La batalla real en curso entre
chiítas y sunitas parece llegó a un punto de inflexión que podría anunciar una
nueva escalada del conflicto y de las “guerras subterráneas” que lo componen,
como la de Yemen, la lucha del Estado islámico contra al-Qaeda o la confrontación
entre la Hermandad Musulmana, los movimientos laicos y los salafistas /
wahabíes.
¿Por qué es esto? Porque los
chiitas contra sunitas están abocados a la “gran batalla”, antes de la
dominación islámica del mundo.
En occidente creemos que los conflictos
que se suceden en oriente medio están solamente relacionados con un
enfrentamiento entre fuerzas de la modernidad y fuerzas retrógradas que quieren
que la zona permanezca en la oscuridad y gobernada por jeques dictatoriales, o
que todo se explica por el lado que los musulmanes quieren exterminar a los
cristianos.
Pero estas explicaciones
resultan insuficientes para responder por qué se pelean musulmanes chiitas
contra sunitas, cuando ambos tienen el mismo tipo de gobierno en los países que
dominan.
La respuesta es que hay un
motor del enfrentamiento profetizado en el Corán y los hadices. Una batalla
final que enfrentará a dos sectas musulmanas antes de la venida del Mahdi, el
séptimo imán, que convertirá el mundo al Islam. Y esta profecía la conocen los
musulmanes de las dos sectas, la aceptan y la manejan como una realidad, lo que
pone el combustible a los conflictos de la zona.
Es por esto que ahora vemos
una encarnizada batalla directa en el Yemen y seguramente habrá aún más, se
intensificarán.
¿Quizás a esto estuvo
apostando occidente, a que las distintas sectas musulmanas se desangraran entre
sí?
LA GRAN BATALLA
El
conflicto en Siria propaga el descontento en todo el Oriente Medio. Las fuerzas
de combate de Irán batallan contra los anti-chiíes en Damasco, y la región se
prepara para un enfrentamiento final.
El escenario de una
devastadora guerra civil en Siria enfrenta a sunitas y chiítas que creen que
todo se predijo en las profecías del siglo séptimo.
Desde el primer brote de la crisis en la ciudad
meridional de Deraa a las previsiones apocalípticas de un Oriente Medio
empapado en sangre, muchos combatientes
de ambos lados del conflicto dicen que su trayectoria fue establecida hace
1.400 años en los dichos del Profeta Mahoma y sus seguidores.
Entre los miles de dichos o hadices, están las
historias que se refieren a la confrontación
de dos grandes ejércitos islámicos en Siria, una gran batalla cerca de Damasco,
y la intervención desde el norte y oeste del país.
El poder de esas profecías de muchos combatientes
sobre el terreno significa que los 4 años del conflicto tienen una base más arraigada – y mucho más difícil de resolver
– que una simple lucha de poder entre el presidente Bashar al-Assad y sus
enemigos rebeldes.
La
guerra de Siria ha matado a más de 200.000 personas, llevado a
millones a abandonar sus hogares y dejó a muchos más dependientes de ayuda. Los
esfuerzos diplomáticos, que se centran en los factores políticos y no
religiosos que impulsan el conflicto, no han hecho ningún progreso.
“Si usted
piensa que todos estos muyahidines llegaron de todo el mundo para luchar contra
Assad, se equivoca“, dijo un jihadista sunní que usa el nombre de Abu
Omar y lucha en una de las muchas brigadas islamistas anti-Assad en Aleppo.
“Ellos
están aquí como fue
prometido por el Profeta. Esto es la guerra que él prometió, es la Gran Batalla“, dijo a
Reuters, usando una palabra que también se puede traducir como masacre.
Por otro lado, muchos chiítas
del Líbano, Iraq e Irán son atraídos a la guerra porque creen que allana el
camino para el regreso del Imam Mahdi, un descendiente del Profeta, quien
desapareció hace 1.000 años y que volverá a surgir en un tiempo de guerra para
establecer un gobierno islámico mundial antes del fin del mundo.
