Perdonar es
una de las armas más poderosas que nos fue dada en la palabra de Dios. Dios nos
ha dado el poder de pedirle que perdone el pecado de alguien más en 1 Juan 5:16.
“Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no
sea de muerte, pedirá, y Dios le dará vida.”
Cuando
pedimos el perdón de Dios para una persona, se despeja la oscuridad alrededor
de ella, y puede escuchar al Señor por sí misma. Pidiendo el perdón para una
persona, el pecado no tiene más el derecho de separar a una persona de Dios. Le
da suficiente “vida”, para que pueda ver y
escuchar claramente para arrepentirse frente al Señor.
Usando este
principio de Reino podemos traer reforma a la vida de un individuo.
El
ejemplo de Jesús
En la cruz,
Jesús dijo “Padre, perdónalos porque no saben lo
que hacen”. La gente que estaba crucificándolo eran culpables de un gran
pecado. Había un velo sobre sus corazones y mentes mientras ellos crucificaban
a quien había sido enviado para salvarlos. Cuando Jesús pidió al Padre que los
perdonara por lo que estaban haciendo, el velo fue quitado porque el Padre
perdonó su pecado.
Podemos ver
el fruto del perdón de Jesús cuando el centurión y sus amigos “vieron el temblor y todo lo que paso”. Ellos de
repente dijeron, “Realmente este era el Hijo de
Dios” Mateo 27:54.
Cuando Jesús
pidió por su perdón, El levantó el velo de oscuridad que estaba alrededor de
ellos, permitiendo al Centurión y sus amigos ver a Jesús como El realmente era
– el dador de Vida.
Moisés
y Aaron
La misma
cosa ocurrió cuando Aarón pecó contra Dios construyendo un becerro de oro. Dios
estaba tan enojado que Él quería destruir a Aarón (Deuteronomio 9:20). Moisés
pidió perdón en nombre de su hermano, y Aarón se arrepintió. Dios entonces pudo
usar a Aaron para establecer el sacerdocio cuando El levantó Su reino.
Moisés
esencialmente dijo, “Señor, perdona a Aarón, porque
él no sabe lo que está haciendo”. Entonces vida fue dada a Aarón y a sus
hijos. Porque a Aarón y a sus hijos se les dio vida, Israel tuvo una reforma en
el sacerdocio que había sido distorsionada por años durante la esclavitud en
Egipto.
Reformando
Vidas a través del Perdón
Dios quiere
que todos tengamos vida en abundancia. El pecado nos separa de Él y crea un
velo sobre nuestros corazones. Nosotros no podemos recibir Su vida si estamos
cubiertos de pecado.
Pedir a Dios
perdón en nombre de otros es una herramienta poderosa para derribar fortalezas.
Cuando la sangre de Jesús se aplica a nuestros pecados, limpia el camino para
que el Espíritu Santo nos lleve a arrepentimiento y libera reforma a nuestras
vidas.
Personalmente,
a mi equipo de oración le ocurre con frecuencia. Hemos orado para que Dios
perdone a alguien, el velo ha caído de su mente, y ellos se han arrepentido.
Especialmente,
recuerdo haber orado por un niño pequeño que fue adoptado. Año tras año, el
pequeño niño no recibía a Jesús en su corazón. Cuando me senté para orar con su
madre, el Espíritu Santo nos guió a orar por perdón por algunos trabajos de
hechicería en los que su padre natural había estado envuelto. Esa misma noche,
su madre me llamó y me dijo que el niño había aceptado a Jesús.
En otra
ocasión una hermana en Cristo vino en contra del ministerio de liberación que
estábamos empezando. Ella me invitó a su hogar para decirme lo mal que estaba
yo haciendo al empezar esto. Me derribó su acusación porque tenía tantas
confirmaciones del Señor de que estaba en el camino correcto. Cuando salí de su
casa, inmediatamente escuché al Señor diciendo, “Corre
al asiento de misericordia en nombre de ella!” Yo inmediatamente empecé
a pedirle a Dios por misericordia para ella, y le pedí que la perdone por venir
en nuestra contra.
Unos pocos
meses después, estaba compartiendo con una amistad en común lo que había
sucedido cuando la visité y como Dios me imploró que la perdone y que pida por
misericordia para ella. Los ojos de mi amiga se abrieron, y ella dijo, “Tisha, no te puedo decir exactamente lo que pasó, pero
quiero que sepas que yo estuve allí cuando el Señor tuvo misericordia de ella,
solo algunas semanas atrás. El Señor la llevó a arrepentimiento y ella fue
perdonada. Pero yo tuve que activar la verdad de 1Juan 5:16 y pedir por perdón
porque ella no tenía ni idea que estaba en pecado.
Reformando
Naciones a través del Perdón: Ejemplo de Daniel.
El
perdón también puede traer reforma a la vida de una nación.
Daniel
modeló un arrepentimiento “identificativo” cuando
el pidió por perdón en Daniel 9 por todos los pecados de sus ancestros.
Recuerdan – Daniel solo era un niño cuando fue llevado al exilio en Babilonia.
Los pecados por los que el pidió perdón en Daniel 9 no son pecados que él
cometió; son pecados que sus ancestros cometieron:
Yo oro al
Señor mi Dios y confieso: Ahora Señor, Dios grande, digno de ser temido, que
guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus
mandamientos; Hemos pecado, hemos hecho iniquidad, hemos obrado impíamente, y
hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus juicios.
(Daniel 9:4-5)
Después que
Daniel oró esta oración, la puerta fue abierta, y los israelitas pudieron
regresar a Jerusalén y empezaron a reconstruirla. Daniel pidió perdón por sus
ancestros y hermanos, Dios les dio vida, y la reforma de Israel empezó.
Nosotros,
también, necesitamos identificarnos con el pecado de nuestros ancestros y
empezar a pedir perdón. Mucha gente está haciendo esto por la historia de
nuestra nación, pero también necesitamos dirigir a nuestras comunidades.
Empezar a investigar qué tipo de pecados fueron cometidos en nuestra región.
Chequea
algunos libros de historia y encontrarás cómo tu comunidad fue fundada. Pídele
al Espíritu Santo que te muestre qué tipo de pecados se han cometido y míralo
trabajar en tu nombre. Dios quiere que traigas vida a tu nación.
La
vida se suelta y la reforma empieza cuando pedimos perdón.
Mensaje de Cindy Jacob, predicadora, autora,
profeta y conferencista internacional. Traducido por avanzapormas.com fuente
original: generals.org/articles/single/using-forgiveness-to-release-reformation
No hay comentarios:
Publicar un comentario