El viernes pasado en Nueva
York las Naciones Unidas realizaron una ceremonia para la firma del acuerdo del
Clima de París donde firmaron 197 naciones.
Se entiende que la firma del
acuerdo sobre el clima de París es la intención de afirmar la agenda 2030 para
el plan de desarrollo sostenible de la ONU, que según afirma la organización
mundial, es un plan para terminar con la pobreza, luchar contra la desigualdad
y la injusticia y luchar contra el cambio climático hasta el 2030.
Sin embargo los analistas independientes lo llaman
un modelo para la
gobernabilidad global y es visto como el reinicio del plan de la
agenda 21 de acción integral global nacional y local para ser utilizado por las
organizaciones del sistema de Naciones Unidas, gobiernos y grupos de todo tipo.
El secretario general adjunto de la ONU Jan Eliasson,
con motivo de la firma dijo:
“Esta es una señal importante: los programas de
desarrollo y el clima son inseparables y se refuerzan mutuamente. Uno no se
puede lograr sin el otro”.
“No podemos alcanzar los Objetivos de Desarrollo
Sostenible sobre el agua, los alimentos, las ciudades y el transporte, por
ejemplo, sin reducir los riesgos del cambio climático”.
Sin embargo hay
un creciente cuerpo de evidencia científica que desafía los
supuestos de la teoría del cambio climático causado por el hombre.
Pero además, en la terminología de la ONU, cambio
climático se ha convertido en un código que se basa en el argumento globalista
de que el cambio climático es una realidad científica que sólo puede ser
reducido por un impuesto a los gobiernos, empresas y personas sobre las
emisiones de dióxido de carbono, y la sustitución sistemática de los
combustibles de carbono con energía renovables como la eólica y la solar.
Sin embargo, la quiebra sistemática de plantas
energía solar en varias partes del mundo, han puesto en duda las afirmaciones
de que las energías renovables pueden ser rentables sin la continua dependencia
de subsidios gubernamentales financiados por los contribuyentes.
La encíclica Laudato Sii del Papa
Francisco y su discurso el 25 de septiembre de 2015 en la ONU, fueron
utilizados por el secretario general para lanzar la agenda 2030 para el
desarrollo sostenible.
Al punto que el secretario general de la ONU Ban ki
Moon dijo
“Este mensaje [de ‘Laudato Si’] es fundamental, ya
que nos acercamos a la conferencia sobre el cambio climático en París en
diciembre”.
“Su Santidad es una voz resonante de la conciencia.
Ha clamado por la compasión por los refugiados y los migrantes del mundo, y la
solidaridad con las personas atrapadas en conflictos y la pobreza”.
Y en esa disertación del 25 de septiembre 2015 ante
la Asamblea General de la ONU, el Papa Francisco dijo
“la adopción de la agenda 2030 para el desarrollo
sostenible de la Cumbre Mundial que se inaugura hoy es un importante signo de
esperanza; estoy confiado en que la conferencia de París sobre el cambio climático
llegue a acuerdos fundamentales y eficaces”
También el Papa Francisco en sus primeras palabras
pronunciadas en público en Estados Unidos, en el jardín del sur de la Casa
Blanca, eligió el cambio climático como tema; él dijo
“Señor Presidente me parece alentador que usted
proponga una iniciativa para reducir la contaminación del aire. La urgencia
parece clara para mí también, que el cambio climático es un problema que ya no
se puede dejar a nuestras futuras generaciones”.
Foros de la
Virgen María
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