Santa Teresita del Niño Jesús relató en sus escritos que cuando era niña sufría de una enfermedad que, por los síntomas, se asemeja a lo que hoy se conoce como depresión, un mal que aqueja a millones de personas en todo el mundo y que la santa habría superado gracias a la “Virgen de la Sonrisa”.
“13 de mayo de 1883, fiesta de Pentecostés. Sobre
la cama, puse mi mirada hacia la imagen de Nuestra Señora y…de pronto la
Santísima Virgen me ha parecido bella, tan bella que nunca vi algo semejante,
su rostro exhalaba una bondad y una ternura inefables, pero lo que caló hondo
en mi alma fue la ‘sonrisa encantadora de la Santísima Virgen’”, escribió la santa carmelita.
“En ese momento se fueron todas mis penas, dos
gruesas lágrimas rodaron por mis mejillas y cayeron por mi rostro, eran
lágrimas de pura alegría… ¡Ah! pensé, la Santísima Virgen me sonrió, estoy
feliz… (…). Fuera por causa de ella, por sus intensas oraciones, que tuve la
gracia de la sonrisa de la Reina de los Cielos…”, agregó.
Santa Teresita del Niño Jesús llamó a esta imagen “La Virgen de la Sonrisa” y compartió esta
advocación primero en su familia. Luego la llevó al Carmelo de Lisieux hasta
que la imagen fue difundida en todas las órdenes carmelitas del mundo.
El sitio web IlTimone.org consignó que muchas personas en el mundo
aseguran que se curaron de la depresión y de otras enfermedades del alma
gracias a esta devoción.
QUÉ ES LA DEPRESIÓN
La Organización Mundial de la Salud (OMS), define la depresión como “un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la
presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o
falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio
y falta de concentración”.
La OMS advierte que “la depresión puede
llegar a hacerse crónica o recurrente, y dificultar sensiblemente el desempeño
en el trabajo o la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria. En su
forma más grave, puede conducir al suicidio. Si es leve, se puede tratar sin
necesidad de medicamentos, pero cuando tiene carácter moderado o grave se
pueden necesitar medicamentos y psicoterapia profesional”.
LA ORACIÓN A LA VIRGEN
DE LA SONRISA
Oh María, Madre de Jesús y nuestra, que con una clara sonrisa te
dignaste consolar y curar a tu hija
Santa Teresita del Niño Jesús de la depresión, devolviéndole la alegría de
vivir y el sentido de su existencia en Cristo Resucitado. Mira con maternal
afecto a tantos Hijos e hijas que sufren con la depresión, trastornos y
síndromes psiquiátricos y males psicosomáticos. Que Jesús Cristo cuide y de
sentido a la vida de tantas personas, cuya existencia a veces está deteriorada.
María, que su hermosa sonrisa no deje que las dificultades de la vida oscurecen
nuestra alma. Sabemos que sólo tu hijo Jesús puede satisfacer los anhelos más
profundos de nuestro corazón. María, mediante la luz que brota de tu rostro, transparenta
la misericordia de Dios. Que tu mirada nos acaricie, y nos convenza de que Dios nos ama y nunca nos
abandona, y tu ternura renueve en nosotros la autoestima, la confianza en las
propias capacidades, el interés por el futuro y el deseo de vivir feliz. Que
los familiares de los que sufren con la depresión ayuden en el proceso de curación, nunca
considerándolos farsantes que usan la enfermedad con intereses de comodidad, sino
que los demás los valores, escuchen, comprendan y animen. Virgen de la Sonrisa,
alcánzanos de Jesús la verdadera curación y líbranos de alivios temporales e
ilusorios. Curados, nos comprometemos a servir con alegría, Disposición y
entusiasmo a Jesús como discípulos misioneros, con nuestro testimonio de vida
renovada. Amén.
Además se recomienda
rezar dos Avemarías en honor de las dos lágrimas de alegría que surcaron las
mejillas de la santa cuando experimentó la sonrisa de Nuestra Señora.
Redacción ACI Prensa
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