¿Estar
enamorado es lo mismo que amar? El enamoramiento y el amor, ¿son lo mismo? En este
artículo, planteamos tres diferencias entre el enamoramiento y el amor que nos
permitirán tener una idea más clara de en qué consiste cada uno.
1. EL AMOR ES UNA DECISIÓN
Una primera distinción entre
el enamoramiento y el amor es que el primero es un sentimiento, mientras que el
segundo no. Cuando uno está enamorado y dice «te
amo», muchas veces quiere decir cosas como: «siento
cosas fuertes por ti», «me completas», «me siento bien estando contigo», etc. Es muy hermoso sentir estas cosas. Sin embargo, si el amor es
solo esto, hay un problema.
Algo muy propio del
enamoramiento es que el centro está puesto en uno mismo, concretamente, en lo
que uno siente. Y asumir que el amor es solo esto, en el fondo, hace que uno
caiga en una idea de amor egoísta: «Te amo porque
me haces bien».
En
el amor, en cambio, lejos de ponerse uno mismo en el centro, se pone al otro en
primer lugar. Amar no es
otra cosa que buscar el bien y lo mejor para la otra persona. «Te amo» significará: «Quiero
lo mejor para ti». Y esto implica que el amor se entienda como una
decisión.
No se trata con esto de
plantear una oposición entre el enamoramiento y el amor. Todo lo contrario: el enamoramiento es la antesala del amor. De hecho, el sentir cosas fuertes por
alguien es muchas veces lo que a uno lo impulsa a tratar de buscar en todo el
bien para esa persona.
LOS SENTIMIENTOS SON ENTONCES UN INSUMO PARA EL
AMOR, PERO NO SON AMOR. De hecho, el amor debe ser capaz de sobrevivir incluso cuando por alguna
razón se ausentan los
sentimientos.
2. EL AMOR NO ES CIEGO
Nadie elige de quién
enamorarse. De hecho, no es poco común ver de la mano las parejas más dispares.
Y es que el hecho de empezar a sentir cosas por alguien no es algo que uno
pueda controlar. Puede pasar con alguien que uno acaba de conocer —un «amor» a
primera vista—, como también con una amistad de toda la vida por quien nunca se
había sentido nada.
Todo
esto ocurre así porque el enamoramiento es ciego. El enamoramiento se centra
en los sentimientos, de ahí que el centro está más puesto en uno mismo que en
la persona hacia quien estos se proyectan. Por eso uno puede incluso empezar a
sentir cosas por una persona «prohibida».
El enamoramiento es ciego a
tal punto que no necesita conocer realmente al otro. Por eso uno puede empezar
a sentir cosas muy fuertes por alguien que acaba de conocer. En este contexto,
es muy común que se suplan los vacíos en el conocimiento de esa persona
idealizándola.
Cuando esto ocurre, no importa
tanto lo que la persona es, sino la idea que uno se va generando de ella.
Cuando el centro está puesto en lo que uno siente, se corre el riesgo de que la
otra persona se convierta, más que en el motivo, en la excusa para sentir esas
cosas.
El enamoramiento puede ser
ciego, pero no el amor. El amor supone una elección:
«Te elijo a ti, elijo buscar tu bien». Y como en toda elección,
mientras uno más conoce, más fuerte es el compromiso. De ahí que el amor
requiere el conocimiento de la otra persona —no de lo que yo creo que es, sino
de lo que es en realidad—.
Y en la medida que uno va
conociendo nuevos aspectos de la otra persona, uno tiene la posibilidad de
renovar su amor por ella o él volviéndolo a elegir. El amor es, pues,
una elección permanente.
3. EL AMOR PUEDE CONVIVIR CON SENTIMIENTOS
NEGATIVOS
Por naturaleza, los
sentimientos son fluctuantes. Y esa fluctuación se puede deber a las razones
más diversas. Por eso, no es posible fundar una relación en los sentimientos.
Como se desprende de lo que se viene diciendo, lo que mide el amor no es cuán fuerte
es eso que se siente por la otra persona, sino cuán comprometido está uno
con la búsqueda del bien de ella.
A partir de lo expuesto, se ve
que es posible que el amor-decisión se dé no solo cuando los sentimientos hacia
la otra persona son intensos, sino también cuanto estos oscilan y bajan en su
intensidad. El amor puede incluso sostenerse cuando los
sentimientos momentáneamente desaparecen por completo.
¿Pero puede
haber amor cuando la otra persona hace algo que la hace «indigna» de él? Es fácil elegir a la otra
persona cuando los sentimientos hacia ella son favorables. Pero si la otra
persona hace algo que duele, ¿la volvería uno a
elegir? Si hay dolor es porque hay amor.
Y tal vez es en esos momentos de dolor cuando el amor tiene la
posibilidad de manifestarse en toda su pureza. La elección no es fácil, porque
mientras más profunda es la herida, los sentimientos negativos más demoran en
irse. Pero el punto es que, a diferencia del enamoramiento, en esos momentos de dificultad se puede volver a elegir al otro. Por eso puede haber amor en medio del dolor.
Nuestro autor también tiene un
blog llamado www.amafuerte.com
donde puedes encontrar más contenidos sobre este tema.
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