Pocas horas después había salvado
varias vidas.
Liang
Yaoyi sabía que tenía un tumor en el cerebro e insistió varias veces para que
sus órganos fueran donados para trasplantes.
Liang Yaoyi tenía 11 años y un tumor en el cerebro incurable e inoperable.
Así, decidió donar sus órganos, no afectados por la enfermedad. Este hecho ha
asombrado a la opinión pública china: de hecho, sólo desde 2010, cuando se
instituyó un registro de donantes, es posible donar los órganos en este país.
La CCV, la televisión de estado,
ha realizado un amplio servicio sobre el pequeño Liang y ha capturado esta imagen que ha causado
estupor en muchas personas. El personal médico que tenía que ocuparse de
extraer los órganos del joven fallecido, antes de entrar en quirófano para la
explantación de los mismos, ha hecho tres reverencias ante el cuerpo del niño.
Presente en este gesto, que se
llama "koutou" y se suele hacer en los funerales para saludar con
respeto al querido difunto, estaba la
madre de Liang en lágrimas.
Médicos y enfermeros que habían
seguido al muchacho durante el recorrido de su enfermedad y en la elección
final, han decidido honorarlo antes de seccionar su cuerpo. Liang estaba
ingresado en el hospital de Zhongshan y, según relata la Ccv, había expresado
varias veces su voluntad de hacer el bien a través de la donación de sus
órganos. Ochos horas después de la explantación, los riñones y el hígado de
Liang habían salvado la vida de dos
personas.
(Traducción
de Helena Faccia Serrano, Alcalá de Henares)
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