Oración a los Coros angélicos.
El arcángel le dijo a la
religiosa Sierva de Dios Antonia De Astónac, en una aparición aproximadamente
por el año 1750, que deseaba ser honrado mediante la recitación de nueve
salutaciones.
Estas nueve plegarias
corresponden a los nueve coros de ángeles. La corona consiste de un
Padrenuestro y tres Ave Marías en honor de cada coro angelical.
Pero antes pongámonos
en sintonía. La Biblia menciona frecuentemente ángeles, arcángeles,
querubines y serafines, e incluso el nombre de alguno de los ángeles más
importantes, como Gabriel, que llevó el mensaje de Dios a una virgen llamada
María en una pequeña ciudad de Galilea, llamada Nazaret. Otro ángel (o quizás
el mismo) aconsejó a José en un sueño huir con la Sagrada Familia a Egipto, y
en otro sueño, que regresara de nuevo. Y otro se enfrentó a la revuelta
celestial de Lucifer y por eso San Miguel Arcángel hoy es invocado como el
Comandante de los Ejércitos Celestiales.
¿QUÉ SON LOS ‘COROS’
CELESTIALES?
Las epístolas de Pablo a los Efesios y Colosenses
mencionan otros cinco “coros” – tronos,
dominios (o dominaciones), Poderes, Virtudes y Principados.
Para entender estas entidades, Santo Tomás Aquino consultó a Dionisio el
Areopagita, mencionado en Hechos 17:34, un filósofo neoplatónico /
teólogo del siglo V.
Dionisio organizó los coros con gran detalle. Los más altos son los Serafines, Querubines y Tronos, asociados a
las funciones específicas de amor, conocimiento y poder.
En el medio están Dominaciones,
Virtudes y Poderes, asociados con el gobierno universal de la creación.
Y la jerarquía inferior consta de Principados, Arcángeles y Ángeles, que se ocupan de la administración
directa de las criaturas en el mundo.
Un buen número de santos, o candidatos a la
santidad, han informado de encuentros
extraordinarios con los ángeles.
Algunos
de ellos incluso han sido acompañados frecuente o permanentemente por ángeles – incluyendo a
Santa Francisca de Roma, Santa Faustina, Santa María Magdalena de Pazzi, Santa
Gemma Galgani, la Beata Dina Belanger, y la monja brasileña Ceci Cony.
Todos ellos recibieron
instrucción espiritual de sus ángeles (respuestas acerca de las
relaciones, las decisiones a tomar, etc.) – pero en las decisiones importantes
que los ángeles siempre los refirieron a los sacerdotes que servían de sus
directores espirituales.
REVELACIONES MÍSTICAS SOBRE LA
ORGANIZACIÓN DE LOS ANGELES
Las revelaciones más prolíficas se encuentran en
los cuadernos de la estigmatizada
alemana, Mechtilde
Thaller-Schönwerth (1868 – 1919).
Matilde fue tratado con dureza por su madre, quien
casi murió al darla a luz. Cuando niña
comenzó a ser acompañada visiblemente por su ángel de la guarda. A los
cinco ya tenía dones, además, de la presencia ocasional de un arcángel. Cuando
era adolescente, quería entrar en la vida religiosa, al igual que su hermana,
pero le fue dicho por su director espiritual que su vocación era el matrimonio.
A
los dieciséis años, estaba casada con un cruel, adúltero, y a menudo tiránico
marido.
Ella
recibió los estigmas, pero las heridas eran visibles por su director. Se convirtió
en la madre espiritual de muchos en su comunidad a través de contactos
personales y cartas.
Y estaba dotada de bilocación,
incluso visitó los campos de batalla de la Primera Guerra Mundial para atender
a los heridos. Después de su muerte, su marido y su amante se convirtieron.
Ella no sólo recibió instrucciones prácticas de sus ángeles sino que, a la
manera típica especulativa alemana, entró en conversaciones periódicas con
ellos acerca de sus tipos y funciones.
Esto llevó a recibir instrucciones teológicas relativas a los nueve coros de ángeles.
Su cuaderno y diario espiritual no se han
traducido, pero en 1935 Frederick von Lama hizo extractos de ellos en Los Ángeles,
Nuestros Compañeros y Siervos de Dios.
