CONQUISTADORES Y MISIONEROS REPRODUJERON Y MEJORARON LA SOCIEDAD QUE VIVÍAN
DURANTE CASI 4 SIGLOS, MIENTRAS EUROPA SE DESANGRABA EN GUERRAS
INFINITAS, LA AMÉRICA HISPANA, UNA VEZ PACIFICADA, APENAS VIÓ GUERRAS, NI
SIQUIERA CIVILES.
Es difícil hacer una valoración breve de la presencia española en
América: hablamos de cuatro siglos, de 1492 a 1898, de una presencia que iba desde los fuertes en Alaska y Dakota hasta la Patagonia, de
islas perdidas en el Caribe a montañas peruanas a 5.000 metros de altura, de la
vida de muchos millones de hombres en 14 generaciones, en lengua española y en
muchas lenguas americanas.
Por otra parte, durante casi 4 siglos, mientras Europa se desangraba en guerras
infinitas, la América Hispana, una vez pacificada, apenas vió
guerras, ni siquiera civiles.
Es cierto que hubo batallas siempre en la frontera apache y en
la frontera con los araucanos; también había piratas y guerras en zonas
costeras contra ingleses o franceses (y sus indios aliados).
Y está la asombrosa batalla de Mbororé (1641), de
indios "protegidos" por el rey de
España, armados y entrenados por jesuitas, venciendo a un ejército de
esclavistas brasileños. Pero en ciudades de
interior como Lima o Asunción la paz fue continua durante siglos (mientras que en España las guerras
eran frecuentes, y las naciones indias independientes guerreaban sin cesar
entre sí).
Después, cuando llegó la independencia, en el siglo XIX,
las naciones hermanas hispanoamericanas emprendieron largas series de guerras
entre ellas, entre vecinos que hablaban la misma lengua y tenían la
misma religión y similar historia. Además, pueblos enteros de indios que habían
sido protegidos durante siglos por la Corona española fueron exterminados por
las nuevas repúblicas independientes.
SI HAY TRASFERENCIA DE TECNOLOGÍA, SE CIVILIZA
Al contrario que algunas fuerzas coloniales que solo buscaban saquear
recursos, los españoles levantaban ciudades,
estructuras y aportaban tecnología en beneficio de todos.
Hay que tener en cuenta que en la América
precolombina no había monturas, casi no había animales de carga (excepto en los Andes, que usaban llamas y
alpacas) ni tampoco herramientas básicas como la rueda o la polea. El
trabajo caía enseguida sobre las espaldas de porteadores, esclavos o
semiesclavos.
INCLUSO WIKIPEDIA ES CAPAZ DE HACER UN REPASO SENCILLO
DE COSAS ÚTILES PARA UNA CIVILIZACIÓN:
- Nuevos
cultivos útiles para la alimentación: vid, olivos, legumbres,
arroz, frutos secos, trigo, cítricos (limón, naranjas), manzanas, peras,
melocotones, higos, plátanos, caña de azúcar...
- Ganadería: ovejas y vacas, desconocidas en el continente
- El caballo, que revolucionó la comunicación y las culturas
americanas; otras monturas como el burro, la mula, incluso el humilde asno, significaron
un avance real
- Materias útiles como lino, cáñamo, sebo y alquitrán
- Soluciones mecánicas que lo cambiaban todo como la rueda y la polea
- La noria para regar y moler y el arado para sembrar
- el hierro y la metalurgia toledana, de lo más moderno de
Europa
- las técnicas cerámicas valencianas (para vajillas y azulejos)
- la pólvora
- el papel y la imprenta y la misma escritura, desconocida por muchas
culturas americanas
- el reloj mecánico, para ordenar las horas
- la navegación marítima: astilleros,
barcos, instrumentos de navegación...
- la cartografía, el conocimiento geográfico de un mundo nuevo
y enorme
- técnicas modernas de minería
- técnicas hidráulicas: embalses y acueductos, regadíos... es famoso el "Sistema
hidráulico del acueducto del Padre Tembleque"
en México (del s.XVI, Patrimonio de la Humanidad)
- el molino de agua
- el sistema financiero: dinero, la moneda, la banca, las
letras de cambio, sociedades mercantiles, etc...
