La imagen de un portaviático intacto sobre el
asiento de un automóvil incendiado se hizo viral en las redes sociales en los
últimos días. Aquí te contamos la historia de lo que realmente ocurrió ese día.
El portaviático se utiliza para llevar la
Eucaristía a personas que por una razón grave no pueden participar en la Misa.
El incendio ocurrió el pasado domingo 8 de julio en la ciudad de Franca
en el estado brasileño de Sao Paulo. María Emília da Silveira Castaldi, una
laica y ministra extraordinaria de la Eucaristía, iba a sacar su auto del
garaje de su casa pero este se incendió. Tras el siniestro, quedaron intactos
un portaviático, una hoja con una oración y un rosario.
Aunque algunos han señalado que la Eucaristía estaba dentro del portaviático
y que esta quedó intacta, lo cierto es que el objeto estaba vacío y no contenía
ninguna hostia consagrada.
En declaraciones a ACI Digital –agencia en portugués del Grupo ACI–
María Emília precisó que “el portaviático estaba
vacío” ya que cuando se termina de llevar la Eucaristía, lo primero que
se hace es “purificar” el objeto. Eso quiere
decir que con un paño llamado purificador se retira todas las partículas de la
hostia que podrían haber quedado en él.
La mujer también relató que una vez que se logró colocar su “auto a la calle, quise abrirlo para sacar todo, pero no
me dejaron porque me podía quemar”. Los bomberos llegaron al lugar y
controlaron el incendio que “no duró más de 15
minutos”, agregó.
“De hecho se quemó todo el carro, una bata, el
libro de liturgia, el corporal. Quedó intacto el portaviático, el rosario y una
oración que rezamos todos los primeros viernes de mes en la Misa del Sagrado
Corazón de Jesús en la Catedral de Franca. Ese folleto no se quemó con el fuego
ni se mojó con el agua de los bomberos”, explicó
la mujer a ACI Digital.
María Emilia también dijo que en su opinión, “si
este hecho sirvió como testimonio de fe para al menos una persona, entonces
valió la pena”.
Tras lo ocurrido, María Emília conversó con el Obispo de Franca, Mons.
Paulo Roberto Beloto, “quien me escuchó con
interés, mucha caridad, docilidad y amabilidad”.
Según la Pastoral de Comunicación de la Diócesis de Franca, el Obispo
dijo que “no podemos negar que Dios nos pueda
comunicar algo a través de los hechos de la vida, pero son experiencias
particulares que respetamos”, pero “no
podemos medir nuestra fe, nuestra experiencia de Dios y de Iglesia por hechos
como este”.
“Lo que Dios tiene para comunicarnos concretamente,
sobre su verdad y su voluntad, está presente en las Sagradas Escrituras, en la
Revelación de Nuestro Señor Jesucristo y en el Magisterio de la Iglesia. Esta
es nuestra seguridad y el camino que debemos seguir”, indicó el prelado.
Traducido y adaptado por Walter
Sánchez Silva. Publicado originalmente en ACI Digital.
Redacción ACI
Prensa
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