"Los
seguidores de Juan el Bautista se acercaron a Jesús y le preguntaron:
– Nosotros y los
fariseos ayunamos con frecuencia: ¿Por qué tus discípulos no ayunan?
Jesús les contestó:
– ¿Acaso pueden
estar tristes los invitados a una boda mientras el novio está con ellos? Pero
llegará el momento en que se lleven al novio, y entonces ayunarán."
Este breve texto
nos explica cuál es el verdadero sentido del ayuno. Una cosa queda clara, Jesús
y sus discípulos, a diferencia de los seguidores de Juan y los fariseos, no
ayunaban. Y asocia el ayuno o no, a la alegría de estar junto a Él o no.
Mientras Jesús, el novio, esté con ellos no tienen por qué ayunar. Cuando les
sea arrebatado ya ayunarán. Porque ese ayuno será la manera de acercarse a Él.
No se trata de hacer penitencia por hacerla. No se trata de hacer del ayuno un
rito más, una ascesis en nuestro provecho, como el que va al gimnasio para
tener un cuerpo 10. Se trata de llegar a través de él a Jesús. Isaías nos lo
dice con claridad:
El ayuno que yo
quiero es este: abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los
cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todas las cadenas: partir tu pan con
el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo y no
cerrarte a tu propia carne. (Is 58,6-7). ¿No os suena al Nuevo Testamento?
Porque tuve hambre y me disteis de comer, estaba desnudo y me vestisteis...
No debemos ayunar
ni privarnos de las cosas para demostrarnos lo fuertes que somos, la voluntad
que tenemos, lo santos que somos. Debemos ayunar para dar de comer al que no
puede. Debemos privarnos de cosas para dárselas a los que carecen de
ellas...Porque esas personas son Jesús en persona. Porque Dios no es un ser
etéreo al que no podemos llegar. Dios se encarna cada día en el hombre. Amando
al hombre, es la forma de amar a Dios.
Enviat per Joan Josep Tamburini
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