- tapices y marroquinería, repujado, damasquinado, esmaltería, azabachería,
etc...
- la industria del vidrio (y las vidrieras)
- pintura y música al estilo español... que dio origen a estilos propios
hispanoamericanos
- ingeniería civil eficaz: las culturas precolombinas desconocían
el arco, solo tenían puentes de cuerda; los españoles llenaron
América de puentes, carreteras, calzadas, canales... el Camino Real de México a Santa Fe,
de 2.500 kilómetros, es Patrimonio de la Humanidad
- el contacto con Asia, con
el galeón anual que conectaba México con Filipinas
- el contacto entre productos y culturas americanas: unos tenían maíz, otros cacao,
otros tabaco; pero fue solo el comercio hispánico el que hizo que estos
productos americanos se extendieran con eficaz por América (patata, cacahuete,
aguacate, vainilla, tomate, caucho, etc...)
Los españoles aportaron a América la urbanística planificada, que
originó ciudades Patrimonio de la Humanidad como
Potosí y Sucre, en Bolivia; Cartagena de Indias y centro histórico de Santa
Cruz de Mompox, en Colombia; ciudad vieja de La Habana y sus fortificaciones,
Trinidad, centro histórico de Cienfuegos, centro histórico de Camagüey, en
Cuba; Viejo San Juan, en Puerto Rico; centros históricos de Quito y Cuenca, en
Ecuador; centros históricos de México, Oaxaca, Puebla, San Miguel de Allende,
Guanajuato, Morelia, Zacatecas y Campeche, en México; distrito histórico de
Panamá; centros históricos de Cuzco, Lima y Arequipa, en Perú; Antigua
Guatemala, en Guatemala; Coro, en Venezuela, y otras muchas ciudades coloniales
construidas por los españoles y que hoy son candidatas a figurar en la lista de
la Unesco: Salta, en Argentina; Villa de Leyva, en Colombia, etc.
LOS HOSPITALES ESPAÑOLES
España llenó de hospitales América, y es una verdad histórica. En
ellos se curaban blancos y negros, indios y mulatos.
Ya en 1503 Isabel la Católica prescribe al gobernador Ovando de Cuba que "haga en las poblaciones donde él viera que fuera
más necesario casa para hospitales en que se acojan y curen los pobres, así de los
cristianos como de los indios."
En 1509, en la isla de La Española, ya funcionaban los hospitales de San
Nicolás de Bari, de San Buenaventura y de Concepción de la Vega. Y en Nueva
España, Hernán Cortés, en 1521, fundó y financió la construcción del hoy
llamado Hospital de Jesús, que todavía está en pie y funcionando.
Después, los españoles construyeron en ese mismo virreinato los hospitales de
San Lázaro (1521), dedicado a los leprosos, el de San Juan de Letrán (1540), el
Real de Nuestra Señora del Rosario (1562), el de la Caridad del Nombre de Dios
(1562), el de la Santa Veracruz (1575), el de Nuestra Señora de Monserrat
(1580), el Real de El Nombre de Jesús (1580), el de San Bartolomé (1582), el de
San Juan de Dios (1582), y otros. Donde se fundaban ciudades y
monasterios aparecían hospitales.
LAS UNIVERSIDADES... ¡TAMBIÉN PARA INDIOS!
En las colonias inglesas en Norteamérica, la primera universidad fue la
Universidad de Harvard que se fundó en 1636, y la segunda la de Pensilvania en
1765 como escuela médica.
Antes de que se fundara Harvard, la América hispana ya contaba con 13
universidades: en Santo Domingo (La
Española, 1538), Lima (Perú, 1551), México (1551), Santiago (1558, en La
Española), Bogotá (Colombia, 1580), Quito (1586), Pontificia de Lima (1608),
Córdoba (Argentina, 1613), Santiago de Chile (1619), San Miguel de Chile (1621),
la Pontificia (jesuita) de Bogotá (1621), la jesuita de Quito (1622) y la de
Sucre (Bolivia, 1624)...