Éstos son algunos de sus comentarios, coincidiendo
con Aquino en los principales puntos, pero va más allá de la tradición en
detalles específicos:
Los
Serafines
son el coro supremo, y “fueron hechos para una sola cosa: amar al Dios del
Amor.”
Los
Querubines
son las “espadas de Dios… Cuatro De los querubines están de pie delante del
trono del Santo Padre… Uno de estos ángeles está a menudo estacionado en
santuarios santos”.
“El séptimo coro, los Tronos, es el coro de la autoridad. Cada diócesis, todos los
reinos, cada comunidad religiosa tiene su propio ángel tomado de este coro”. Ellos son
mencionados en el Prefacio de muchas misas, además de las Dominaciones, Poderes
y otros órdenes.
En la jerarquía intermedia, el sexto coro se llama Dominaciones o Dominios. “Dios
asigna ángeles de este coro a las personas que deben dar dirección espiritual
como maestros en las escuelas superiores de aprendizaje, desde el púlpito, o en
el confesionario”.
“Algunos grandes pecadores reciben Virtudes después
de su conversión… Todas Las personas inclinadas a la vida contemplativa deben
llamar a este coro”.
Los
Poderes
“se asignan a los sacerdotes que son confesores de almas muy devotas.
Confesores en monasterios tienen tales ayudantes, otros confesores sólo cuando
tienen que guiar a almas privilegiadas especialmente amadas por Dios… Si Un
sacerdote tiene un ángel de este coro, es casi seguro que más tarde se le dará
uno de las Dominaciones en lugar de los Poderes.
Ha ocurrido que, en su ordenación, algunos
sacerdotes han recibido regularmente, además de su ángel de la guarda, un ángel
del coro de los Poderes, ya que estaban destinados a hacer mucho trabajo
extraordinario en el confesionario”.
“Cada parroquia tiene su propio ángel, que se toma
desde el coro de los Principados“.
“Todos los que pertenecen a la Cofradía de María,
Reina de Corazones, tienen dos ángeles, el ángel ordinario y un Arcángel tomado de la compañía de San
Gabriel”.
Los Ángeles
Guardianes estarán siempre “a nuestro lado en el cielo”.
“Algunos parecen más activos y enérgicos que otros.
Algunos son más reservados, casi podría decir, más tímidos, y estos son
asignados a personas que son llamadas a sufrir mucho”.
“Si se pierden las almas, sus guardianes se vuelven
a asignar a la Guardia especial de la Reina de los Ángeles”.
Estos
son ‘revelaciones privadas’, pero vienen con un Imprimatur y Nihil Obstat de las
autoridades episcopales, por lo que no contienen nada contrario a la fe. Ellas
pueden ayudar a fomentar el cariño a los espíritus justo encima de nosotros.
PROMESAS DE SAN MIGUEL
ARCÁNGEL A QUIENES PRACTIQUEN LA DEVOCIÓN
San
Miguel promete grandes bendiciones a los que practiquen esta devoción a los
Coros angélicos:
A los que practican esta devoción en su honor, San Miguel promete grandes bendiciones:
Enviar un ángel de cada coro
angelical para acompañar a los devotos a la hora de la Santa Comunión.
Además, a los que recitasen
estas nueve salutaciones todos los días, les asegura que disfrutarán de su
asistencia continua. Es decir, durante esta vida y también después de la
muerte.
Aun mas, serán acompañados de
todos los ángeles y con todos sus seres queridos, parientes y familiares para
ser librados del Purgatorio.
INDULGENCIAS
El Papa Pío IX concedió las siguientes
indulgencias:
–
Indulgencia parcial, a los que recen esta Corona con el corazón contrito.
– Indulgencia parcial, cada día que lleven consigo la Corona o besaren la medalla de los Santos Ángeles que cuelga de ella.
– Indulgencia plenaria una vez al mes, a aquellos que la rezaren diariamente, el día que escogieren, verdaderamente contritos, confesados y comulgados, rogando por las intenciones de su Santidad.
– Indulgencia plenaria, con las mismas condiciones, en las fiestas de la Aparición de San Miguel Arcángel (8 de mayo); de su Dedicación (29 de septiembre); y de los Santos Ángeles Custodios (2 de octubre).
– Indulgencia parcial, cada día que lleven consigo la Corona o besaren la medalla de los Santos Ángeles que cuelga de ella.
– Indulgencia plenaria una vez al mes, a aquellos que la rezaren diariamente, el día que escogieren, verdaderamente contritos, confesados y comulgados, rogando por las intenciones de su Santidad.
– Indulgencia plenaria, con las mismas condiciones, en las fiestas de la Aparición de San Miguel Arcángel (8 de mayo); de su Dedicación (29 de septiembre); y de los Santos Ángeles Custodios (2 de octubre).
CÓMO ES LA CORONILLA
En esta coronilla invocaremos
a los nueve coros de ángeles. Después de cada invocación rezaremos 1 Padre
Nuestro y 3 Avemarías. Ofreceremos esta coronilla por la Iglesia, para que sea
defendida de todas las asechanzas del demonio, y por los que están más alejados
de Dios.
En el Nombre del Padre…
Se comienza la Corona rezando, la siguiente invocación:
Dios mío, ven en mi auxilio.
Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, etc.
Se comienza la Corona rezando, la siguiente invocación:
Dios mío, ven en mi auxilio.
Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, etc.
1. Todopoderoso y eterno Dios,
por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Serafines, enciende en nuestros
corazones la llama de la perfecta caridad. Amén.
(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)
(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)
2. Todopoderoso y eterno Dios,
por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Querubines, dígnate darnos tu gracia para
que cada día aborrezcamos más el pecado y corramos con mayor decisión por el
camino de la santidad. Amén.
(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)
(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)
3. Todopoderoso y eterno Dios,
por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Tronos, derrama en nuestras almas el
espíritu de la verdadera humildad. Amén.
(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)
(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)
4. Todopoderoso y eterno Dios,
por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de las Dominaciones, danos señorío sobre nuestros
sentidos de modo que no nos dejemos dominar por las malas inclinaciones. Amén.
(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)
(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)
5. Todopoderoso y eterno Dios,
por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Principados, infunde en nuestro interior
el espíritu de obediencia. Amén.
(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)
(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)
6. Todopoderoso y eterno Dios,
por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de las Potestades, dígnate proteger nuestras
almas contra las asechanzas y tentaciones del demonio. Amén.
(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)
(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)
7. Todopoderoso y eterno Dios,
por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de las Virtudes, no nos dejes caer en la
tentación, mas líbranos del mal. Amén.
(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)
(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)
8. Todopoderoso y eterno Dios,
por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Arcángeles, concédenos el don de la
perseverancia en la fe y buenas obras de modo que podamos llegar a la gloria
del cielo. Amén.
(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)
(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)
9. Todopoderoso y eterno Dios,
por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Ángeles, dígnate darnos la gracia de
que nos custodien durante esta vida mortal y luego nos conduzcan al Paraíso.
Amén.
(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)
(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)
Se reza un Padre Nuestro en
honor de cada uno de los siguientes ángeles:
*En honor a San Miguel
*En honor a San Gabriel
*En honor a San Rafael
*En honor a nuestro Ángel de la Guarda
*En honor a San Miguel
*En honor a San Gabriel
*En honor a San Rafael
*En honor a nuestro Ángel de la Guarda
Glorioso San Miguel, caudillo y príncipe de los
ejércitos celestiales, fiel custodio de las almas, vencedor de los espíritus
rebeldes, familiar de la casa de Dios, admirable guía después de Jesucristo, de
sobrehumana excelencia y virtud, dígnate librar de todo mal a cuantos
confiadamente recurrimos a ti y haz que mediante tu incomparable protección
adelantemos todos los días en el santo servicio de Dios.
V. Ruega por nosotros, glorioso San Miguel, Príncipe de la Iglesia de Jesucristo.
R. Para que seamos dignos de alcanzar sus promesas.
V. Ruega por nosotros, glorioso San Miguel, Príncipe de la Iglesia de Jesucristo.
R. Para que seamos dignos de alcanzar sus promesas.
Oremos.
Todopoderoso y Eterno Dios, que por un prodigio de tu bondad y misericordia a favor de la común salvación de los hombres, escogiste por Príncipe de tu Iglesia al gloriosísimo Arcángel San Miguel, te suplicamos nos hagas dignos de ser librados por su poderosa protección de todos nuestros enemigos de modo que en la hora de la muerte ninguno de ellos logre perturbarnos, y podamos ser por él mismo introducidos en la mansión celestial para contemplar eternamente tu augusta y divina Majestad. Por los méritos de Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Todopoderoso y Eterno Dios, que por un prodigio de tu bondad y misericordia a favor de la común salvación de los hombres, escogiste por Príncipe de tu Iglesia al gloriosísimo Arcángel San Miguel, te suplicamos nos hagas dignos de ser librados por su poderosa protección de todos nuestros enemigos de modo que en la hora de la muerte ninguno de ellos logre perturbarnos, y podamos ser por él mismo introducidos en la mansión celestial para contemplar eternamente tu augusta y divina Majestad. Por los méritos de Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Si queremos, al final de la Coronilla a San Miguel
Arcángel, podemos agregar la siguiente oración a María Reina de los Ángeles.
ORACIÓN A MARÍA REINA DE LOS
ÁNGELES
Historia
de esta oración. Ante el gran combate espiritual que libramos, Dios ha
querido proveer por nosotros. Pero debemos rezar si deseamos su ayuda.
Escribe acerca de la Reina de los Ángeles el
Venerable Luis Eduardo Cestac, fundador de la Congregación de las Siervas de
María:
En
1863 un alma… sintió su mente elevada hacia la Santísima Virgen, quien le dijo
que efectivamente, los demonios andaban sueltos por el mundo, y que había
llegado la hora de rogarle como Reina de los Ángeles pidiéndole las legiones
santas para combatir y aplastar los poderes infernales.
–”Madre
mía”, dijo esta alma, “¿ya que sois tan buena, no podrías enviarlas sin que os
rogáramos?”
–”No”,
respondió la Santísima Virgen, “la oración es condición impuesta por Dios para
alcanzar las gracias”.
–
“Entonces, Madre mía”, dijo el alma “¿querrías enseñarme Vos la manera de
rogaros?”
Y
creyó escuchar la oración “Oh Augusta Reina…”
El
señor Cestac fue el depositario de esta oración. Lo primero que hizo fue presentarla a Monseñor
Lacroix, obispo de Bayona, quien le dio su aprobación. Inmediatamente mandó
imprimir medio millón de ejemplares, que distribuyó gratis por todas partes.
No
estará demás advertir que, durante la primera impresión, las máquinas se
rompieron dos veces. La oración a la Reina de los Ángeles se extendió
rápidamente y fue aprobada por muchos obispos y arzobispos.
San
Pío X concedió trescientos días de indulgencia a quienes la rezaren.
¡Oh Augusta Reina de los
Cielos
y Señora de los Ángeles!
Pues habéis recibido de Dios el poder y la misión de aplastar la cabeza de la serpiente infernal; dignaos escuchar benigna las súplicas que humildemente os dirigimos; enviad las santas legiones para que, bajo vuestras órdenes, combatan a los demonios, donde quiera repriman su audacia y los persigan hasta precipitarlos al abismo.
¿Quién como Dios?
Santos Ángeles y Arcángeles, defendednos y guardadnos. ¡Oh buena y tierna Madre! Vos seréis siempre nuestro amor y nuestra esperanza. ¡Oh divina Madre! Enviad los Santos Ángeles para defendernos y rechazar lejos al demonio, nuestro mortal enemigo. Amén.
y Señora de los Ángeles!
Pues habéis recibido de Dios el poder y la misión de aplastar la cabeza de la serpiente infernal; dignaos escuchar benigna las súplicas que humildemente os dirigimos; enviad las santas legiones para que, bajo vuestras órdenes, combatan a los demonios, donde quiera repriman su audacia y los persigan hasta precipitarlos al abismo.
¿Quién como Dios?
Santos Ángeles y Arcángeles, defendednos y guardadnos. ¡Oh buena y tierna Madre! Vos seréis siempre nuestro amor y nuestra esperanza. ¡Oh divina Madre! Enviad los Santos Ángeles para defendernos y rechazar lejos al demonio, nuestro mortal enemigo. Amén.
Foros
de la Virgen María
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