CARACAS, 27 Abr. 16 / 06:41 pm (ACI).- Ante la grave crisis
económica que sufre el país, la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV),
exhortó este miércoles al gobierno de Nicolás Maduro que permita a la Iglesia –a través de
Cáritas–, y otras organizaciones privadas, “traer alimentos, medicinas y otros
insumos necesarios” para poder satisfacer las urgentes necesidades de la
población.
Venezuela enfrenta desde hace más de dos años una creciente crisis
económica, reflejada en la escasez de alimentos, medicinas y otros productos de
primera necesidad. El episodio más reciente ha sido el recorte del servicio
eléctrico cuatro horas al día en varias partes del país, incluidos algunos
sectores de Caracas. Además, como consecuencia, Maduro dictó que los
trabajadores del sector público solo trabajen dos días a la semana.
El estudio Condiciones de Vida
en Venezuela (Encovi), elaborado en agosto y septiembre de 2015 por las
universidades públicas Central y Simón Bolívar, y la privada Católica Andrés
Bello, reveló que para el 87% de los venezolanos sus ingresos son insuficientes
para comprar alimentos. Este informe fue divulgado en marzo pasado. El 12% de
los encuestados dijo que solo ingiere dos o menos comidas al día.
En su comunicado, los obispos advirtieron que nunca antes Venezuela –el
país con las mayores reservas de petróleo–, había sufrido “la extrema carencia
de bienes y productos básicos para la alimentación y la salud”, junto al
“recrudecimiento de la delincuencia asesina e inhumana, el racionamiento
inestable de la luz y el agua y la profunda corrupción en todos los niveles del
Gobierno y la sociedad”. “La ideologización y el pragmatismo manipulador
agudizan esta situación”, advirtieron.
Medios locales y extranjeros informaron que en los últimos días se
registraron saqueos en ciudades como Caracas y Maracaibo. Según el diario El
Nacional, en Maracaibo hubo al menos seis saqueos el lunes 25 durante las
protestas por los cortes de electricidad.
En la madrugada del miércoles también sucedieron saqueos en Caracas.
Maduro ordenó anoche reprimir cualquier acto de violencia y protesta.
Ante esta situación, los obispos recordaron al gobierno su deber de
“favorecer todas las formas de ayuda a los ciudadanos” para superar la escasez.
En ese sentido, señalaron que “es apremiante la autorización a instituciones
privadas del país, como Cáritas y otros programas de diferentes confesiones
religiosas (...), para que podamos traer alimentos, medicinas y otros insumos
necesarios, provenientes de ayudas nacionales e internacionales, y organizar
redes de distribución a fin de satisfacer las urgentes necesidades de la
gente”.
Además, hicieron un llamado “a todos los que se aprovechan de la
situación de escasez y carestía por la que atravesamos los venezolanos”,
especulando con los precios, o quienes “abusando de su autoridad, exigen pagos
que no les corresponden”.
“Tal proceder es moralmente inaceptable y hace evidente la falta de
valores éticos en sus vidas. Aprovecharse de la necesidad ajena para lucrarse
es un crimen y un pecado mortal”, advirtieron.
Ley de amnistía
En su comunicado, la CEV también abordó la ley de amnistía aprobada por
la Asamblea Nacional –liderada por la oposición–, para liberar a los presos
políticos. Un texto que es rechazado por Nicolás Maduro. “La Ley de amnistía es
un clamor nacional e internacional y una contribución a la distensión social.
Desconocer a la Asamblea Nacional es desconocer y pisotear la voluntad de la
mayoría del pueblo”, afirmó el Episcopado.
Los obispos exhortaron a los poderes públicos a escuchar “con respeto la
voz del pueblo, las diversas expresiones de sus múltiples necesidades y sus
justos reclamos”.
“Tanto los líderes del oficialismo como los de la oposición deben
expresar su seria preocupación por todo el pueblo, sin dejarse llevar por
intereses partidistas y particulares. Es hora de demostrar que se está en una
actitud de defensa del bien común y de los verdaderos intereses de cada uno de
los ciudadanos de Venezuela”, añadieron.
En ese sentido, exhortaron a la población a no dejarse “manipular por
quienes le ofrezcan un cambio de situación por medio de la violencia social.
Pero tampoco por quienes le exhortan a la resignación ni por quienes le obligan
con amenazas al silencio (...). La violencia, la resignación y la desesperanza
son graves peligros para la democracia”.
“Nunca debemos ser ciudadanos pasivos y conformistas, sino sujetos
conscientes de nuestra propia y calamitosa realidad; sujetos pacíficos, pero
activos y, en consecuencia, actuar como protagonistas de las transformaciones de
nuestra historia y nuestra cultura. ¡El Evangelio nos reclama eficacia!”,
afirmaron.
Finalmente, tras alentar a los católicos a iluminar la realidad
venezolana con la Doctrina Social de la Iglesia, la CEV invitó a ver y sentir
“el paso del Señor en medio de nosotros” en estas “dificultades del presente y
las sombras que oscurecen el porvenir”.
“Descubrirlo nos ayudará a actuar como ‘Testigos’ del Resucitado y
edificar en Venezuela el Reino de Dios, de justicia, amor y paz, sabiendo que
‘si el Señor no construye la casa en vano se cansan los albañiles’. Para ello
contamos con la intercesión de María de Coromoto, quien es Madre que nos
acompaña y consuela y ‘estrella de la evangelización’”, concluyeron.
Por Eduardo Berdejo
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