miércoles, 24 de febrero de 2016

15 CONSEJOS PARA RECOBRAR LA VIDA DE ORACIÓN [CUANDO DECAE]


Todos nosotros tenemos dificultades con la oración y debemos entender que esto es normal. La oración es una relación y uno que hacer un montón de trabajo para llegar a una buena relación, y de muchas maneras la oración es como cualquier otra relación.

Muchos de nosotros comenzamos basándola en las buenas experiencias y emociones. Esto, al igual que en una relación romántica, es una buena cosa, ya que ayuda a atraer a dos personas entre sí. Pero, el verdadero amor sólo se puede fomentar una vez que dejamos de depender de emociones fuertes y grandes experiencias.

Una vez que las emociones se vayan, debemos tomar la decisión de amar a la otra persona propiamente y no lo que ella hace por nosotros. El verdadero amor es la elección de lo mejor para el otro sin importar el costo para mí. Este tipo de amor no es fácil y hay momentos en los que se sentirá lejos de Dios y que su oración está seca.

Sin embargo, no estás solo/a y debes buscar la ayuda de un buen director espiritual o confesor para ayudarte. Además, es necesario seguir rezando, a pesar de que no te sientas bien para hacerlo. Esta es una señal del amor verdadero, elegir orar aun cuando es posible que no lo quieras, porque sabes que es la mejor cosa para hacer.

Si continúas orando, tu fe va a seguir creciendo más allá de los sentimientos. Estos tiempos de sequedad son un regalo de Dios. Es posible que no se sienta como un regalo, pero realmente lo es. La razón de que es un regalo es porque tenemos la oportunidad de dejar atrás nuestros sentimientos y profundizar en una verdadera relación de amor con Dios.

No podemos hacerlo solos. El Espíritu Santo hace por nosotros lo que no podemos hacer en nuestra oración. Esto es vital, porque la oración es esencial para el éxito a los ojos de Dios.

7 RAZONES POR LA QUE NUESTRA ORACIÓN DECAE

Desaliento
A veces no sabemos qué decir, cómo orar, qué hacer.

A veces estamos cansados, sintiéndonos mal, o simplemente no tenemos el deseo de orar.
Duda
¿Dios realmente existe?
¿Puede oírme?
¿A Él le importa, incluso si Él existe?
¿Realmente importa la oración?
Impaciencia
Las oraciones pueden parecer no tener fin y sólo el silencio viene del cielo

¿Cuándo me responderá Dios?
Tentaciones
Es fácil orar cuando no usted no tiene internamente el reto de la tentación.
Pero, cuando las tentaciones entran, se convierte en una monotonía.
Pereza
A veces nos damos por vencidos o nunca establecemos hábitos que nos sostienen en los tiempos de sequedad o a través de la vida moderna.
Sequedad
Dios parece distante y la oración se convierte en una tarea.

Esto puede suceder en cualquier momento.
Problemas físicos, mentales o emocionales
Cuando sufrimos, es difícil rezar, porque a veces sentimos que un Dios amoroso podría hacer que se detenga y no sucede.

15 CONSEJOS PARA AYUDAR A TU VIDA DE ORACIÓN

1 – Frecuenta los Sacramentos
Si puedes ir a misa diaria, incluso una vez a la semana, has duplicado tu acceso al regalo más grande jamás dado a la humanidad.
Si vas a confesarte al menos mensualmente, sin duda vas a obtener una gran cantidad de gracias. Anótalo en un calendario para que no se lo saltee.
2 – Establece Buenos Hábitos
Debes ser capaz de confiar en tus hábitos para ayudarte, y no para hacerte daño, en tu oración.
Un buen hábito tarda 66 días (al menos) en establecerse.
Así pues, si puedes comprometerte a una rutina de oración durante 2 meses, puedes comenzar a sentar las bases de hábitos de oración saludables.
3 – Auditoría Externa
Necesitas a alguien más objetivo que tu para mirar tu vida de oración y ver cómo lo estás haciendo y cómo el Espíritu Santo está obrando.
Un director espiritual es muy valioso para ayudar.
Pero, si no piensas que estés listo, incluso puedes tener un amigo santo para hablar de ello.
4 – Prueba diferentes Tipos de Oración
Todos tenemos diferentes gustos en la oración, al igual que la mayoría de las otras cosas en la vida.
Por lo tanto, prueba diferentes tipos de oración y ve cuáles funcionan para ti.
Una advertencia: no te des por vencido demasiado pronto en un tipo de oración.
Puede ser que tome un buen tiempo para descubrir si es buena para ti o no.
5 – Ayuna Regularmente
Hay un gran poder en el ayuno. Vemos en las Escrituras que Jesús ayuna y llama a sus discípulos a hacer lo mismo.
Cuando tenemos un mejor control sobre los deseos de nuestro cuerpo, podemos orar mejor.
6 – Supera las Distracciones
La forma más sencilla de superar una distracción es la de no entrar en ellas.
Una vez que te das cuenta que estás distraído convierte tu corazón y tu mente de nuevo a la oración, no al estudio de la distracción.
Este simple acto es la forma más fácil para derrotar a las distracciones.
7 – No Sobre-pienses la Oración
Muy a menudo tendemos a complicar algo que debería ser natural para nosotros.
Estamos hechos para la comunión con Dios.
La oración es simplemente dirigir tu mente y corazón en la dirección de Dios.
Si lo complicamos en exceso, nos vemos atrapados en lo externo.
8 – La Sequedad es Buena para nosotros
Oraciones secas son un regalo de Dios.
Todos anhelamos tener consuelos en nuestra oración, pero es saludable la sequedad para nosotros.
Es en la sequedad que nuestra fe es probada y fortalecida.
9 – Ora con Humildad
En la medida en que somos humildes es la magnitud con que la fuerza de la gracia de Dios cambia nuestras vidas.
Sin oración humilde, Dios es incapaz de llegar a nosotros, porque no tenemos ninguna necesidad interior para él.
10 – Trabaja en una Correcta Comprensión de Dios y Uno mismo
No puedo enfatizar esto lo suficiente.
Muchos de nosotros luchamos para entender cómo un Dios perfecto nos pude amar y quiere una relación con nosotros.
Pero, esto se debe, principalmente, a nuestras malas percepciones de nuestra propia dignidad y de la forma en que Dios nos ama incondicionalmente.
11 – Quietud
Nuestras vidas modernas están llenas de ruido.
Tenemos que calmarnos para oír a Dios – tanto interna como externamente.
Encuentra un lugar tranquilo y silencioso para orar.
La Iglesia es útil en este sentido, así que si puedes parar en una iglesia, aunque sea por poco tiempo, es recomendable que lo hagas.
12 – Da Prioridad a la Oración
Prográmala. Deja otra cosa.
Hay que levantarse temprano.
Has lo que tengas que hacer, pero no dejes pasar un día sin tener un tiempo con la persona más importante en tu vida.
13 – No seas Demasiado Duro Contigo mismo
Las luchas en tu vida de oración no te hacen un mal cristiano.
Se trata de una experiencia universal de toda persona que ora.
Así que, no te tires abajo con las luchas.
14 – No Esperes para empezar
La dilación es el enemigo de la oración.
Si usted te sientes llamado a orar, no lo pospongas.
15 – Encuentra y Utiliza Buenos Recursos
Cuando no sabes qué hacer o cómo hacerlo, los recursos pueden ayudar.
Los recursos incluyen personas, amigos, libros, páginas web, sacramentales (por ejemplo, rosarios), la Sagrada Escritura, etc…

¡Buena Oración Amigos! ¡A empezar Hoy!

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