ROMA, 15 Feb. 17 / 03:25 pm (ACI).- El Obispo de
Melfi-Rapolla-Venosa, Mons. Gianfranco Todisco, ha sorprendido con la drástica
decisión de eliminar por tres años, mediante un decreto ad experimentum,
los padrinos y las madrinas de Bautismo y Confirmación. El decreto indica como
razón que a menudo falta la “responsabilidad de
transmitir la fe con el testimonio de vida”
entre los elegidos.
En el decreto, firmado en octubre de 2016 pero difundido en los últimos
días, el Obispo explica que los párrocos de su jurisdicción no
pueden garantizar la idoneidad de los candidatos a padrinos que presentan los
feligreses.
“Muchos padrinos y madrinas, pese a ser buenas
personas, no tienen plena conciencia del papel que deben desarrollar testimonio
de la fe porque son elegidos con criterios familiares, amicales o sociales”, indica el decreto.
Ante la polémica decisión, Mons. Piero Amenta, Prelado Auditor del
Tribunal de la Rota Romana, declaró a ACI Stampa (agencia italiana del Grupo
ACI), que según el Código de Derecho Canónico la presencia del padrino o la
madrina “no es del todo necesaria ni del todo
indispensable”.
El punto 872 del Código de Derecho Canónico establece que “en la medida de lo posible, a quien va a recibir el
bautismo se le ha de dar un padrino, cuya función es asistir en su iniciación
cristiana al adulto que se bautiza, y, juntamente con los padres, presentar al
niño que va a recibir el bautismo y procurar que después lleve una vida
cristiana congruente con el bautismo y cumpla fielmente las obligaciones
inherentes al mismo”.
Según Mons. Amenta, el Obispo de Melfi utiliza un decreto que “suspende la vigencia del canon, que por otro lado ya
relativizaba la figura del padrino y de la madrina”, sin embargo el
experto de la Rota considera que la decisión podría confundir.
En su opinión, “hubiese sido mejor una carta
a todo el clero en la que el Obispo hubiera podido explicar que, así como el
canon lo hace facultativo, se ha tomado la decisión de evitar los padrinos al
menos para garantizar una uniformidad de comportamiento de parte de los párrocos”.
Mons. Amenta está de acuerdo con la necesidad de decisiones valientes
para renovar la pastoral sacramental pero se pregunta si la suspensión de los
padrinos sea la solución adecuada.
Según el experto, se debería buscar “conferir
el sacramento del Bautismo y de la Confirmación pidiendo también a los padres
un tipo de recorrido de fe. Tener también la valentía de rechazar un sacramento
si se dan cuenta de que la familia
en la que crecen los niños y jóvenes no está en grado de transmitir ni si
quiera un vago sentido de la fe”.
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