A las universidades y a los distintos tipos de colegios de estudios
superiores podían acudir indios. A
la de México, en el siglo XVII, de hecho, acudían incluso filipinos
considerados "indios japones libres vasallos de Su Majestad", como reclamaba el
estudiante filipino Manuel de Santa Fe. Un estudio ("Los indios, el sacerdocio y la
Universidad en Nueva España, siglos XVI-XVIII") cuenta 134 indios realizando estudios superiores en el siglo XVIII en México: en el seminario, en los 7 colegios universitarios de
Puebla, en los 3 centros de los jesuitas en Oaxaca y en la Universidad.
Una ordenanza mexicana de 1697 ordenaba que una cuarta parte
de las becas para estudiantes se dedicase a indios, hijos de caciques, "que sepan lengua mexica, otomí
o mazahua". Muchos indios de familia noble (la nobleza tlaxcalteca
y otras noblezas nativas se mantuvieron y respetaron hasta la independencia)
estudiaban en los seminarios, no para ser sacerdotes -excepto algún caso-, pero
sí para ser líderes locales y funcionarios de diverso
grado en sus regiones.
LOS JEFES INDIOS ESCRIBÍAN AL REY CON QUEJAS... Y EL
REY RESPONDÍA
El noble tlaxcalteca Julián Cirilo Castilla Aquihualcteuhtle escribe al
rey y a las autoridades con un plan para un colegio solo para indios en 1753
(que no llegó a cristalizar, pero se debatió).
Llegará a haber colegios para señoritas indias, como el Real Colegio de
Indias Doncellas de Nuestra Señora de Guadalupe. Su patrocinadora, la india noble Anna Ventura Gómez, en 1790 escribe
quejándose al Rey porque
la rectora ha permitido ingresar en el Colegio a una española.
Era común que todo tipo de
caciques indios escribieran con quejas al Rey en España... y el Rey
a veces contestaba. Don Patricio de Hinachuba, jefe indio en las misiones de
los Apalaches, en Florida, que hablaba bien español, había escrito una carta al
rey en 1699 denunciando ciertos abusos y el rey respondió en 1700 con órdenes
para las autoridades civiles: "Deseo
grandemente que estos pobres caciques y nativos sean bien tratados y que los ayudéis, protejáis y defendáis, como es vuestro
deber y he ordenado en repetidas cédulas". Cinco años después, los
ingleses destruían a sangre y fuego estas comunidades. No constan muchos casos
de jefes indios o africanos escribiendo a las ciudades holandesas ni al rey de
Inglaterra con reivindicaciones: simplemente, otras
potencias europeas no los consideraban súbditos.
INTENTOS DE UTOPÍA
Tata Vasco de Quiroga en Michoacán con sus pueblos hospital, los
jesuitas con sus reducciones en el Paraguay, los franciscanos con las misiones de
California y Apalaches... inspirados por la
literatura utópica del siglo XVI, los religiosos intentaban crear pueblos de
indios fuera de la influencia nefasta del hombre blanco y sus ciudades, su
alcohol y su ambición. Establecían horarios
razonables, de 8 horas laborales al día, con numerosos descansos en
festivos de santos, Semana Santa, domingos, Navidad... y
días "de libre disposición", que
podían usarse para salir de la misión e ir a cazar, pescar, ver parientes
lejanos.... Las misiones jesuitas funcionaron bien, las franciscanas no, por
multitud de factores.
Las misiones no producían "para los misioneros" sino que
producían para la misión y los misionados: eran cooperativas y colectivos, aunque con propiedades
familiares, además de las comunales. El libro de James A. Sandos "Converting
California" dice que es injusto comparar las misiones
españolas con las plantaciones francesas del Caribe o los estados del sur de
EEUU. Esas plantaciones buscaban enriquecer a sus dueños, mientras que las
misiones españolas buscaban alimentar y sostener a sus habitantes. "El propósito de una misión era organizar una
comunidad religiosa aislada que pudiera nutrirse a sí misma física y
espiritualmente. El
excedente de producción se usaba para alimentar a otras misiones, presidios y
pueblos. El ánimo de lucro no se consideraba, al contrario que en las
plantaciones, donde era la razón de su existencia", afirma Sandos.
Ya Isabel la Católica prohibió esclavizar indios: solo se admitían los casos de
cautivos por guerras. Un indio cristiano nunca podía
ser esclavo. Se daban casos de barcos españoles que atrapaban barcos
franceses en guerra, con indios esclavos de los franceses, y debían ponerlos en
libertad.
