El Movimiento
Raeliano en Portugal ha enviado al Gobierno luso una carta en la que propone el
proyecto de construcción una embajada
extraterrestre en territorio portugués, según informa el Correio da
Manhã. Recordemos que el último lugar en el que habían dicho algo parecido
era en Perú, tal como informamos recientemente en Info-RIES.
El objetivo del movimiento es
garantizar en Portugal en la creación de una embajada para extraterrestres supuestamente “responsables de la creación humana” que puedan regresar a salvo a nuestro planeta (ya
que su primera estancia aquí habría tenido lugar cuando “fabricaron” a los seres humanos”).
Para los que no han oído
hablar de él, el Movimiento Raeliano puede parecer extraño, pero dice contar
con más de 80.000 miembros en 70 países. Nació en 1973, cuando el francés Claude Vorilhon, conocido como Rael, tuvo un
supuesto encuentro extraterrestre y asumió como su misión la de “preparar a la población para dar la bienvenida a sus
creadores”, según el sitio web
oficial de la secta.
Por eso “es preciso preparar una embajada oficial”,
tal como explican los miembros de este movimiento. El edificio debe garantizar
las necesidades básicas y los derechos de sus ocupantes con el fin de demostrar
que la humanidad está lista para un
encuentro oficial con los extraterrestres.
“Lo ideal era que la embajada se construyera en
Israel”,
dice Marco
Antunes, coordinador responsable de la secta en Portugal. “Los Elohim, los
seres en los que creemos, fueron los responsables de la creación de las
religiones tradicionales y transmitieron cierta información a ciertos
individuos a través de la historia, que finalmente dieron lugar a las
religiones”, explica el también
arquitecto responsable del proyecto presentado.
Sin embargo, las constantes
guerras en la llamada Tierra Santa han hecho que Rael, el fundador del
movimiento internacional, decidiera probar en otro lugar. “Se ha solicitado autorización a Brasil para construir la embajada allí, ahora decidimos tomar la
iniciativa” en Portugal, explica
Marco Antunes, que se queja de la burocracia necesaria para que un proyecto así
salga adelante, “incluso si hay dinero”.
Ahora que hay dinero, carecen de la autorización política.
Por eso Marco Antunes envió una carta al ministro de Asuntos Exteriores, Rui
Machete, y al ministro de Ordenación del Territorio, Jorge Moreira da Silva,
para explicarles la idea y pedir apoyo. En la carta “está
todo explicado”, asegura, pero la
esperanza no es mucha.
“Vamos
a ver si reaccionan, ya que hacemos esto a una escala global. Y hemos enviado también una propuesta a la ONU,
sólo estamos a la espera de una respuesta cuando esto tome una proporción
global”,
explica, mientras se queja de la mentalidad portuguesa. “En Portugal es todo
por arrastre, ¿sabe? No se aprovechan las ideas, sólo copiamos las que ya
tienen los otros”, ha lamentado.
¿QUÉ ES EL MOVIMIENTO
RAELIANO?
Se trata de una secta fundada
en 1973 por Claude Vorilhon (ahora conocido como Rael), después de que
supuestamente tuviera un encuentro extraterrestre con un ser de otro planeta,
en el centro de Francia.
Según el relato, este
extraterrestre le dio explicaciones detalladas sobre el origen del ser humano e
información sobre el futuro. Rael ha tomado como misión informar a la humanidad
de este mensaje y preparar a la
población para dar la bienvenida a sus supuestos creadores. Por eso
fundó el Movimiento Raeliano que dice
tener hoy más de 70.000 miembros en 70 países.
Los raelianos no son “una religión en el sentido tradicional de la palabra” a pesar de creer en entidades cuya existencia no
ha sido probada por la ciencia, explica Marco Antunes. Sin embargo, tampoco se
juntan “para hablar de ovnis y extraterrestres”. Según explica el representante del movimiento en
Portugal, hablan del futuro de la humanidad, del estilo de vida y de lo que
pueden hacer “para mejorar el planeta”.
En Portugal hay 15 personas activas en los eventos promovidos por el movimiento y “50
que creen” y aparecen en los encuentros. Pero dicen que las cifras son
mucho más altas entre las comunidades de emigrantes portugueses en Francia y
Canadá. “A medida que los movimientos son más
grandes, tienen más gente”, explica.
Secretaría RIES
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