóloga Joanne Wood concluye que frases como “tú
puedes” no hacen más que
generar el efecto contrario, ya que debilitan el estado de ánimo y aumentan la
percepción negativa de uno mismo. Pero hay algo aún más perturbador,
según Delgado: “Insinuar a la gente que
pasa dificultades que todo está en su cabeza y solo debe cambiar de actitud.
‘¿Tienes cáncer? Muéstrate agradecido. Supone una oportunidad para mejorar tu
bienestar y ayudar a los demás’”.
¿AGRADECER EL CÁNCER?
Vincular pensamiento negativo
y curación del cáncer, además de falaz, considera que es perverso. Lo cuenta
también la periodista norteamericana Barbara Ehrenreich en Sonríe o muere. La trampa del pensamiento positivo.
Con 59 años le diagnosticaron un cáncer de pecho, lo que le causó un estado de
desazón e incertidumbre que chocaba con esa avalancha de lazos y ositos rosas
que encontró a su alrededor.
Su enfado y el miedo que ella
sentía por la enfermedad no cuadraban con los mensajes de lo que Delgado llama ‘buenrrollismo’. El colmo de su paciencia llegó
cuando le aconsejaron tomar el
cáncer como un regalo y cambiar de actitud. Entonces comenzó a escribir.
Su relato es similar al de la
escritora María Hernández Martí, cuya ironía queda patente en la solapa de su
libro Que no, que no me muero: “En los últimos años he tenido muchísimas
oportunidades para desplegar una paciencia maravillosa, zen, elegantísima, de
esa que te ilumina de inteligencia y te embellece. ¡Cómo las he desaprovechado
todas!”. En esta novela gráfica, ilustrada por Javi de Castro, Lupe,
la narradora, cuenta cómo, tras serle detectado un cáncer de mama, su entorno
la acribilló con consejos llenos de optimismo.
EL RIESGO SECTARIO
¿Todas las figuras del género
son desechables? “Algunas pierden el rumbo
por completo y habría que descartarlas por norma”, responde Sanz
Andrea. Para él, los libros que
provienen del pensamiento mágico y supersticioso son especialmente engañosos,
pero no se muestra más indulgente con la autoayuda que promueve un optimismo
irracional.
“Produce
lo que se ha dado en llamar ‘dictadura
de la felicidad’, una amputación artificial de nuestra vida mental que
nos lleva a un modo de comportamiento en el cual los sentimientos negativos como la tristeza, el aburrimiento
o la ira, que pueden ser coherentes, útiles, informativos y legítimos, se sustituyen por una fachada de mantras para
acallar el malestar y atraer esos presuntos resultados positivos milagrosos o
sincronías beneficiosas, según dicte el libro de turno”, afirma.
Sanz Andrea nos habla de dos
corrientes que arrasan ahora con efectos muy graves. En primer lugar, aquellos autores vinculados con movimientos
coercitivos o sectarios. “Usan el
reclamo de la autoayuda o pervierten prácticas legítimas como el mindfulness
para aumentar la captación o anular el sentido crítico de sus víctimas (por
ejemplo, Osho y Nueva Acrópolis)”.
En segundo lugar, líderes y movimientos que se infiltran para
sustituir la atención médica, predicando relaciones ingenuas entre
enfermedades físicas y metabólicas y traumas emocionales, que se sanarán con
costosísimas terapias inventadas y prescindiendo de tratamientos con evidencia
científica.
No hay más que ver cómo ha
calado el détox que imponen estos gurús como nuevo mantra que eliminará las
toxinas del cuerpo y, de paso, cualquier enfermedad. Hace unos meses murió de
cáncer Mari López, una youtuber convencida de que la oración y una dieta vegana
estaban curando su enfermedad, incluso al final. Su fe en esta idea superchera
llegaba a más de once millones de suscriptores a su canal. El mismo Steve Jobs confió su cáncer de páncreas a
terapias alternativas y prefirió el zumo a la cirugía. Cuando se quiso
operar, era tarde.
ENFERMEDADES Y DIETAS
“Si
jugar con el dinero de la gente es peligroso, aún más lo es jugar con su salud”, alerta Siurana. Le preocupan
libros como La enzima prodigiosa,
del médico japonés Hiromi Shinya. Ha vendido dos millones de ejemplares en el
mundo y en España ha figurado como el más vendido en la categoría de no
ficción.
“Sus
dos subtítulos son exageradamente engañosos. El primero exclama: ¡Una forma de
vida sin enfermar! Y el segundo dice que contiene la dieta del futuro, que curará el cáncer, evitará las
enfermedades cardíacas, detendrá la diabetes, combatirá la obesidad y prevendrá
padecimientos crónicos degenerativos”.
El supuesto descubrimiento de
Shinya, que no logra demostrar, es la existencia de una enzima madre que se va
agotando a causa de la mala alimentación y nos podría ayudar a vencer las
enfermedades. El problema es que insinúa
a los enfermos de cáncer que es mejor no someterse a la quimioterapia,
pues, según él, se trata de drogas muy peligrosas para las enzimas madre.
En una línea similar,
encontramos este discurso engañoso en los libros de Odile Fernández, como el
titulado Mis recetas anticáncer. Siurana aconseja especial cuidado con los libros de dietas. “Como la propuesta del nutricionista y dietista francés
Pierre Dukan. Su libro ‘La dieta Dukan’ llega a los diez millones de copias,
pero, según el Ministerio de Sanidad, es fraudulenta y potencialmente
peligrosa”.
ENMIENDA A LA TOTALIDAD
“Enmienda
a la totalidad”, corona Eparquio Delgado cuando le pedimos su parecer. Michelle Goodman,
escritora y periodista que dedicó bastantes años de su vida a escribir este
tipo de libros, ha revelado que todo
ese universo no es más que una patraña. Dice que lo tuvo claro desde que
vio sobre el escenario al famoso Deepak Chopra. “El sucio secreto de quienes estamos en el negocio de aconsejar a los
demás es que terminamos enseñando a otros las lecciones que necesitaríamos
aprender nosotros mismos”.
Algunos de los casos más
extravagantes ocurren en la India, la nación con más líderes espirituales per
cápita. El excéntrico Baba Ramdev,
uno de sus maestros de yoga más populares, proclama entre sus fieles austeridad,
la vida asceta y el rechazo a todo lo material. Mientras, sus ingresos rondan los 660 millones de
dólares anuales gracias a su negocio de productos inspirados en la
ayurveda, la medicina tradicional india.
Cuenta con 9.500.000 de amigos
en Facebook y casi dos millones de seguidores en Twitter. Algunos de sus
empleados le tocan los pies en señal de respeto, a pesar de que les hace creer
que los productos de la competencia provocan cáncer o que la homosexualidad se “cura” con yoga.
Otro gurú, Ram Rahim, está acusado de delitos sexuales,
asesinato y estafa a cientos de seguidores a quienes hizo creer que
si se castraban verían a Dios. Y Asaram
Bapu fue condenado en abril a cadena perpetua por violar a una menor bajo
el pretexto de un exorcismo.
Siurana hace una reflexión
final: “No está mal pensar que podemos
conseguir aquello que nos proponemos, pero no veo prudente que una persona ponga su vida en manos de un best seller”. El crítico canadiense Will Ferguson lo remata
con una frase en su libro Felicidad MR (Marca
Registrada): “Si
los libros de autoayuda sirvieran, se habría escrito uno solo”.
Secretaría RIES
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