Según la tradición chiíta, un signo temprano de su regreso llegó con la revolución iraní de 1979,
que estableció un estado islámico para proporcionar luchadores para un ejército
liderado por el Mahdi, para hacer la guerra en Siria después de barrer todo el
Medio Oriente.
“Esta
Revolución Islámica, en base a los relatos que hemos recibido del
profeta y los imanes, es el preludio de la aparición del Mahdi”, dijo el
clérigo iraní y parlamentario Ruhollah Hosseinian año pasado.
Él citó los comentarios
por parte de un imán chiíta del siglo octavo que dijo que otra señal de la
venida del Mahdi sería una batalla que implica a guerreros luchando bajo una
bandera amarilla, el color asociado con la milicia pro-Assad de
Hezbollah del Líbano.
“Como el Imam Sadeq ha declarado, cuando las [fuerzas] con banderas amarillas
luchen con los anti-chiíes en Damasco y las fuerzas iraníes se unan a ellos,
esto es un preludio y un signo de la venida de su santidad“, dijo
Hosseinian, según fue citado por agencia Fars.
CAMPO DE BATALLA MEDIEVAL
El Islam se divide en sus
ramas sunitas y chiítas durante una guerra por la sucesión en el liderazgo de
la fe en la generación que siguió a la muerte del profeta Mahoma en el año 632.
Los
hadices o dichos del profeta y sus compañeros, han sido transmitidas oralmente
durante siglos
y son las más importantes fuentes de autoridad en el Islam después del propio
Corán. Muchos remontan a los campos de batalla medievales – en lo que ahora son
Siria e Irak -, donde las dos principales sectas islámicas tomaron forma.
Los
textos históricos se han convertido en una poderosa herramienta de
reclutamiento,
citados en toda la región, desde las fiestas religiosas en la ciudad santuario
chiíta iraquí de Kerbala hasta los videos publicados por los predicadores
sunitas en el Golfo, y más allá.
“Tenemos aquí muyahidines de Rusia, Estados Unidos,
Filipinas, China, Alemania, Bélgica, Sudán, India y Yemen y otros lugares”, dijo Sami, un
combatiente rebelde sunita en el norte de Siria.
“Ellos están aquí porque esto
es lo que dijo el profeta y prometió, la Gran Batalla está sucediendo.”
Ambas partes hacen hincapié en el objetivo final de establecer un Estado
islámico que gobierne el mundo antes del caos total.
Aunque
algunos clérigos sunitas y chiítas son privadamente escépticos de las
justificaciones religiosas para la guerra, pocos en la región expresan esas reservas en
público por temor a ser mal interpretados como que dudan de las profecías.
“Sí,
algunos de los signos son similares, pero estos signos se podrían
aplicar a cualquier momento después de la caída del Estado Islámico [hace 1.000
años]”,
dijo un erudito musulmán sunita en el Líbano, que pidió no ser identificado.
“No hay
manera de confirmar que estamos viviendo esos momentos. Tenemos que
esperar y ver.”
Para
los fieles, el hadiz traza el curso de un conflicto de Siria desde su inicio en
marzo de 2011,
cuando estallaron las protestas por la presunta tortura de estudiantes y
escolares que escribieron graffitis anti-Assad en una pared de la escuela en
Deraa.
“Habrá
una contienda en Sham [Siria] que comienza con los niños que juegan, después de
lo cual nada puede ser arreglado”, según un hadiz.
“Cuando se calma de un lado, se inflama del otro.”
El
hadiz en ambos lados menciona a Siria como principal campo de batalla, nombres
de ciudades y pueblos donde se derrama la sangre.
Serán
asesinados, cientos de miles de personas. Toda la región será removida desde la Península Arábiga
a Irak, Irán y Jerusalén, según algunos textos.
Arabia
Saudita se derrumbará. Casi todos los países en el Medio Oriente
enfrentarán disturbios. Uno dice que “la sangre llegará a nivel de la
rodilla.”
