¡Las buenas amistades
pueden ser una gran bendición, y viceversa!
La
amistad es afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona,
que nace y se fortalece con el trato. La amistad es una de las relaciones
interpersonales más comunes de los seres humanos.
Aristóteles
menciona tres tipos de amistad: por interés, por
placer y por el bien; pero sólo la que surge del bien merece llamarse amistad.
Para
Cicerón y Séneca, la amistad implica armonía, buena voluntad y afecto, «querer y rechazar lo mismo».
La
amistad moderna se distingue por el elevado grado de autonomía que se atribuye
a una persona, en la medida que tiene en sus manos la relación tanto para
iniciarla como para romperla. Cuidado con este tipo de amistad, no es realmente
amistad! Un amigo de verdad es el que está en todo
momento, el que te levanta cuando estás decaído. Es en la turbación donde la
amistad se pone a prueba! Un amigo, es uno que nos extiende la mano, y también
nos confronta cuando hacemos algo incorrecto.
Proverbios 18:24 El hombre que tiene amigos debe ser
amistoso, y amigos hay más unidos que un hermano.
Juan 15:13 Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su
vida por sus amigos.
Las
amistades que son respetuosas, que edifican, que comparten las mismas creencias,
son amistades que se deben conservar y valorar. Todo matrimonio necesita
parejas de amigos para compartir y disfrutar. No obstante debemos aclarar que
los amigos de un matrimonio tienen que ser amigos de los dos y ser igualmente
aceptados por los dos. No puede haber amigos individuales por separado. O son
amigos de los dos, o de ninguno!
Si
tienes amistades en contra de la voluntad de tu cónyuge, estás haciendo mal y
vas a tener problemas tarde o temprano. Aunque tengas una amistad de toda la
vida y muy valiosa para ti, si a tu cónyuge no le agrada, debes dejar esa
amistad de inmediato! Porque tu matrimonio y tu familia tienen la prioridad.
Si tu
cónyuge estaba equivocado(a) el Señor se lo revelará en su momento, pero tú
debes defender y cuidar el corazón de tu cónyuge, rompiendo con toda amistad
que no es de edificación para la familia.
Las
relaciones con amistades, por excelentes que sean, tienen sus límites. Cada
matrimonio debe conocer los límites de la amistad. El respeto debe ser una
valla protectora de toda amistad. Nunca le falte el respeto a sus amistades, ni
permita que sus amistades le falten el respeto a usted ni a ningún miembro de
su familia.
La
consideración es otro elemento indispensable en la amistad. Trate de no exceder
la confianza que le han dado sus amistades y no permita que sus amistades
excedan su límite de confianza. Háblense siempre con la verdad. Las amistades
sanas y que perduran para siempre, son este tipo de amistades.
Habla
con tu cónyuge y hagan un buen análisis de todas sus amistades y decidan cuales
van a cultivar y de cuales se van a retirar definitivamente. El matrimonio debe
construir sus propias amistades, desarrollando relaciones sanas con otras
familias con quienes tengan algo en común. Y que más importante que compartir
una FE en Cristo Jesus. Estas son las amistades que deben alimentarse y
desarrollarse.
Tú matrimonio y tu familia es el tesoro más
valioso que Dios te ha dado. ¡CUÍDALO!
Luis y Hannia Fernandez.
www.libresparaamar.org
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