ACTIVISTAS CATÓLICOS DE LA PLATAFORMA ACTÍVATE COLOCARON UNA PANCARTA QUE REPRESENTABA EL NACIMIENTO DE JESÚS EN LA PUERTA PRINCIPAL DE LA CORTE SUPREMA EXIGIENDO LA LEGALIDAD DE LOS NACIMIENTOS NAVIDEÑOS EN LUGARES PÚBLICOS.
Los grandes templos dedicados a Satán, asesinatos de sacerdotes o el culto a la muerte en México contrastan con una sociedad profundamente
católica, devota y mariana y activa en defensa de su fe. El país norteamericano
es probablemente uno en los que más palpable es el combate
espiritual y conforme se
acerca la Navidad, esta se acrecienta.
Durante las últimas semanas, el
país abrazado por el manto de la Virgen de Guadalupe espera en vilo la
sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que podría prohibir la colocación de nacimientos y belenes navideños en
espacios públicos, después de que varias organizaciones laicistas
hayan intensificado su ataque laicista a estos adornos.
El caso no es nuevo: todo comenzó en diciembre de 2020,
cuando un habitante de Chocholá, un pueblo de 5.000 habitantes en el estado de
Yucatán, denunció haber sido vulnerado en su "derecho" a la libertad
religiosa. ¿El motivo? Las autoridades de la localidad habían instalado
en el Ayuntamiento un nacimiento con motivo de la
Navidad.
El denunciante, laicista y sin
filiación religiosa, alegó que el municipio estaba
violando su libertad y los
principios constitucionales de un país laico. Asimismo denunció una
supuesta "preferencia por los católicos" consistorial ya que, en su
opinión, ninguna religión o culto debería recibir una atención especial.
De la mano de la asociación
laicista yucateca Derechos Humanos Kanan los denunciantes interpusieron una
demanda de amparo contra los municipios de Mérida, Chocholá y Mocochá por
colocar adornos alusivos a la Navidad y al nacimiento de Jesucristo,
discriminando a su juicio "a los que no son
católicos".
La polémica no ha hecho sino
prolongarse en los juzgados habiendo alcanzado al máximo órgano judicial del
país, la Suprema Corte de Justicia de la Nación. La resolución
definitiva estaba prevista para el pasado 9 de noviembre, si bien ha sido pospuesta dejando
al país en vilo mientras el resto del mundo comienza a instalar sus belenes
navideños.
OPOSICIÓN
DE OBISPOS, CIVILES... INCLUSO DE LÓPEZ OBRADOR
La Iglesia y los católicos de todo
el país han llevado a cabo desde entonces campañas de movilización masivas para preservar su derecho
y deber de llevar a la vida pública su fe.
Algunos de los hechos más
representativos de esta movilización han sido las más de 40.000 firmas entregadas a la Suprema Corte exigiendo
el respeto a esta tradición católica del país.
También se pronunció la Conferencia
Episcopal Mexicana, expresando su "gran
preocupación y rechazo" ante la posibilidad de prohibir los belenes
en lugares públicos.
"En este
momento en el que nuestro país está sufriendo el flagelo de la inseguridad y la
violencia, desbordadas, el proyecto publicado por la Suprema Corte pretende
limitar las expresiones y manifestaciones religiosas que son promotoras de la
cultura de la paz y del amor entre los hombres. La práctica religiosa del
pueblo está impregnada de toda clase de celebraciones y expresiones de
enorme riqueza que deben respetarse y preservarse", sentenció el secretario general de la CEM y Obispo de Cuernavaca, Mons.
Ramón Castro Castro.
Organizaciones civiles como el
Frente Nacional por la Familia o plataforma ACTÍVATE
también han llevado a cabo varias campañas de movilización. Actualmente
son más de 60.000 las firmas recogidas para la preservación de los nacimientos.
En un clima claramente hostil a
las manifestaciones cristianas en lugares públicos, sorprenden las recientes
declaraciones del Presidente de México Andrés
Manuel López Obrador, al afirmar
su oposición a la prohibición de los nacimientos.
"Yo no
estoy a favor de eso, yo creo que eso no tiene fundamento legal ni
tiene que ver con nuestras tradiciones, con nuestras costumbres; además, creo
que es contrario a la libertad religiosa", expresó
este lunes.
UN
"ANTINACIMIENTO DIABÓLICO": ¿LIBERTAD DE EXPRESIÓN?
La última polémica al respecto ha
sido la entrada en el debate de la organización Templo de Satán que, en virtud del
"ejercicio de la libertad religiosa real como
satanistas" colocarán un "antinacimiento
diabólico" el próximo 18 de diciembre en el Zócalo de Ciudad de
México a pocos días de la Navidad. Un argumento que pone en entredicho la
idoneidad de esgrimir como única defensa de los belenes navideños el argumento
de la libertad religiosa.
"Darle
privilegios a la religión católica para representar sus símbolos en espacios
significativos financiados con recursos públicos deriva en la asociación entre
el poder y la capacidad de dichos grupos religiosos sobre otros", expresó el Templo de Satán en sus redes sociales.
En este sentido se expresó el
sacerdote mexicano y exdirector de comunicación de la Arquidiócesis Primada de
México, Hugo Valdemar en declaraciones a
Aciprensa.
"[Los
satanistas] argumentan que se trata de libertad de expresión, pero todas las
libertades tienen su límite, yo no puedo tener la libertad de matar, o la
libertad de agredir a los demás, tengo el límite de los derechos y el respeto a
los demás. No puede darse libertad a la perversidad, la maldad, el odio, la muerte o
la venganza que son anti valores del satanismo. No solo no se
debe tolerar sino prohibir", afirmó.
"Se trata
de expresar su odio a la fe de los católicos, no de libertad de
culto", concluyó.
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