VATICANO, 26 Feb. 17 /
07:23 am (ACI).- Los amigos pueden decepcionar pero “Dios
nunca decepciona”, dijo el Papa Francisco durante el rezo del Ángelus en
la plaza de San Pedro este domingo 26 de febrero en el Vaticano.
“Dios es fiel, es un padre fiel, es un amigo fiel,
es un aliado fiel”. “¡Quien se aferra a Dios no se cae nunca! Dios es nuestra
defensa contra el mal que está al acecho”, afirmó
Francisco.
El Santo Padre explicó que la mirada de Dios es una “mirada benéfica y afectuosa que permanece cotidianamente
en vigilia por nuestras vidas. Vidas que transcurren bajo el peso de tantas
preocupaciones que amenazan con quitarnos la serenidad y el equilibrio. Pero
esta ansiedad es a menudo inútil, porque no puede cambiar el curso de los
acontecimientos”.
“Jesús nos exhorta con insistencia a no preocuparnos
del mañana –señaló Francisco–, recordando que por encima de todo hay un Padre amoroso
que no se olvida nunca de sus hijos. Fiarse de Él no resuelve mágicamente los
problemas, pero permite afrontarlos con el ánimo justo”.
En su reflexión previa al rezo del Ángelus, el Pontífice animó a ver en
Dios a un Padre cercano, siempre dispuesto a ayudar a todos sus hijos.
“Dios no es un ser lejano y anónimo. Es nuestro
refugio, la fuente de nuestra serenidad y de nuestra paz. Es la roca de nuestra
salvación, a la cual podemos adherirnos con la certeza de no caernos. Dios es
para nosotros el gran amigo, el aliado, el padre, pero no siempre nos damos
cuenta. Preferimos apoyarnos en bienes inmediatos y contingentes, olvidando, y
algunas veces incluso refutando, el bien supremo que es el amor paterno de
Dios”, dijo el Papa.
“Sentirlo Padre, en esta época de orfandad, es muy
importante. Nos alejamos del amor de Dios cuando andamos buscando obsesivamente
bienes terrenales y riquezas, manifestando así un amor exagerado a esta
realidad”.
En este sentido, el Pontífice subrayó la importancia de fiarse de Dios
para sustentar la vida
en el Evangelio, y renunciar a vivir buscando solo lo material: “Jesús nos dice que esta búsqueda afanosa es ilusoria y
motivo de infelicidad”.
Por ello, Jesús “da a sus discípulos una
regla de vida fundamental: ‘Buscad, en primer lugar, el Reino de Dios’. Se
trata de realizar el proyecto que Jesús anunció en el Discurso de la montaña,
fiándose de Dios, que no defrauda, haciéndonos administradores fieles de los
bienes que Él nos ha dado, pero sin sobreactuar, como si todo, incluso nuestra
salvación, dependiera sólo de nosotros”.
El Papa Francisco recordó que “esta actitud
evangélica exige una elección clara, que el pasaje evangélico de hoy indica con
precisión: ‘No se puede servir a Dios y a las riquezas’. O el Señor, o los
ídolos fascinantes más ilusorios”.
“Esta elección, que estamos llamados a realizar,
tiene repercusión en todos nuestros actos, programas y compromisos. Esta
elección debe hacerse de manera clara, y renovarse continuamente, porque las
tentaciones de reducirlo todo a dinero, placer, y poder son constantes”.
Esta elección hunde sus raíces en la esperanza cristiana, sustentada en
la promesa de Dios. “Mientras que honrar a estos
ídolos conduce a resultados tangibles, aunque fugaces, escoger a Dios y a su
Reino no siempre muestra de forma inmediata sus frutos. Es una decisión que se
toma en la esperanza y que deja en manos de Dios su plena realización”.
“La esperanza cristiana -concluyó el Papa- se sustenta en el
cumplimientos futuro de la promesa de Dios, y no se detiene ante ninguna
dificultad porque está fundada sobre la fidelidad de Dios, que nunca falla”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario