"Atravesaron el lago y llegaron a la tierra de Genesaret, donde amarraron la barca a la orilla. Tan pronto como bajaron de la barca, la gente reconoció a Jesús. Recorrieron toda aquella región, y comenzaron a llevar enfermos en camillas a donde sabían que estaba Jesús. Y dondequiera que él entraba, ya fueran aldeas, pueblos o campos, ponían a los enfermos en las plazas y le rogaban que les dejara tocar siquiera el borde de su capa. Y todos los que la tocaban quedaban sanados."
Como tantas veces, encontramos a
Jesús rodeado de enfermos. Jesús salva, cura; porque hemos de entender el
término "enfermos", aplicado a todo aquel que tiene una carencia. El
que está enfermo, pero también el que está solo, el que ha de luchar por
subsistir, el pecador...Jesús, no sólo se acerca a ellos, sino que siempre está
rodeado por ellos. Por eso no tiene sentido una Iglesia elitista, una
espiritualidad de privilegiados. El auténtico seguidor de Jesús, es aquel que
se mezcla con los "enfermos" y les rescata de su enfermedad. Si Jesús
era "salus mundi", salud del mundo, sus seguidores debemos intentar
imitarlo y ser causa de salvación, de salud, para todos los que nos rodean.
Nuestra sociedad, está enferma. Llevar a Jesús a los demás, significa emplear todas nuestras fuerzas para sanarla.
Nuestra sociedad, está enferma. Llevar a Jesús a los demás, significa emplear todas nuestras fuerzas para sanarla.
Enviat per Joan Josep Tamburini
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