martes, 28 de febrero de 2017

10 CLAVES DEL MIÉRCOLES DE CENIZA: ¿CUÁNDO ME LA LIMPIO? ¿QUÉ ES EL AYUNO? ¿Y SI NO SOY CRISTIANO?


Empieza la Cuaresma con un ritual abierto a todos -incluso no bautizados- y lleno de simbolismo.

La imposición de la ceniza es el rito que inicia la Cuaresma con el Miércoles de Ceniza.

Miércoles de Ceniza: se inicia la Cuaresma. Es una fecha especial, con una poderosa simbología: en cualquier parroquia impondrán la ceniza a quien acuda a los oficios de este día. Las iglesias se llenan casi como en domingo y tanto en España como en Hispanoamérica acude mucha gente que normalmente no va a misa, gente que acude solo cuatro o cinco veces al año.

La gente se pone en fila y acude hacia el altar. El sacerdote o diácono, a veces un laico, les pone ceniza en la frente. Antropológicamente, muchas personas, incluso poco religiosas, intuyen que es una oportunidad de empezar de nuevo, con una idea muy realista, incluso contracultural: “Polvo eres y en polvo te convertirás”.

1.- ¿Por qué se impone la ceniza?
La ceniza es un símbolo descrito en el artículo 125 del Directorio sobre la piedad popular y la liturgia:

“El comienzo de los cuarenta días de penitencia, en el Rito romano, se caracteriza por el austero símbolo de las Cenizas, que distingue la Liturgia del Miércoles de Ceniza. Propio de los antiguos ritos con los que los pecadores convertidos se sometían a la penitencia canónica, el gesto de cubrirse con ceniza tiene el sentido de reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios. Lejos de ser un gesto puramente exterior, la Iglesia lo ha conservado como signo de la actitud del corazón penitente que cada bautizado está llamado a asumir en el itinerario cuaresmal. Se debe ayudar a los fieles, que acuden en gran número a recibir la Ceniza, a que capten el significado interior que tiene este gesto, que abre a la conversión y al esfuerzo de la renovación pascual”.

2.- ¿La imposición de la ceniza es un ritual  “oficial”?
El Miércoles de Ceniza es una celebración contenida en el Misal Romano. En este se explica que al término de la Misa, se bendice e impone la ceniza hecha de los ramos de olivo bendecidos en el Domingo de Ramos del año anterior. Algunos detalles sobre el tipo de ceniza dependen de distintos países y costumbres.

3.- ¿Cómo nació el ritual?
 Los cristianos de la Antigüedad se colocaban la ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad con un “hábito penitencial” para recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo. La Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos casi 400 años después de Cristo y a partir del siglo XI la Iglesia de Roma impone las cenizas al inicio de este tiempo.

4. ¿Qué simbolizan las cenizas?
La palabra ceniza, que proviene del latín "cinis": expresa la muerte, la caducidad, la humildad y la penitencia. La ceniza, como signo de humildad, le recuerda al cristiano su origen y su fin. Se recuerda la lectura del libro de Génesis: "Dios formó al hombre con polvo de la tierra" (Gn 2,7); "hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho" (Gn 3,19).

5.- ¿Cómo se hace la ceniza?
Se queman los restos de las palmas bendecidas el Domingo de Ramos del año anterior. Estas son rociadas con agua bendita y luego aromatizadas con incienso. Muchos conversos al catolicismo suelen comentar que al conocer este origen se asombran y dicen: “vaya, aquí está todo conectado”. Efectivamente, con los ramos del año anterior se crea la ceniza que inicia este camino cuaresmal.

6.- ¿Quién impone la ceniza y cuándo?
Este acto tiene lugar en la Misa al término de la homilía y está permitido que los laicos ayuden al sacerdote. Las cenizas son impuestas en la frente, haciendo la señal de la cruz con ellas mientras el ministro dice las palabras bíblicas: «Polvo eres y en polvo te convertirás», o «Conviértete y cree en el Evangelio».  Si no hay sacerdote la impartición de cenizas puede realizarse sin Misa, pero se recomienda celebrar al menos una liturgia de la palabra. Atención: cualquier laico cristiano puede imponerla, pero sólo el sacerdote o el diácono puede bendecirla.

7.- ¿Quién se puede imponer la ceniza?
Una razón de que este rito sea tan popular en todo el mundo es que cualquiera puede recibirlo, incluso los no católicos ni cristianos. En Asia acuden a recibirlo budistas, hindúes, taoístas... El Catecismo (1670 ss.) lo define como un sacramental: los sacramentales no confieren la gracia del Espíritu Santo como sí lo hacen los sacramentos, pero por la oración de la Iglesia estos «preparan a recibirla y disponen a cooperar con ella». Aunque mucha gente aprovecha el Miércoles Santo para confesarse, y es recomendable, no hay necesidad tampoco de confesarse o estar en gracia para recibir la ceniza.

8.- ¿Es pecado no ir a misa el Miércoles de Ceniza?
 No: el Miércoles de Ceniza no es día de precepto, ir a misa este día tan especial no es obligatorio. Eso hace más hermoso ver que el templo se llena de gente con conciencia de que Dios quiere hacer algo en sus vidas.

9.- ¿Cuánto mantengo la ceniza en la frente?
Lo que se quiera, no hay un tiempo determinado. Algunos se la quitan en cuanto salen de la iglesia. Otros la llevan puesta con orgullo todo el día. No hay ninguna obligación. Para muchos es un gesto de humildad mantenerla y puede ser que se arriesguen a comentarios desagradables de otras personas. Para otros es un elemento simpático y hasta alegre, que encaja con lo que pedía Jesús: "Cuando ayunéis no pongáis caras tristes, estad alegres".

10.- ¿Cómo funciona el ayuno y la abstinencia en Miércoles de Ceniza?
El Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo es obligatorio el ayuno para los católicos mayores de 18 años y menores de 60 (excepto enfermos, embarazadas y otros casos similares). Fuera de esos límites es opcional. Ayuno significa que los fieles pueden tener una comida “fuerte” una sola vez en todo el día.

Además, desde los 14 años, hay que abstenerse de comer carne (de mamífero o ave) este Miércoles y los viernes de Cuaresma. Los demás viernes del año también, aunque según el país puede sustituirse por otro tipo de mortificación u ofrecimiento como el rezo del rosario. Como curiosidad, en los lugares donde hay costumbre de comer caimán u otros reptiles la Iglesia explica que esta carne (y la de los peces) sí se puede comer.


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