lunes, 2 de junio de 2014

SOMOS UN MILAGRO DE DIOS


Cualquiera de nosotros…, todos somos un milagro de Dios. Todos somos un milagro, desde el más rico del mudo hasta el más pobre, desde la persona que tenga el cuerpo más perfecto, hasta aquel que lo tenga más imperfecto, desde el que tenga el alma más pura y limpia ya en este mundo, hasta aquel que sea el más ruin y abyecto ser humano en este mundo. Todos individualmente, somos queridos por Dios, porque personalmente nos ha creado a cada uno. “7 Entonces Yahvé Dios formó al hombre con polvo del suelo, e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente”. (Gn 2,7).

Y seguiremos siendo hijos amado de Dios herederos de su gloria, ahora aquí en esta vida, estamos viviendo o no dentro del ámbito de su amor y cuando abandonemos este mundo, todos aquellos que se hayan mantenido en el ámbito de su amor, irán a la casa del padre. Pero aquellos que no hayan llegado a aceptar el amor .que Dios hasta el último momento de su vida les ha estado ofreciendo, abandonarán el ámbito de amor de Dios y con ello habrán perdido su capacidad de amar y ser amados y no podrán ir a la casa del Padre, porque allí el amor es el todo, ya que Dios es amor y solos amor..

Ahora a todos nosotros, individualmente Dios nos ama, nos habla, y nos recuerda, que todos y cada uno de nosotros somos un milagro viviente, un milagro suyo y nos dice: Desde que por amor y para hacerte feliz te cree, tú, que eres un ser humano, eres mi milagro. En tu cuerpo eres fuerte y capaz en tu, alma que yo te di, insuflándote el aliento de vida, estás lleno de talento, inteligencia y dones míos otorgados a ti. Ningún otro ser viviente de todos los creados tiene comparación contigo. Tú eres especialmente mío, nunca he creado ni volveré a crear otro ser como tú, porque tú eres único para todo el mundo y en especial para Mí.

Recuerda lo que profetizó en mi nombre Isaías: “1 Ahora, así dice Yahvé tu creador, Jacob, tu plasmador, Israel. No Temas, que yo te he rescatado, te he llamado por tu nombre. Tú eres mío. 2 Si pasas por las aguas, yo estoy contigo, si por los ríos, no te anegarán. Si andas por el fuego, no te quemarás, ni la llama prenderá en ti. 3 Porque yo soy Yahvé tu Dios, el Santo de Israel, tu salvador. He puesto por expiación tuya a Egipto, a Kus y Seba en tu lugar 4 dado que eres precioso a mis ojos, eres estimado, y yo te amo. Pondré la humanidad en tu lugar, y los pueblos en pago de tu vida. 5 No Temas, que yo estoy contigo; desde Oriente haré volver tu raza, y desde Poniente te reuniré”. (Is 43,1-5).

Eres mi creación más grande. Eres mi milagro. Si no me has amado, no temas, no tengas miedo a comenzar una nueva vida, yo te amo de todas formas, mucho más de lo que tú te puedas imaginar, porque Yo carezco de limitación alguna, soy ilimitado en todo, soy el Alfa y Omega, nunca he tenido principio y como tú, tampoco tendremos fin, porque ese fue mi regalo al crearte. Tú eres único. Nadie es igual a ti. Solo en ti está aceptar el camino de la felicidad que te ofrecí y continuamente te estoy ofreciendo, para que lo recorras y sigas siempre adelante hasta el fin, teniendo siempre en cuenta lo que te dijo mi Hijo querido, que solo Él, es el camino , la verdad y la vida

Te hice perfecto para que aprovecharas tu capacidad y no para que te destruyas con tonterías. Prestándote al nefasto juego, que para ti el demonio continuamente te está proponiendo. Te di el poder de hablar y de pensar, lo mismo que te di, la capacidad de amar y ser amado. Te dije que amases a tus hermanos como a ti mismo te amas, que vieras en ellos, a Mí mismo. Que ejercitaras las obras de misericordia con cualquiera de ellos y que amases a los que no te aman. Te di el poder de pensar, de razonar, de imaginar, de pensar, de ser sensible al dolor y al sufrimiento, para que sacases provechos espirituales de ellos. Tienes el poder que te di, de planear y crear, el poder de determinar, te di el poder de reír y de llorar, te di el poder de r, te di el poder de crear, te di el poder de planear. Y sobre todo te di el poder de rezar…

