¿Esos pecados que no
me confesé porque no los recordaba (y no porque los ocultaba) están realmente
perdonados?
Por: Catholic.net | Fuente: foros Catholic.net
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PREGUNTA:
Hermanos, quería preguntarles una duda que tuve después de una confesión hace unos días atrás. La cosa es así, al confesarme, no recordé más pecados por confesar. Le dije al sacerdote que no recordaba los otros pecados pero que me arrepentía de haberlos cometido. Me dijo que estaba bien y me absolvió. Entonces, mi duda es, ¿esos pecados que no me confesé porque no los recordaba (y no porque los ocultaba), están perdonados?, ¿debo decirlos en la próxima confesión? Lo que si me dijo el sacerdote, que podía comulgar.
Hermanos, quería preguntarles una duda que tuve después de una confesión hace unos días atrás. La cosa es así, al confesarme, no recordé más pecados por confesar. Le dije al sacerdote que no recordaba los otros pecados pero que me arrepentía de haberlos cometido. Me dijo que estaba bien y me absolvió. Entonces, mi duda es, ¿esos pecados que no me confesé porque no los recordaba (y no porque los ocultaba), están perdonados?, ¿debo decirlos en la próxima confesión? Lo que si me dijo el sacerdote, que podía comulgar.
RESPUESTA:
Es correcto, sí puedes comulgar, porque el pecado SI está perdonado.
Es correcto, sí puedes comulgar, porque el pecado SI está perdonado.
Si luego recuerdas algún pecado mortal que se te
había olvidado confesar, debes confesarlos lo más pronto posible, no porque no
hayan sido perdonados, sino porque se incurre en un nuevo pecado mortal si no
se confiesa aquel pecado que se nos había olvidado.
La razón por la que los pecados mortales
olvidados se deben confesar posteriormente no es porque no hubiesen sido
perdonados o porque se "desperdonan" cuando
los recordamos y no los confesamos. Sino porque se comete nuevo pecado al no confesarlos
una vez recordados en la medida en que, este no someterlos a la Misericordia
Divina, en cierto sentido equivale a un nuevo afecto contrario al Amor de Dios
con respecto a ellos.
Digamos que es como si un cajero roba en su
trabajo y al paso del tiempo se arrepiente, se confiesa y restituye el dinero
que cree que robó, pero después de más tiempo, se encuentra con una pila de
billetes que olvidó regresar, y en vez de devolverlos decide quedárselos y
usarlos. Del robo original ya se arrepintió y fué perdonado, por lo que esta
nueva acción no hace que "regrese" la
culpa de la que ya fue absuelto, sino que equivale a un nuevo robo, con todas
las consecuencias que eso tiene, aunque físicamente no se extraiga nuevo
dinero. De la misma manera, quien recuerda el pecado mortal que cometió y
olvidó confesar, y no lo confiesa, de algún modo acepta una nueva actitud de
separación de Dios en esa materia grave, lo que constituye un nuevo pecado
mortal.
NOS ENSEÑA EL CATECISMO:
1456 Cuando los fieles de Cristo se esfuerzan
por confesar todos los pecados que
recuerdan, no se puede dudar que están presentando ante la
misericordia divina para su perdón todos
los pecados que han cometido. Quienes actúan de otro modo y callan
conscientemente algunos pecados, no están presentando ante la bondad divina
nada que pueda ser perdonado por mediación del sacerdote. Porque "si el
enfermo se avergüenza de descubrir su llaga al médico, la medicina no cura lo
que ignora" (S. Jerónimo, Eccl. 10,11) (Cc. de Trento: DS 1680).
Vemos claramente que el Catecismo indica que,
confesando todos los pecados que se recuerdan, se está presentando ante la
Misericordia de Dios todos los pecados que se han cometido.
ASÍ MISMO, EL CATECISMO
MAYOR DE SAN PÍO X NOS ENSEÑA:
754.
¿Hizo buena confesión quien calló por puro olvido un pecado mortal o una
circunstancia necesaria? - Quien calló por puro olvido un pecado mortal
o una circunstancia necesaria, hizo buena confesión, si empleó la debida
diligencia para recordarlo.
755.
Si un pecado mortal olvidado en la confesión nos vuelve a la memoria, ¿estamos
obligados a acusarnos de él en otra confesión? - Si
un pecado mortal olvidado en la confesión nos vuelve luego a la memoria,
estamos obligados a acusarnos de él la primera vez que vayamos a confesar.
Como vemos, el simple olvido tras examen
diligente no impide que exista una buena confesión, y, por tanto no hay
impedimento para acercarse al Señor en la Eucaristía. Eso no quita que deba
confesarse el pecado si se le recuerda después, como lo señala el Catecismo
Mayor, lo cual ocurre por la razón antes explicada y no porque el pecado no
hubiese sido perdonado.
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