miércoles, 20 de agosto de 2014

EL BUEN PASTOR


¡VENID Y NO TENGAIS MIEDO, HABLADME Y PLATICAD CONMIGO, PORQUE ESTOY ESPERANDOOS PARA DAROS MI PAZ Y MI CONSUELO!

AGOSTO 18 DE 2014 – 4:15 P.M.

LLAMADO DE JESÚS SACRAMENTADO A LA HUMANIDAD. SANTUARIO DE JESÚS CAÍDO. GIRARDOTA (ANT.)

Hijos míos, mi paz esté con vosotros.

Yo soy el Cristo macilento que espera con amor a todos sus hijos; venid alabadme y saludadme primero, antes de que me pidáis solucionar vuestros problemas. Para mí, es más importante la salvación de vuestra alma, lo demás os vendrá por añadidura. No sabéis pedir mis pequeños, muchos vienen a mí, sólo a que les solucione problemas mundanos y no tienen la caridad y la misericordia de saludarme y alabarme primero por todas las bendiciones que les regalo cada día. Porque cada día, recibís el don de la vida y esto solo bastaría para que le agradecierais a mi Padre, por tan maravilloso regalo.

¡Oh hijos míos, no habéis podido entender que Yo estoy vivo y real en el silencio de cada Sagrario! Moro también en cada corazón contrito y humillado, en cada corazón noble y limpio. Entonces, ¿por qué me buscáis en las alturas, si yo moro dentro de vosotros? Venid y no tengáis miedo, habladme y platicad conmigo, porque estoy esperándoos para daros mi paz y mi consuelo.

Hijos míos, yo soy vuestro Amado, vuestro Padre, vuestro Amigo, vuestro Defensor, vuestro Sustento y Consuelo. Y ante todo soy vuestro Dios. Venid, acercaos a Mí; contadme y confiadme todos vuestros problemas, sufrimientos y angustias; que yo, si tenéis fe, solucionaré de inmediato. Venid, con un corazón sincero y arrepentido y os aseguro que no seréis defraudados. Yo tengo más que daros, que vosotros que pedirme.

Estoy en el silencio de cada Sagrario llevando el peso de vuestros pecados; os amo tanto mis pequeños que si tuviera que volver a morir por vosotros, gustoso lo volvería a hacer. Mi amor es tan grande que todo lo perdona; venid y descargad en mí, vuestra carga de pecados y miserias que yo la cargaré por vosotros. Venid a mí, tristes y afligidos que yo os daré mi consuelo; venid enfermos del cuerpo y del alma que yo os daré mi sanación. Os estoy esperando pecadores de todas las razas, credos y religiones, para daros mi perdón y mi salvación. Venid a mí, porque yo soy el eterno pastor que da la vida por sus ovejas y en especial por aquellas que no me conocen o no me aman.

Os estoy esperando hijos míos, porque yo soy la fuente de vida eterna que quiere daros vida en abundancia. Alabadme y pedidme con fe, venid y platicad conmigo como lo hacen los amigos y os aseguro que lo que pidáis os lo concederé si es para vuestro bien y salvación de vuestra alma. Mi paz os dejo, mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.

Vuestro Amado, Jesús Sacramentado.

Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.

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