La Navidad está rodeada de costumbres y tradiciones, una de las más hermosas son los Nacimientos.
Por: Tere Vallés | Fuente: Catholic.net
Este mes celebramos el Nacimiento de Jesús. Este acontecimiento está
rodeado de costumbres y tradiciones que hoy recordaremos.
Con el Nacimiento de Jesús se cumple la promesa de Dios al mundo de enviar a un
Salvador. Jesucristo es Dios hecho hombre.
UN POCO DE HISTORIA
Las tradiciones y costumbres son una manera de hacer presente lo que ocurrió, o
lo que se acostumbraba hacer, en tiempos pasados.
Son los hechos u obras que se transmiten de una generación a otra de forma oral
o escrita.
La palabra "tradición" viene del
latín "traditio" que se refiere al
verbo "tradere", que significa
entregar. Se podría decir que tradición es lo que nuestros antepasados nos han
entregado.
En el caso de la Navidad, lo más importante de las tradiciones y costumbres no
es sólo su aspecto exterior, sino su significado interior. Se debe conocer por
qué y para qué se llevan a cabo las tradiciones y costumbres para así poder
vivirlas mejor. Este es un modo de evangelizar.
Existen muchas tradiciones y costumbres que se celebran en el tiempo de
Adviento y de la Navidad.
A continuación, presentaremos una de ellas con una pequeña explicación acerca
de su significado y origen:
LOS NACIMIENTOS.
El Papa San Sixto III, en el siglo V d.C. ya celebraba la Navidad con
algunas representaciones del Nacimiento de Cristo realizados en una gruta
semejante a la de Belén que él mismo había mandado construir en una Iglesia.
Sin embargo, se considera a San Francisco de Asís como el creador de los Nacimientos.
En 1223 quiso celebrar una “Noche Buena” en
la que se reviviera el recuerdo de Jesús nacido en Belén. Para que todos
pudieran comprender mejor las condiciones en las que sucedió, puso un
Nacimiento en el bosque con personas y animales vivos.
Esta actividad gustó mucho a las personas que asistieron y se empezó a
popularizar. Con el paso del tiempo, la falta de espacio obligó a sustituir a
las personas y animales con figuras de madera o de barro.
Esta tradición fue acogida con gran cariño y se ha extendido por todo el mundo
desde el siglo XVI.
Poner un nacimiento en casa, en el que podemos contemplar la imagen de Belén,
el pesebre, los pastores, los magos, José y María, puede ser una actividad que
fomenta la unión familiar. Y al mismo tiempo, convertirse en una imagen que nos
ayude a meditar en el misterio de la Navidad y en las virtudes de cada uno de
los personajes. A través de los sentidos se eleva nuestro espíritu ante este
gran acontecimiento.
El Nacimiento nos
invita a reflexionar en el gran misterio de Dios hecho hombre por amor al
hombre.
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