jueves, 18 de abril de 2019

CHILE: UNA JOVEN MUERE TRAS UN TRATAMIENTO RITUAL CON EL VENENO DE LA RANA KAMBÓ


La Policía de Investigaciones de la Región de Valparaíso (Chile) investiga la causa de muerte de Francisca Meneses (en la foto), una joven de 28 años que se habría sometido a un “tratamiento” de medicina alternativa muy de moda en Brasil que usa el veneno de una rana amazónica, según informa Fernanda Villalobos en Emol.
UN TRATAMIENTO ALTERNATIVO Y ESOTÉRICO
La mujer, que vivía en Llay Llay, se habría aplicado el producto el pasado 14 de abril y rápidamente tuvo que ser trasladada en estado grave hasta el Hospital San Camilo de San Felipe, informa La Estrella de Valparaíso. Según explicó el medio, este método se basa en retirar el sudor que secreta la Phyllomedusa bicolor, una rana de color verde que proviene de Brasil, llamada Kambó, que segrega una sustancia tóxica utilizada para defenderse de sus depredadores.
Desde sus orígenes, las tribus amazónicas lo han utilizado para “limpiar el cuerpo y el alma”, ya que tras aplicar el veneno vía cutánea, según sus creencias, se eliminaría todo tipo de toxinas.
El jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI (Policía de Investigaciones) de Los Andes, el comisario Gino Gutiérrez, comentó que “familiares nos informaron que la afectada se había sometido a una conocida técnica de la rana Kambó, que está vinculado a temas esotéricos. La mujer se habría acercado durante el fin de semana a un domicilio de Llay Llay para que otras personas le aplicaran el producto vía cutánea”.
LOS RIESGOS DE UNA PRÁCTICA
“Hemos recibido el aviso del hospital San Camilo de San Felipe, a la unidad de Epidemiología de la Seremi de Salud, de la muerte de una paciente por intoxicación asociada al veneno de una rana que se llama Kambó, aseguró el seremi de Salud de Valparaíso, Francisco Álvarez, en declaraciones que reproduce Radio Cooperativa.
La autoridad de salud aclaró que el veneno de la rana es utilizado “como medicina alternativa para distintos fines, la cual puede producir distintos efectos tóxicos debido a la presencia de principios activos alcaloides, las cuales van desde náuseas y vómitos hasta obstrucción respiratoria lo que incluso puede causar la muerte”.
A su vez, el director (s) del recinto asistencial, Daniel Álvarez, dijo que “se internó a la paciente en la Unidad de Cuidados Intensivos y a pesar de los esfuerzos, su compromiso se agudizó. Esto se debería a un ‘tratamiento’ de rana, lo que provocó un edema cerebral severo. Dado los antecedentes, se informó a la Fiscalía local, quien concluyó que el cuerpo se debía trasladar hasta el servicio médico legal para hacer las pericias correspondientes”.
Dado este caso, profesionales del área aseguraron que utilizar productos no certificados podría ser un alto riesgo para contraer enfermedades, alergias e incluso la muerte“Los productos deben estar certificados y venderse en lugares establecidos, ya que no sabemos su procedencia y no sabemos cómo puede reaccionar nuestro cuerpo. En este caso en específico, puede que la sustancia haya sido mezclada con otras, provocándole algún shock a la paciente, detalló Rodrigo Cruz, médico infectólogo de la Universidad de Valparaíso.
OTRAS VÍCTIMAS ANTERIORES
La joven de Valparaíso no es la primera víctima de un ritual como éste, tal como explica Paulo Guzmán en Pousta. El año 2009, Daniel Lara Aguilar, de 55 años, falleció por el veneno de la rana en la comuna de Pichidegua (O’Higgins, Chile). Frente al desconocimiento de las autoridades ante el tema, su causa de muerte fue fichada como desconocida.
“Es sabido que el veneno de la Phyllomedusa tiene péptidos con una potente actividad agonista opioide, como las deltorfinas y las dermorfinas, por lo que la sensación de bienestar experimentada por los usuarios de kambó puede deberse a ellas”, dijo a BBC Mundo Leonardo de Azevedo Calderón, de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Brasil, uno de los principales centros de investigación sobre salud pública del mundo.
La sensación de bienestar manifestada por los adeptos a este “tratamiento” se debe entonces a una reacción química/biológica momentánea. En Brasil el problema es tal que desde el año 2004 su práctica se encuentra prohibida y penalizada. En Chile, este tratamiento cuesta entre 10.000 y 30.000 pesos según las diferentes opciones de que ofrecen curanderos que proliferaron durante los últimos dos años.
Secretaría RIES

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