"A partir de entonces, Jesús
comenzó a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén, y que los
ancianos, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley le harían sufrir
mucho. Les dijo que lo iban a matar, pero que al tercer día resucitaría. Entonces
Pedro le llevó aparte y comenzó a reprenderle, diciendo:
– ¡Dios no lo quiera, Señor! ¡Eso
no te puede pasar!
Pero Jesús se volvió y dijo a
Pedro:
– ¡Apártate de mí, Satanás, pues
me pones en peligro de caer! ¡Tú no ves las cosas como las ve Dios, sino como
las ven los hombres!
Luego Jesús dijo a sus
discípulos:
– El que quiera ser mi discípulo,
olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar
su vida, la perderá; en cambio, el que pierda su vida por causa mía, la
recobrará. ¿De qué sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida? ¿O
cuánto podrá pagar el hombre por su vida? El Hijo del hombre va a venir con la
gloria de su Padre y con sus ángeles, y entonces recompensará a cada uno
conforme a sus hechos."
A estas alturas, seguimos sin
entender este texto. Pedro, todavía no había entendido la misión de Jesús. Y
nosotros, seguimos sin entender la nuestra. Jesús nos dice que tomemos
"nuestra" cruz. Y nosotros nos fabricamos cruces artificiales.
Buscamos sacrificios, sufrimientos... Jesús, lo que nos pide, es que tomemos
nuestra vida, que aceptemos vivirla plenamente, sin huir de nosotros mismos.
Queremos salvar nuestra vida y lo que hacemos es falsearla. Por eso la
perdemos.
Ser cristianos es seguir a Jesús
con nuestra cruz, con nuestra vida. Jesús no buscó el sufrimiento. Si leemos
los evangelios, nos daremos cuenta que pasó su vida intentando aliviar el
sufrimiento de los otros, curando...Pero vivir su vida plenamente, le llevó a
morir en cruz. Vivir nuestra vida, si lo hacemos con honestidad, nos traerá
momentos felices y momentos de dolor, pero será una vida plena. Y en el fondo
de nuestro corazón encontraremos paz.
Podemos buscar mil excusas;
imaginarnos mil caminos. Si no seguimos el nuestro, que es el del amor, al
final, lo único que encontraremos será el vacío. Habremos perdido nuestra vida.
Enviat per Joan Josep Tamburini
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