Las historias hay
que contarlas completas.
Hace justo dos semanas tuvimos la triste noticia de que, durante una madrugada, un hombre había destruido la imagen de la Medalla Milagrosa que se encontraba en la rotonda cercana a nuestra capilla.
Desde ese día, comenzamos a rezar a Nuestra Señora por el desagravio y pidiendo asimismo por la conversión de quien había cometido este grave pecado.
Dios todo lo ve pero hoy, además, también existen las cámaras… y el nombre del implicado salió a la luz rápidamente. Y muchos le mostraron su descontento…
Pues bien: hoy, luego de varias idas y venidas y de contactarlo
personalmente, se hizo presente en nuestra Capilla. Pidió perdón y confesó sus
pecados.
Ofreció comprar la nueva
imagen de Nuestra Señora y colocar una ermita para la misma, comprometiéndose
incluso a estar presente en el momento de la entronización que será –Dios
mediante- a principios de Agosto.
“Todo coopera para el bien de los que aman a Dios” (decía San Pablo) “incluso los pecados” (agregaba San Agustín, que de esto sabía mucho).
María,
refugium peccatorum, ora pro nobis.
Bendigamos al Señor.
Demos gracias a Dios.
Demos gracias a Dios.
PS: nos dicen que,
en estos días, el autor del suceso hará una carta pública pidiendo perdón.
Apenas esté lista, la subiremos también al sitio.
Javier Olivera
Ravasi
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