Los cristianos tenemos claro quién
es Jesús y sabemos quién el Padre, pero pocos entienden realmente al Espíritu
Santo o tienen relación con Él en su vida diaria. Y la verdad es que el
Espíritu de la Verdad, el Espíritu Santo, revoluciona nuestras vidas si lo
comprendemos y utilizamos lo que nos ofrece.
El Espíritu Santo es la tercera persona de la
Trinidad. Es co-igual con el Padre y el Hijo. Él es el agente de cambio en la
tierra, Dios en acción en el mundo.
Necesitamos el Espíritu Santo más de lo que sabemos. Aquí están cinco
razones por las que debemos clamar por más de Él, que lo que hacemos cada
mañana.
1
El Espíritu Santo nos da el poder sobrenatural que Jesús
prometió en Hechos 1: 8, “vosotros recibiréis una fuerza, cuando el Espíritu
Santo venga sobre vosotros, y de este modo seréis mis testigos en Jerusalén, en
toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra”.
2
El Espíritu Santo nos da dones sobrenaturales. 1 Cor. 12: 4-11 nos dice, “Hay diversidad de carismas, pero un mismo
Espíritu; diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; diversidad de
actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. A cada cual se le
otorga la manifestación del Espíritu para provecho común. Porque a uno se le da
por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo
Espíritu; a otro, fe, en el mismo Espíritu; a otro, carisma de curaciones, en
el único Espíritu; a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro,
discernimiento de espíritus; a otro, diversidad de lenguas; a otro, don de
interpretarlas. Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu,
distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad”.
Cuando el Espíritu Santo vino a vivir en el interior nuestro, Él trajo
sus dones con él.
3
El Espíritu Santo nos ayuda a construir nuestra fe. Judas 20 dice: “Pero
vosotros, queridos, edificándoos sobre vuestra santísima fe y orando en el
Espíritu Santo”.
Si oramos en el Espíritu al menos durante los primeros 30 minutos del
día aparecerá el espíritu a borbotones durante todo el día.
4
El Espíritu Santo da vida y fuerza a nuestro cuerpo. Romanos 8:11 dice, “Y si el
Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros,
Aquel que resucitó a Cristo de entre los muertos dará también la vida a
vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que habita en vosotros”.
La vida de resurrección está en el interior nuestro. Necesitamos
aprender cómo aprovechar ese poder y pelear la buena batalla de la fe.
5
El Espíritu Santo nos ayuda a resistir la tentación. Romanos 8:13 dice: “Porque
si vivís según la carne, moriréis. Pero si con el Espíritu hacéis morir las
obras del cuerpo, viviréis”. Y Gálatas 5:16 dice: “Os digo esto:
proceded según el Espíritu, y no deis satisfacción a las apetencias de la
carne”.
Si estás luchando con la tentación de cualquier tipo, pide al Espíritu
Santo que te ayude. Él es tu ayudante. Él está ahí esperando por ti.
Puedes leer más aquí:
- Cinco
Formas de Incorporar el Espíritu Santo
- Oraciones
al Espíritu Santo para pedir sus 7 Dones
- Oración a
María Santísima para pedir alguna gracia al Espíritu Santo
- El Espíritu
Santo y la Virgen María
Foros de la
Virgen María
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