El famoso teólogo español José Antonio Fortea,
autor de importantes libros como Summa Daemoniaca, y Exorcística, alentó
recientemente que los obispos de todo el mundo realicen al menos una vez al año
un “exorcismo magno en las catedrales de sus diócesis”, y advirtió que detrás
de diversos “movimientos sociales” y “teologías renovadoras” se encuentra el
demonio.
En un reciente texto publicado en su blog, titulado “Pastores, tocad
el cuerno, dad la señal de alarma”, el P. Fortea indicó
que “no tengo la menor duda acerca de la existencia
del poder de las tinieblas. Jesús nos habló de él y yo creo en su Palabra”.
El sacerdote subrayó luego que “cuando se invoca
al demonio, eso tiene consecuencias. Cada
vez más jóvenes se han animado a internarse en ese camino luciferino. Son más y
más los jóvenes que, con plena consciencia, portan horrendos símbolos satánicos”.
“No hace falta recibir un mensaje divino para
entender que la Iglesia, en breve, va a tener que enfrentarse a olas que con violencia van a impactar directamente
contra ella”, dijo, y alentó “a todos los que me lean y tengan algo de influencia con
los obispos que les animen a realizar, una vez al año, un exorcismo magno en
las catedrales de sus diócesis”.
Este exorcismo magno, dijo, puede ser “una
ceremonia a puerta cerrada con presencia de una representación de fieles”.
“El obispo determinará cómo hacer esa ceremonia. Si
quiere ideas, tiene sugerencias en mi libro El exorcismo magno”, dijo.
“Seguro que alguien dirá que ‘el mejor exorcismo es
la misa’. Eso no es verdad. Es falso. Así de claro lo digo. Estoy harto de
escuchar que el mejor exorcismo es la confesión, que el mejor exorcismo es esto
o lo otro. ¡Jesús entregó el poder de los siete sacramentos y, además, entregó el
poder exorcístico! De otra manera, Jesús habría dicho: ‘No os
entrego poder para expulsar demonios porque con la misa y la confesión ya
basta’”, añadió.
Con la guía del P. José Antonio Fortea se han realizado exorcismos
magnos en varios países, entre ellos en México, en la Arquidiócesis de San Luis
Potosí.
El P. Fortea subrayó en su artículo que “ahora
es un momento muy conveniente para poner en práctica ese poder. Porque detrás
de lo que nos parecen movimientos sociales, ideas políticas, teologías
renovadoras, presiones de los fieles, está el Gran Instigador”.
“Lo mínimo que se logrará con ese exorcismo es
alejar muchas tentaciones demoniacas sobre los buenos fieles de la Iglesia. Por
lo menos eso, que los invisibles sembradores de la cizaña sean alejados de las
mentes cristianas”, señaló.
“Al menos, con esos exorcismos magnos diocesanos,
los católicos sanos estarán en paz. Los sembradores visibles, los materiales,
continuarán. Pero los inmateriales sí que podemos alejarlos”, dijo.
Sin embargo, lamentó, “desgraciadamente,
hagamos lo que hagamos, los católicos enfermos de modernismo todos caerán ante
los argumentos sociales, políticos y neoteológicos”.
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