Un
hadiz de amplia circulación atribuido a Mahoma dice que Sham, o Siria, es tierra favorecida de
Alá. Preguntado donde será la próxima jihad, él responde:
“Vaya
por Sham, y si no se puede, vaya a Yemen… [aunque] Dios me ha garantizado Sham
y su gente.”
Otro se refiere a la reunión de musulmanes,
“en el tiempo de la guerra en Ghouta, cerca de una
ciudad llamada Damasco”.
Ghouta, al este de la capital de Siria, ha sido un
bastión de los rebeldes en los últimos dos años.
Un
hadiz sunita habla de una batalla en una ciudad llamada Dabiq, en el norte de
Siria, cerca de la frontera con Turquía, y la intervención de un ejército extranjero para
dividir a los luchadores, visto por algunos como una referencia a una posible
incursión turca.
LA PRIMAVERA ÁRABE DA PASO A
LA LUCHA SECTARIA
La
guerra civil en Siria surgió de la “primavera árabe” de revueltas
pro-democracia en el Medio Oriente y África del Norte en 2011 después
que las fuerzas de Assad reprimieron con fuerza las protestas pacíficas.
Pero debido a que Assad es un
miembro de la secta alauita, una rama de chiiismo, y la mayoría de sus oponentes
son musulmanes sunitas, la lucha adquirió rápidamente un carácter sectario.
“Estos hadices son por los cuales los muyahidines
están guiados para venir a Siria, estamos luchando por esto. Cada día que pasa, sabemos que estamos
viviendo los días sobre los que el Profeta habló“, dijo Musab, un
combatiente del Frente Nusra, un grupo de línea dura sunita vinculado a Al
Qaeda, que habló desde Siria.
Murtada, un chiíta libanes de 27 años, que va
regularmente a Siria a la batalla contra los rebeldes, dice que no está luchando por Assad, sino por el
Mahdi, también conocido como el Imam.
“Incluso si
soy martirizado ahora, cuando el aparezca, voy a renacer para luchar en
su ejército, voy a ser su soldado”, dijo a Reuters en el Líbano.
Murtada, que ha luchado en Damasco y en la decisiva
batalla del año pasado por la ciudad fronteriza de Qusair, deja a su esposa y
sus dos hijos cuando él va a luchar en Siria:
“Nada es
más precioso que el Imam, incluso ni mi familia, es nuestro deber”.
La guerra civil en Siria, construida sobre los
conflictos sectarios en otros lugares, especialmente en Irak y en el Líbano,
lleva a un sentimiento creciente en
toda la región de que todas esas luchas por el poder en los distintos países
son parte de una batalla titánica por el futuro.
Abbas,
un luchador chiíta iraquí de 24 años, dijo que sabía que estaba viviendo en la era de la
venida del Mahdi, cuando Estados Unidos y Gran Bretaña invadieron Irak en 2003.
“Esa
fue la primera señal y luego siguió todo lo demás”, dijo a Reuters
desde Bagdad, donde dijo que estaba descansando antes de dirigirse a Siria por
cuarta vez.
“Yo
estaba esperando por el día en que iría a luchar en Siria. Gracias a Alá que
eligió que yo sea uno de los soldados del Imam.”
Abu
Hsaasan, un jubilado de 65 años de edad del sur del Líbano, dijo que una
vez pensó que las profecías del fin de los días tomarían siglos en venir.
“Las cosas se están moviendo
rápidamente. Nunca pensé que yo estaría viviendo los días del Imam. Ahora, con
cada día que pasa estoy más convencido de que es sólo una cuestión de pocos
años antes de que aparezca.”
Fuentes:
- http://www.charismanews.com/world/43358-muslim-apocalyptic-prophecies-drive-both-sides-to-syrian-battle-for-end-of-time
- http://www.lanuovabq.it/it/articoli-sciiti-contro-sunniti-il-conflitto-dilaga-12285.htm
- http://en.wikipedia.org/wiki/Shia%E2%80%93Sunni_relations
- http://www.bbc.com/news/world-middle-east-16047709
- http://www.aljazeera.com/indepth/opinion/2014/07/myth-caliphate-islamic-state-20147912425476113.html
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