El cardenal Cañizares ha pedido vacunas que se
obtengan de forma ética, que no recurran a líneas celulares obtenidas en
abortos provocados.
La prensa
anticlerical y mal informada en España se ha reído de la afirmación que
improvisó el cardenal de Valencia, Antonio Cañizares, en su homilía de Corpus
Christi, de que se usan células de fetos abortados en la
investigación de vacunas contra el coronavirus. A veces incluso lo han
titulado como "bulo".
Pero luego han admitido que sí es cierto que se hacen vacunas con líneas
celulares obtenidas de abortos provocados.
La prensa anticlerical enseguida habla de bulo... pero es cosa bien
sabida que hay vacunas que usan líneas celulares que nacieron a partir de
abortos provocados.
Algunas
fuentes, como Maldita.es (una web de "desmentir bulos"
que suele ser proaborto y, en general, aplicar un sesgo antivida y antifamilia) admitieron que se usan líneas
celulares obtenidas en abortos de hace décadas, pero consideran que no
hay problema ético porque se abortó a los fetos por estar enfermos y no directamente para investigar con ellos: usar
sus cuerpos para investigar se decidió después. (Imaginemos que se aplicara eso
a unos prisioneros en campos nazis: los mataron por
ser de la resistencia, pero luego se decidió usar sus cuerpos para investigar. El
tema de la ética de usar ciencia nazi- modelo clásico de ciencia obtenida sin ética- es
recurrente).
Maldita.es habla de dos líneas
celulares para
vacunas obtenidas con abortos: la llamada WI-38 (desarrollada a partir del
tejido pulmonar de un feto abortado en 1961 a los 3 meses de gestación), que se
empezó a usar contra la rubeola, y la llamada MRC-5 (procede de un feto
abortado en la semana 14 en 1966, usada en la vacuna triple vírica, de la
varicela o la polio). Para Maldita.es abortar a esos
fetos en 1961 y 1966 no es un problema ético porque estaban
"enfermos", pero para quien piense que matar seres humanos
(aunque estén enfermos) está mal, sí es un problema ético.
130
INVESTIGACIONES DE VACUNAS, 6 USAN CÉLULAS DE FETOS ABORTADOS
El
arzobispado de Valencia ha señalado que el
cardenal se refería informaciones de la revista Science
Magazine, concretamente a este artículo del 12 de junio, que
no mencionan a esas líneas fruto de esos fetos abortado en 1961 y 1966, sino a
otras distintas (por lo que Maldita.es parece no tener claro de qué
investigaciones se comentan).
Según ese
artículo de Science Magazine, "hay más de 130 candidatos a vacunas contra
COVID-19, según la OMS. Al menos 6 de esos candidatos usan una de dos líneas de
células fetales: HEK-293, una línea celular usada ampliamente en
investigación ed industria que viene de un feto abortado en 1972, y PER C6, una
línea propiedad de Janssen, susidiaria de Johnson & Johnson, desarrollada
de células retinales de un feto de 18 semanas abortado en 1985".
Las 6 líneas de investigación de vacunas contra el coronavirus que usan
líneas celulares que se originaron provocando el aborto de un ser humano en su
edad fetal
NO
QUEREMOS USAR LA CIENCIA NO ÉTICA PARA NO PREMIAR ESAS PRÁCTICAS
Dom
Wilkinson, especialista en Ética Médica de la Universidad de Oxford citado en un artículo de la BBC sobre ética y ciencia nazi,
explicaba: "Una de las preocupaciones de
utilizar los datos es que manifiesta la postura de que esta investigación
estuvo bien y alienta a futuros investigadores: 'la historia me juzgará positivamente'.
No queremos hacer eso. No queremos promover la investigación poco ética".
Al investigador sin ética sólo le para la amenaza de que sus hallazgos
no se usen jamás. Si se usan, no le importará una multa o un poco de cárcel. Al
investigador He Jiankui que en 2018 anunció que había modificado genéticamente
unos bebés no le importaba ser sancionado de forma moderada: le bastaba la
fama.
El
artículo de la BBC recuerda, por ejemplo, que hay datos en
Escocia obtenidos de pinchar a cientos de miles de bebés al nacer cuyo uso en
investigación está paralizado por un detalle ético: no se pidió permiso a los
padres para punzar en el pie a
sus bebés. ¿No es mucho más grave el usar tejidos
de líneas iniciadas al matar un pequeño ser humano?
En abril la USCCB (la conferencia episcopal norteamericana)
escribió a la FDA pidiendo que "los americanos tengan acceso a una vacuna
que se produzca éticamente: ningún americano
debería ser obligado a elegir entre ser vacunado contra este virus
potencialmente mortal o violar su conciencia. Por suerte, otras vacunas [de
covid-19] usan líneas celulares que no están conectadas a métodos y
procedimientos no éticos". También los obispos canadienses hicieron una
petición similar en una carta del 21 de mayo dirigida al
Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau.
LAS
PALABRAS DE CAÑIZARES, IMPROVISADAS PERO ACERTADAS
En este
contexto científico se enmarcan las palabras improvisadas del cardenal Cañizares
en Valencia, que encajan perfectamente con las peticiones de los obispos de
EEUU y de Canadá: hay formas éticas y formas no éticas de
obtener la vacuna contra el coronavirus. Las éticas deben usarse y financiarse
y apoyarse. Las no éticas deben desincentivarse.
Y así
Cañizares dijo el pasado domingo de Corpus Christi, dejando a un lado su sermón
escrito: “el demonio existe, en plena pandemia,
intentando llevar a cabo investigaciones para vacunas y curaciones. Nos
encontramos con la dolorosísima noticia de que una de las vacunas se fabrica a
base de células de fetos abortados. Así de claro”.
Después
añadió: “es inhumano, cruel y ante eso no podemos
alabarlo ni bendecirlo, todo lo contrario. Debemos luchar por otra manera de
actuar a favor del hombre, no contra el hombre. Eso es despreciar al hombre
mismo, porque primero se le mata con el aborto y después se le manipula. Y mira qué
bien, tenemos una vacuna. No, señor, tenemos una desgracia más, obra del
diablo. Y la eucaristía es el antídoto contra el diablo”.
P.J.Ginés/ReL
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