A veces empresarios sin escrúpulos
raptaban indios para hacerlos trabajar como esclavos. Cuando las
autoridades provinciales se
enteraban lo castigaban y liberaban a los indios (al contrario que muchas
autoridades municipales,
que solían estar sobornadas, corruptas o implicadas en el crimen y no eran de
fiar en este sentido).
A mitad del siglo XVI las órdenes religiosas
convencieron al Rey de que los indios no debían pagar diezmo para el sostenimiento de la Iglesia,
algo que los españoles pagaban sistemáticamente desde el siglo XIII.
Los esclavos negros fugados de territorios enemigos podían convertirse en
súbditos libres españoles si se bautizaban católicos. En Florida
apareció en el siglo XVIII el Fuerte Mosé, un fuerte de soldados negros y sus familias, mujeres e hijos, con capitán
negro y capellán franciscano, muchos nacidos en África y fugados de las
plantaciones inglesas, libres y autogobernados como súbditos españoles. Había negros libres en muchas ciudades hispanoamericanas, muchos
de ellos por haber participado en el ejército o las milicias locales.
CAMBIOS SOCIALES E IMPERIO DE LA LEY
En muchas culturas indias, antes de llegar los españoles,
los jefes podían matar a sus súbditos sin
causa alguna, o pagando multas menores. Muchos
hombres podían matar a sus mujeres (de
las cuales podía tener varias, a las que trataban de forma distinta, unas
preferidas, otras casi esclavas) o a sus bebés e hijos. Las indias chumash en
California tenían la costumbre de abortar su primer bebé pensando que eso les
haría más fértiles para otros partos (obviamente, la realidad era la contraria:
unas morían y otras quedaban estériles). Muchas culturas practicaban el
infanticidio por distintas razones.
Los españoles establecieron leyes que no trataban a todos igual, pero que no dejaban los crímenes sin juzgar y castigaban los homicidios.
Había tribunales y audiencias para presentar denuncias y recursos. La justicia
española podía ser lenta, farragosa y llena de papeleo... en parte,
porque intentaba tomar en serio cada caso.
El noble guerrero de Tlaxcala, Acxotécatl, reconocido como aliado de los
españoles contra los aztecas, mató a su hijo de 13 años, el niño mártir San Cristóbal de
Tlaxcala, por hacerse cristiano, y también a la madre de
él (una de sus mujeres) por intentar defenderlo. En la cultura pagana quizá
habría quedado impune, en la española un hombre que mata a su mujer e hijo debe
ser juzgado y castigado.
La vida de los niños, la de los ancianos, la de los enfermos, los bebés,
incluso los esclavos... todas las vidas estaban
protegidas por la ley en la América Hispana,
con todos los abusos y las ineficacias procesales y corruptelas que se quiera
señalar. Pero se acabó con la idea de que es correcto que
cualquier fuerte podía matar a un débil, enfermo o niño. Es el tipo de cambio social que podemos llamar
civilizar.
UNA CONCLUSIÓN VIENDO LA HISTORIA
En esas 14 generaciones, esos cuatro siglos de 1492
a 1898, pasaron muchas cosas en la América Hispana, con todo tipo de abusos y
corrupciones, pero las preguntas a realizar son:
- ¿más o
menos opresión y violencia que en la España o Europa de la época?;
- ¿más o menos opresión y violencia que en las culturas paganas de la
época?
- ¿más o menos opresión y violencia que en las zonas de América bajo otras
potencias europeas?
Una comparativa de la tecnología
transferida, el tipo de leyes y sociedades creadas, la limitación de la guerra
y la violencia, la mejora en alimentación y
comunicaciones, las libertades, la protección de los débiles, la educación y
formación, los avances
sanitarios y médicos... todo esto dará un balance positivo a cualquier visión global de la presencia
española en América.
El discurso de José Antonio Sánchez, entonces
presidente de RTVE, el 4 de abril de 2017 sobre el descubrimiento de América,
llamó a reflexionar sobre el papel de los cuatro siglos de presencia española
en América, desde Alaska a Patagonia.
(Adaptado de un artículo de ReL del 6 de abril de
2017)
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