Te hice libre, con la capacidad de poder elegir, para aceptar, o no aceptar el amor que te tengo. Te hice libre y en tu alma puse una impronta de anhelo de la eterna felicidad, que te tengo preparada y que te quiero dar. Buscas encontrar en el mundo en que te puse, esa felicidad que te espera y que solo, puedes hallarla cuando estés conmigo. Pero has de corresponder a mi amor y si no correspondes a mí amor, me ignoras y tratas de ser feliz, ofendiéndome continuamente, no conseguirás mi felicidad. La felicidad que tratas de hallar en el mundo no es la mía, no es la que te tengo reservada, ni en nada se parece a la que te ofrezco, pues la mía es eterna y en el mundo no hay nada eterno, solo tu alma es eterna y tú necesitas una felicidad eterna, cualquier otra cosa que se te dé a ti, no te satisface. Lo que el mundo te puede dar, es su corta felicidad material y ello, si vives en paz espiritual, buscando mi amor, aceptándolo, y correspondiéndome con el tuyo que tanto deseo.

En ti está el poder de no atarte a las cosas del mundo. Las cosas no hacen la felicidad. ¿Por qué te obsesionas y buscas con tanto afán las cosas de ese mundo en que vives? No te das cuenta de que Yo soy el que ha hecho todo lo que te rodea y que tú tantos valoras. Lo valoras todo tanto, incluso más que a Mí. Piensa que si me amas me posees y al poseerme a Mí, posees todo lo que tanto amas y buscas en ese mundo en el que vives. Cuando tu alma abandone a tu cuerpo, cualquiera que sea el destino que hayas escogido para tu alma, sea este aceptando mi amor o repudiándolo para siempre, habrás entrado en la eternidad y comprenderás que para mí y entonces también para ti, nuestro amor será eterno. Fueron millones de años lo que dediqué a la creación de tu mundo actual, pleno de tanta belleza que tanto amas. No cometas el error de amar mi obra, por encima de tu amor a Mí.

¿Qué has hecho de estas tremendas fuerzas que te di? Por medio de Mi Hijo, te di los sacramentos que son canales de adquisición de gracias dirigidas a ti. Si has usado mal de ellas no importa si te arrepientes y buscas mi perdón, porque mi misericordia es infinita Si así lo haces la fuerza de mi misericordia, restaurará todo al momento anterior a tu ofensa a Mí. Elige siempre amar en lugar de odiar, elige reír en lugar de llorar, elige actuar en lugar de esperar, elige crecer en lugar de consumirte, elige bendecir en lugar de blasfemar, elige vivir en gracia , en lugar de estar continuamente muriendo en el pecado. Y aprende a sentir mi presencia en cada acto de tu vida. Crece cada día un poco más en el optimismo de la esperanza. No te lamentes nunca. No te quejes. No te atormentes. No te deprimas. Eres mi hijo a quien yo amo de una forma inimaginable para ti, esta es una razón más que suficiente, para que frente a cualquier tristeza de tu vida, la anules pensando en lo que Yo te amo. Te quiero feliz, con misericordia, con piedad, para que este mundo que transitas pueda acostumbrarse a reír, siempre que tú aprendas a reír.

Y si eres mi milagro, entonces usa tus dones y cambia tu medio ambiente, contagiando esperanza y optimismo sin temor, porque yo estoy a tu lado. Mírate bien y date cuenta que nadie tiene los que tú tienes. Entusiásmate con ello. Reconócete. Encuéntrate. Acéptate. Anímate. Y piensa que, desde este momento, puedes cambiar tu vida para bien, si te lo propones y te llenas de entusiasmo. Y sobre todo, si te das cuenta de la felicidad que puedes conseguir con sólo desearlo. ¿Cómo puedes temer, tener miedo si eres un milagro mío?

Mi más cordial saludo lector y el deseo de que Dios te bendiga.

Juan del Carmelo

No hay comentarios: