La propagación del
coronavirus en Corea del Sur preocupa tanto que ayer, 23 de febrero, con más
de 600 casos confirmados y 6 fallecidos, el Gobierno decidió activar
la alerta sanitaria máxima, la roja, según informa Zigor Aldama en El
Diario Montañés.
Esta medida, que no se había
tomado en más de una década, permitirá concentrar los recursos del país en el
combate del COVID-19 e imponer la cuarentena allí donde sea necesaria. “Lo que se haga en los próximos días será vital. De momento el virus está limitado a una
región –la ciudad de Daegu–, pero se propaga rápidamente”, anunció el presidente del país, Moon Jae-in. El
primer ministro, Chung Sye-kyun, dirigirá un comité especial de gestión de
desastres en el que también estarán los ministros de Interior y de Sanidad.
UNA ADEPTA DEL
GRUPO, PRINCIPAL SOSPECHOSA
De momento, el foco principal se centra en la “Iglesia de Jesús Shincheonji”, con la
que están relacionados 95 de los 169 casos registrados el 23 de enero, y más de la mitad de los 602 casos acumulados en todo el país. Se cree que el origen de esta infección
particular se encuentra en una mujer “supercontagiadora”
de 61 años, y las autoridades sanitarias ya están monitorizando a los
fieles sospechosos de haber tenido contacto con ella.
A pesar de que el Gobierno pidió que suspendiera sus multitudinarios
cultos, la secta de impronta cristiana siguió adelante con ellos en una
decisión muy criticada por irresponsable. 9.334 de sus
miembros han sido puestos en cuarentena y 1.248 presentan síntomas de la
neumonía atípica, reflejo de la facilidad con la que se contagia el
coronavirus.
Según informa el diario
argentino La Nación, Daegu es la
cuarta ciudad en tamaño de Corea del Sur, con más de 2,5 millones de
habitantes. La secta se ha convertido en protagonista porque la adepta de 61
años, que no sabía que tenía neumonía, les transmitió el virus a sus
correligionarios asistiendo a los oficios. El municipio de Daegu estima
que unos 1.000 fieles podrían haber asistido a los
cultos en los que estuvo la mujer.
ACCIÓN DE LAS
AUTORIDADES
El alcalde de la ciudad llamó
a la población a quedarse en casa y se extiende el temor de que
Daegu se convierta en una nueva versión de Wuhan, la ciudad china de
11 millones de habitantes donde nació el coronavirus que luego se expandió al
mundo y que sigue en el centro de la epidemia, con más muertes y más contagios
que cualquier otro lugar.
“Con
tantos casos confirmados acá, me temo que Daegu se convierta en un segundo
Wuhan”,
dijo Seo
Dong-min, un joven de 24 años que se lamentaba frente a la sede de la Iglesia
de Shincheonji. Como el resto de los habitantes de la ciudad, Dong-min llevaba
la mascarilla protectora de rigor.
La guarnición del Ejército
estadounidense en la ciudad coreana, donde viven y trabajan unos 10.000
soldados, civiles y familiares, tomó sus propias medidas y restringió el acceso
al regimiento.
Las autoridades abrieron una
investigación para determinar si la adepta de la
Iglesia de Shincheonji tenía un vínculo con el foco de la infección,
el hospital del condado de Cheongdo, cerca de Daegu. En ese establecimiento se
produjeron 16 contagios, entre pacientes y personal. También ahí se dio la
primera muerte por el coronavirus en el país, un paciente fallecido el pasado
19 de febrero.
El gobierno declaró a Daegu y
Cheongdo “zonas de gestión especial” y anunció el envío de personal médico, camas
para los enfermos y material. También indicó que el Ejecutivo se reunirá tres
veces por semana para evaluar la epidemia.
El alcalde de Daegu, Kwon
Young-ji, ha lanzado un llamamiento a los miembros de Shincheonji a someterse a
las pruebas para detectar si son portadores del virus. “Esconderse no es una solución. Si se esconden, eso puede afectar a su salud y a la de su familia
y no les ayudará a resolver un problema”,
ha rogado el regidor, según informa Macarena Vidal Liy en El País.
EL APÓSTOL DE LOS ÚLTIMOS
TIEMPOS
La Iglesia de Jesús de
Shincheonji es una de las múltiples sectas de origen cristiano que han nacido
en Corea a lo largo del siglo XX. En concreto, ésta afirma que su fundador, Lee Man-hee, se puso el manto de Cristo y llevará a 144.000
personas al cielo el día del juicio final.
El movimiento, fundado en 1984,
cuenta con más de 120.000
seguidores, según leemos en la BBC. Sus fieles creen que Lee
Man-hee representa a Jesucristo, que ha regresado por segunda vez. Creen
también que la Biblia está escrita en metáforas y sólo su
fundador puede entenderlas e interpretarlas.
Se estima que en la ciudad de
Daegu hay cerca de 1.000 seguidores de la secta. Las autoridades les han pedido
que se mantengan en aislamiento. Alrededor de 90 han manifestado síntomas.
REACCIÓN DE LA SECTA
La Iglesia de Shincheonji
informó de que cerró sus centros en todo el país y recomendó a sus fieles
seguir los cultos por internet. También se disculpó porque uno de sus miembros
haya contagiado a tantas personas.
“Lamentamos
profundamente que uno de nuestros miembros (…) haya hecho que muchos en nuestra iglesia se hayan infectado,
y por ello haya causado preocupación en nuestra comunidad”, afirmó la institución en un
comunicado.
Según reporta el South China
Morning Post, las autoridades están
intentando rastrear a las personas que asistieron al culto en el que participó
la mujer infectada. “Hemos enviado un equipo especial de
expertos a Daegu… Estamos rastreando los movimientos de la paciente y los
contactos que hizo en la iglesia”,
señaló Jung Eun-keyong, director del Centro Coreano para el Control y la
Prevención de Enfermedades.
Se cree que unos 460 fieles
acudieron al culto donde estuvo la mujer el domingo 16 de febrero, pero se
desconoce cuántos más asistieron a los cultos a los que ella fue antes.
Secretaría RIES
No hay comentarios:
Publicar un comentario